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El manejo de la
tristeza
A menudo, la tristeza es otra emoción problemática que se puede manejar de
un modo parecido al miedo y la ira.
Conversa con los niños sobre situaciones en las que han estado tristes y
presta atención a las diversas causas que van citando. Pregúntales cuál
creen que es la finalidad de la tristeza (¿por qué tenemos la capacidad de
sentirnos tristes?). A ser posible, deberías aprovechar el debate para
señalar que esta emoción está relacionada con la simpatía y la preocupación
o inquietud por los demás y por nosotros mismos, y que nos puede inclinar a
hacer algo para ayudar a quienes sufren. Los niños tienen que darse cuenta
de que la tristeza es una emoción muy valiosa, y que sólo se convierte en un
problema cuando surge sin ningún motivo aparente o cuando se prolonga
demasiado. También deben ser conscientes de que, mediante la compresión de
esta emoción y a través de la meditación y la relajación, pueden aprender a
tratarla de un modo más eficaz. |
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