LOS NIÑOS HIPERACTIVOS. EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON
HIPERACTIVIDAD (TDAH)
En todas
las épocas parece que ha existido entre la población infantil un trastorno
característico. ¿Es la hiperactividad el de la nuestra?
Es
importante empezar señalando que no todos los niños etiquetados como
hiperactivos lo son, ni todos los que son están diagnosticados y recibiendo el
tratamiento necesario.
Entonces,
¿qué esta pasando? ¿Qué pasa con los niños? ¿Son tan movidos e inquietos? ¿Son
despistados y están en su mundo, o tienen realmente problemas de atención?
¿Somos nosotros, los adultos, los que cada vez tenemos menos capacidad de
aguante y menos paciencia? ¿Estamos confundiendo vitalidad y energía con
hiperactividad? ¿Es el resultado de una inadecuada educación por parte de los
padres: no poner límites, ceder a sus caprichos, no enseñarles a
autocontrolarse, a resistir la frustración, a saber esperar? ¿Puede ser otro
tipo de trastorno como ansiedad y estrés? ¿No será en realidad falta de interés
o falta de motivación? ¿No estarán simplemente aburridos ante las materias
escolares poco atractivas, o presentadas con unos medios y recursos obsoletos
para una generación de niños acostumbrados a que les llegue la información por
canales más audiovisuales, rápidos, atractivos, interactivos? ¿No será que les
estamos robando esa etapa de la vida tan luminosa como es la infancia?
De ahí la
importancia y necesidad de una profunda reflexión y del diagnóstico adecuado, y
precoz; el papel tan importante de los padres y de los profesores del colegio,
por ser ellos los que más posibilidades tienen de ayudar al niño. Conociendo las
pautas a seguir y las técnicas específicas para tratar el trastorno (TDAH),
ayudados por los especialistas en el tema: médicos y psicólogos.
Este
trastorno tiene efectos muy negativos para el niño y para su desarrollo escolar,
familiar y social, con repercusiones en la edad adulta; pero existen
tratamientos eficaces que ayudan a superar sus dificultades, consiguiendo que la
evolución y el pronóstico sean mejores cuanto antes se empiece a trabajar en
ello, con la intervención conjunta y coordinada de la familia, el colegio y los
especialistas.
En la
actualidad la definición más consensuada por todos los especialistas es:
«El TDAH
es una alteración en el desarrollo de la atención, la impulsividad y la conducta
gobernada por reglas (obediencia, autocontrol y resolución de problemas) que se
inicia en los primeros años del desarrollo; es significativamente crónica y
permanente en su naturaleza y no se puede atribuir a retraso mental, sordera,
ceguera o a algún déficit neurológico mayor o a otras alteraciones más severas
como el autismo, la psicosis»
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