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PELIGROS QUE PROVIENEN DE LA
EVOLUCIÓN DÉVICA
Este
segundo punto es más complejo. Recordarán que en el trascurso de estos escritos
se dijo que es posible establecer contacto con los devas a ángeles, por medio de
los mántrams y las fórmulas especificas, y que en este contacto existen peligros
para el desprevenido, siendo excepcionalmente real, en la actualidad, por las
siguientes razones:
a. La entrada del rayo violeta, el séptimo rayo de ceremonial, hace que dicha
relación o contacto con los devas, se obtenga hoy más fácilmente que nunca. Por
lo tanto, en este rayo es posible tal acercamiento y, mediante el empleo de las
fórmulas establecidas y ceremoniales, conjuntamente con movimientos rítmicos
regulados, se hallará el punto de unión de las dos evoluciones afines. Esto se
observará en los rituales, y los síquicos testifican ya el hecho de que el
ritual de la Iglesia y de la Masonería ha sido puesto en evidencia. Esto
sucederá con mayor frecuencia, llevando consigo ciertos riesgos que
inevitablemente se introducirán en el conocimiento popular, afectando así de
variadas maneras a los incautos hijos de los hombres. Como ya saben, la
Jerarquía planetaria está ahora realizando un esfuerzo definido a fin de
informar a los devas la parte que han de desempeñar en el esquema de las cosas y
la parte que también le corresponde a la familia humana. El trabajo es lento,
siendo inevitables ciertos resultadas. No es mi intención tratar en estos
escritos la función que el ritual y las fórmulas mántricas establecidas tienen
en la evolución de los devas y de los hombres. Sólo deseo señalar que para los
seres humanos existe un peligro en el uso imprudente de las fórmulas que invocan
a los devas, en experimentar con la Palabra Sagrada, para hacer contacto con los
Constructores, los cuales son afectados grandemente por ello, y en esforzarse
por descubrir los secretos del ritual, con su correspondiente color y sonido.
Más adelante, cuando el discípulo haya atravesado el portal de la iniciación,
obtendrá este conocimiento y también la necesaria información que le enseñará a
trabajar de acuerdo a la ley. Quien se ajusta a la ley, no corre peligro.
b. La raza está poseída de una fuerte determinación de penetrar detrás del velo
e investigar lo que existe en esa zona desconocida. En todas partes las personas
son conscientes internamente de los incipientes poderes que la meditación
desarrolla. Han descubierto que siguiendo estrictamente ciertas reglas, se hacen
más sensibles a ciertas visiones y sonidos de los planos internos. Obtienen
fugaces vislumbres de lo desconocido; ocasionalmente, y a raros intervalos, se
abre momentáneamente el órgano de la visión interna, y oyen y ven en los planos
astral y mental. Perciben a los devas en las reuniones en que se emplea el
ritual, captan sonidos o voces que les revela verdades que reconocen como tales.
La tentación natural a forzar estas cosas, a prolongar la meditación, a poner en
práctica ciertos métodos que prometen intensificar la facultad síquica, es
demasiado fuerte. Imprudentemente fuerzan las cosas y los resultados son
desastrosos. Sugeriré lo siguiente: Literalmente, es probable jugar con fuego
durante la meditación. Los devas de los niveles mentales manipulan los fuegos
latentes del sistema e incidentalmente los fuegos latentes del hombre interno.
Desgraciadamente es posible ser juguete de las actividades de esos devas y
perecer en sus manos. Aquí digo una verdad y no expongo interesantes quimeras de
un cerebro alucinado. Cuídense de jugar con fuego.
c. El presente período de transición es, en gran parte, responsable del peligro.
No se ha llegado todavía a construir el tipo de cuerpo adecuado para retener y
manipular la fuerza oculta; por ahora los cuerpos empleados sólo acarrean
desastres al estudiante ambicioso. Cuando un individuo comienza a seguir el
camino de la meditación ocultista, tarda casi catorce años para reconstruir los
cuerpos sutiles e, incidentalmente, el físico. Durante todo ese periodo es
peligroso urgar lo desconocido, pues únicamente un cuerpo físico robusto y
refinado, un cuerpo emocional estable, controlado y equilibrado, y un cuerpo
mental debidamente agudizado, pueden penetrar en los planos sutiles y,
literalmente, trabajar con Fohat, pues es precisamente lo que hace el ocultista.
Por eso, todos los sabios Instructores hacen tanto hincapié respecto al sendero
de purificación, el cual debe preceder al sendero de iluminación, e insisten en
que se adquiera la facultad espiritual, antes de poder desarrollar sin peligro
la facultad síquica; exigen servir a la raza todos los días de la vida, antes de
permitir al hombre manipular las fuerzas de la naturaleza; dominar a los
elementales, colaborar con los devas, aprender las fórmulas y ceremonias, los
mántrams y las palabras clave, que atraen estas fuerzas al círculo de la
manifestación.
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