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SAÚCO (Sambucus ragra)
Arbusto de 2 a 4 m de
altura, aunque a veces puede transformarse en un árbol y alcanzar los 10. Es
oriundo de Europa central y se extiende hasta Oriente y América. El tronco
se reviste de una corteza grisácea, con la superficie verrugosa. Las ramas
permanecen verdes durante el primer año, pero enseguida se tornan leñosas.
Las flores aparecen en el extremo de las ramitas verdes y forman unas masas
tupidas de pequeñas flores que parecen umbelas (en forma de paraguas).
Despiden un aroma agradable, pero carecen de néctar, por lo que nunca se ven
insectos sobre ellas. El fruto es una baya (semillas envueltas de una capa
carnosa, como la uva) violácea, casi negra, con brillo acharolado. También
se le conoce como sabuco y sabugo.
PRINCIPIOS ACTIVOS
La flor contiene esencia, taninos, un glucósido y otras sustancias. En las
hojas se encuentra un glucósido distinto y un alcaloide denominado
sambucina, el mismo que se aísla de la corteza.
PROPIEDADES MEDICINALES
Tiene efectos
antiinflamatorios, es sudorífico y calma la tos. Es un buen purgante y
depurativo (útil en enfermedades que se manifiestan con erupciones en la
piel). La corteza tiene, entre otras, propiedades diuréticas, y es útil
también para combatir la gota.
RECOLECCIÓN
Florece en primavera, que es
cuando deben cortarse las flores (los saúcos de montaña tardan más en
florecer). Las flores se secan a la sombra en un lugar ventilado; luego se
guardan en tarros cerrados herméticamente. Los frutos se recogen algo más
tarde, en verano. La corteza se arranca en otoño, pero la del segundo año
(la leñosa, no la que todavía está verde) se pela y se desprecia la capa
externa, conservado la interior, tierna y verdosa.
USOS Y APLICACIONES
Contra la inflamación
(golpes, torceduras) existe la antigua costumbre de ahumar paños echando
flores al fuego; luego se aplican a las partes afectadas. La infusión de
flores u hojas es asimismo efectiva, y sirve también como sudorífica y
calmante de la tos, o para lavar los ojos: se prepara con media umbela de
flores (o un pellizco de hojas) por cada taza. Se pueden tomar dos o tres al
día (para los ojos, se aplica con un paño o directamente, a gotas). Los
frutos frescos en decocción sirven para preparar una bebida depurativa (se
hierven 50 gramos de frutos en medio litro de agua durante un cuarto de
hora). La corteza, en decocción (se prepara como los frutos), tiene efectos
purgantes si se toma una taza, y otra más al cabo de un cuarto de hora. La
corteza también es diurética: se toman dos o tres tazas al día de la
decocción de corteza recién arrancada, troceada y hervida (1/4 de kilo de
corteza por litro de agua, hirviendo hasta que se reduzca el líquido a la
mitad). |
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