Al revisar las pruebas de la persistencia de la discriminación sexual y de la segregación ocupacional a principios de milenio, quizá te preguntes si se ha efectuado algún progreso cuando el movimiento de la mujer ha presionado a favor de la igualdad. La respuesta es "sí", en algunas áreas. Por ejemplo, en ciertos campos, el número de mujeres que han conseguido títulos profesionales ha crecido con rapidez.

Ahora, cuando se ha elevado de forma sustancial la cantidad de mujeres que ha conseguido un título profesional en estas áreas, no cabe duda de que disminuirá la segregación profesional. Conviene señalar especialmente que todas estas ocupaciones son de categoría superior y están muy bien pagadas. Hablamos con cierto conocimiento de causa cuando decimos que la educación puede constituir una de las soluciones más importantes de los problemas con los que se enfrenta la mujer en el mundo del trabajo.