El monstruo de Brighton.
6 de Agosto de 1945,
Hiroshima es arrasada por el estallido de una bomba atómica lanzada por los
EEUU. Fallecen incinerados miles de habitantes de la ciudad japonesa. Pero
es a un residente particular de esa urbe a quien le ocurre algo tan
asombroso a raiz de esa explosión y que desafía los límites de lo racional:
Amanecer del 6 de Agosto de 1745; dos pescadores se encuentran frente a las
costas de Brighton, Inglaterra cuando ocurre algo extraño:
Una gran burbuja que parece provenir del fondo del mar estallan la
superficie y allí, flotando inerte puede verse a una figura.
Parece ser la de un
hombre, desnudo y de color amarillento. Mas asombroso aun, todo su cuerpo
esta cubierto con dibujos que representan dragones, serpientes y monstruos
alados.
Cautelosamente los pescadores acercan su bote a esa aparición y la suben a
bordo. No cabe duda, es un ser humano. Y cubriendo su desnudez con un viejo
trapo deciden llevarlo a tierra.
El forastero reacciona de inmediato mirando a su alrededor con angustia al
tiempo que murmulla frases en idioma desconocido.
Ante aquello, los
pescadores optan por atarle de pies y manos para llevarlo a tierra. Se
iniciaba así uno de los episodios mas extraños en los anales de lo insólito.
El reverendo Titi, tras negociar con los dos pescadores, se hizo con los
derechos de mantener a ese ser durante varias semanas para estudiar sus
hábitos e intentar comunicarse con el.
Nadie lo imaginaba, pero
aquel personaje era de origen japonés y practicaba Yuyitsu.
Según los informes del
reverendo Titi, el individuo se encontraba bastante enfermo pues se le caía
el cabello y también la dentadura. Fue con una de sus propias piezas
dentales con las que el extraño trazó una serie de marcas en la habitación
en la que se encontraba encerrado. Luego escaparía lanzando alaridos hasta
llegar al mar.
Sin detenerse, se sumergió entre las olas, desapareciendo para siempre.
Pero lo asombroso es que aquel japonés no pertenecía al siglo XVIII, sino al
al siglo XX. Se descubrió que se llamaba Sato. Entonces ¿Cómo es que siendo
de este siglo apareció cerca de Brighton un Agosto de 1745? Antes de
escapar, y como he mencionado antes, dejó un jeroglífico escrito en la pared
de su habitación.
Un escritor llamado
Gerald Clear se encontraba armonizando en Londres una mañana de Abril de
1947 con un coronel retirado de la inteligencia británica y durante la
charla salio a relucir el tema del estilo de lucha japonesa yuyitsu.
Fue entonces cuando el
militar le revelo que el máximo exponente de este estilo de lucha había sido
un japonés llamado Sato que eran tan ágil y fuerte que nadie había logrado
vencerlo por lo que el coronel había decidido llevarlo en una gira por
Europa.
Lamentablemente estallo la guerra en el pacifico y Sato, que vivía en
Hiroshima, fue una de las victimas de la bomba atómica lanzada contra esa
ciudad el 6 de agosto de 1945.
Aquello interesó al escritor y al preguntar si se habían hallado los restos
del japones el coronel respondió que no, no se habían hallado. Entonces
comenzó a pedir datos al coronel que le dio información. Le comento que
tenía todo el cuerpo tatuado.
El escritor ya había
leído los informes sobre el monstruo de Brighton realizados por el reverendo
Titi y empezaba a ver una relación entre ambos casos. Fue entonces cuando el
coronel le dijo que esos tatuajes representaban seres alados, serpientes y
dragones.
Todo indicaba que el
japonés aparecido en Brighton el 6 de agosto de 1745 y Sato, el luchador de
yuyitsu y víctima de la bomba atómica de Hiroshima el 6 de agosto de 1945
eran la misma persona. Entonces Clear, el escritor, fue a su casa y buscó la
traducción del jeroglífico dejado por el aun más extraño japonés en los
informes del reverendo Titi. Decía:
“Estaba durmiendo junto
a mi esposa y comenzó la franquicia, solo que no era tal sino una rotunda
realidad. Que dios se apiade de mi pues se que voy a morir. Firma Sato.
Hiroshima, 1945″.
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