LOS
HUEVOS
El huevo
es un alimento muy práctico y altamente nutritivo que debe formar parte de la
dieta habitual, excepto que bajo alguna condición de salud o prescripción médica
deba o haya sido excluido.
Los huevos resultan fáciles de preparar, combinar y consumir ya sea como parte
principal o como ingrediente de todo tipo de platos como desayunos, ensaladas,
pastas y postres.
Los huevos que habitualmente consumimos son de gallina, pero también sabemos que
podrían ser de pava, pata, codorniz, avestruz, etc.
Nos referiremos a los huevos de gallina de forma genérica. Una unidad pesa
aproximadamente 35 a 60 gr. y está formado por dos partes consumibles, la clara
y la yema, y una no apta para el consumo humano, la cáscara.
Composición
La
cáscara, según sea la especie, será de diferentes colores, lo cual no tiene nada
que ver con la calidad del mismo. Está formada por carbonato de calcio y su
función es proteger al embrión.
Es
importante saber que la cáscara tiene poros, para permitir la respiración, y a
su vez esta característica la hace relativamente permeable al paso de ciertos
microorganismos patógenos (salmonella).
Tras
diversos estudios se ha desterrado la errónea idea de que los huevos inciden
sobre los niveles de colesterol en sangre.
La yema,
es la tercera parte del huevo y porción de color amarillo. Se compone
principalmente de grasas, proteínas, vitaminas y minerales.
La
intensidad de su color dependerá del alimento (granos y alfalfa) que consume la
gallina.
Una yema
nos brinda 60 calorías y aporta grasas saludables.
La clara,
de textura viscosa y transparente, está formada en un 90% de agua, el resto lo
constituyen las proteínas (ovoalbúmina, la más abundante) y vitaminas. La clara
es el único alimento que aporta proteínas sin grasa.
Una clara
de huevo aporta 17 calorías y 7 gramos de proteína de alto valor biológico.
Huevo entero 100 % (en peso)
Cáscara 10.5 %
Yema 31.5 %
Clara 58.5 %
Aporte
nutricional del huevo:
Los huevos no aportan fibra ni carbohidratos. A nivel calórico, un huevo entero
de 50 gramos de peso aporta aproximadamente unas 80 calorías.
Proteínas: la proteína del huevo es considerada como patrón de referencia
para comparar nutricionalmente a las demás proteínas de los diferentes
alimentos.
Esto se
debe a que es la proteína de más alto valor biológico (contiene los aminoácidos
esenciales para el organismo). Como hemos mencionado anteriormente son proteínas
libres de grasas.
En 100
gramos el aporte proteico es de 12 a 14 gramos.
Grasas: las grasas que predominan en el huevo son ácidos mono y
poliinsaturados (principalmente acido linolénico-Omega 3), muy beneficiosos para
el organismo. Su grasa es de fácil digestión.
También
están presentes la lecitina, los fosfolípidos y el colesterol.
En 100
gramos de huevo el aporte de grasa es de 10-12 gramos y 550 mg de colesterol.
Minerales: excelente fuente de hierro, concentrado especialmente en la
yema (dependiendo de la alimentación de las gallinas), fósforo, potasio y
magnesio.
Vitaminas: se considera al huevo una gran fuente de vitamina B12
(cobalamina), concentrada principalmente en la yema. Así mismo nos aporta
vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), niacina (vitamina B-3), ácido fólico,
vitaminas A, D y E (en la yema).
Es
importante señalar que los huevos poseen colina, muy conveniente para la
alimentación de mujeres embarazadas, ya que facilita el correcto desarrollo del
sistema nervioso central del embrión/feto, junto con el ácido fólico.
Por otro
lado los carotenoides, luteína y zeaxantina, ayudan a prevenir trastornos
oculares como las cataratas y la ceguera.
Composición nutricional en detalle
Composición nutricional en 100 gramos:
(huevo fresco entero crudo)
Valor nutricional medio cada 100 g.
Agua 73.8 g
Valor calórico 159 kcal.
Proteínas 12.9 g.
Glúcidos 0.6 g.
Lípidos 11.7 g.
Colesterol 550 mg.
Hierro 2.7 mg.
Calcio 58 mg.
Magnesio 13 mg.
Fósforo 221 mg.
Potasio 144 mg.
Sodio 121 mg.
Vitamina A 202 microgr.
Vitamina B2 0.35 mg.
Vitamina B6 0.12 mg.
¿Cómo
conservarlos adecuadamente y saber si están frescos?
Los huevos deben conservarse siempre refrigerados, y su duración es de
aproximadamente 28 días desde la puesta. Se los considera extra frescos cuando
se limita su plazo de consumo hasta 9 días.
Lo aconsejable es consumir sólo aquellos que estén con su cáscara bien limpia
(sin materia fecal) y no rota, ya que si esta barrera de protección esta dañada,
la entrada de gérmenes estará asegurada.
Esto es
muy importante tenerlo en cuenta, puesto que el huevo puede ser portador de
gérmenes patógenos como salmonella (enteritidis), escherichia coli y
estafilococos, cuyos principales síntomas en nuestro organismo son aquellos que
afectan al tracto gastrointestinal.
Ahora bien, también tenemos que tener en cuenta, el reconocer si están frescos o
no. Para ello existen varios métodos, como por ejemplo:
- ya cocido y cortado de manera vertical, cuanto mas centrada este la yema más
fresco es el huevo, cuanto más de lado este menos fresco será.
- cuando
se lo sumerge en agua y crudo (entero) si el huevo va hacia el fondo del
recipiente, es que esta fresco. Si queda de forma intermedia, puede que tenga ya
una semana, pero si flota está poco fresco. Esto sucede porque su cámara de aire
(espacio entre la cáscara y la clara, formada por membranas de protección)
aumenta a medida que pasan los días, a más cámara de aire, el huevo flota y más
viejo es.
- cuando
el huevo se parte en crudo, se considera que es viejo cuando su clara es muy
fluída, muy líquida y su yema esta aplastada y poco consistente.
¿Cual
es la relación huevo-colesterol?
Durante
muchos años el consumo de huevos estuvo restringido, en aquellas dietas para
tratar y prevenir la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares. Su
ingesta quedaba limitada a 2 o 3 unidades como máximo por semana.
Actualmente, tras diferentes estudios científicos realizados, esas
recomendaciones se han modificado y han sido desterradas. Se ha comprobado que
lo que si incide negativamente sobre el colesterol sanguíneo es la relación
entre en consumo de grasas saturadas sobre las insaturadas y no el colesterol de
la dieta, como erroneamente se creía.
Son las
grasas saturadas quienes determinan el aumento de colesterol en sangre.
Recientes investigaciones han demostrado que la ingesta de un huevo por día, no
tiene ningún efecto sobre el colesterol sanguíneo, siempre dentro del contexto
de dieta sana y equilibrada, más el complemento del ejercicio diario.
Es
importante saber también que justamente la lecitina y las grasas insaturadas que
contiene la yema reducen la absorción intestinal de colesterol en nuestro
organismo. Por lo tanto los profesionales actualizados deben aclarar que
se puede consumir unos tres unidades de huevo a la semana, si se goza de un buen
estado de salud. |