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SALSAS
Las
salsas son ideales para aderezar ensaladas, verduras, pastas y cualquier clase
de guiso. Las que aquí recogemos se pueden preparar con productos biológicos y
no contener ingredientes animales, a excepción, en algunos casos, del huevo.
Salsa
mayonesa
Elaboradas con o sin huevo, más aceite de oliva o de girasol, se utilizan para
condimentar ensaladas, verduras, ensaladillas, tortillas y guisos diversos.
Salsa
pesto
Es la
salsa preferida por los italianos para condimentar los platos de pasta. Se
elabora básicamente con albahaca, aceite de oliva, piñones y ajo. Existen muchas
variedades regionales, como el pesto genovés, el rosso o el siciliano.
Salsas
de soja y tamari
Es una
salsa muy apreciada en las gastronomías japonesa y china. Se obtiene de las
semillas de la soja, más trigo, agua y sal, y después se mantiene en
fermentación láctica durante ocho meses. Tiene un color pardo oscuro, una
consistencia pastosa y un sabor salado. Se ofrecen diversas variedades, como la
salsa shoyu, de consistencia más líquida, o el tamari, que precisa de una
fermentación mucho más prolongada —de hasta 18 meses. Las salsas de soja y
tamari se utilizan para sazonar caldos, cremas, sopas, verduras y cereales, así
como para acompañar platos de pescado.
Salsas
de tomate
La salsa
de tomate es indispensable en la cocina europea. En platos de pasta, arroz o
verduras, la salsa de tomate se usa también en sofritos y en otros guisos. Es un
alimento mineralizante con menos grasas y sal que otros tipos de salsas. Hay
otras variedades de tomate concentrado, triturado y endulzado, como los
ketchups.
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