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ESQUIZOFRENIA
En nuestro mundo desarrollado, una de cada cuatro personas presentará un
trastorno mental a lo largo de su existencia, y un 1 % de la población de
todas las edades desarrollará alguna forma de esquizofrenia en algún momento
de su vida. Y esta psicosis comienza frecuentemente en la edad juvenil. De
tal manera que una de las cuatro variantes clásicas del trastorno
esquizofrénico, la hebefrenia, significa literalmente locura de los jóvenes.
Ciertamente, la enfermedad es muy rara antes de los 15 años y después de los
40-50.
Es muy importante, en vistas al tratamiento precoz, detectar la enfermedad
en sus primeras fases, en la etapa que se ha dado en llamar de
preesquizofrenia. A menudo se trata de un adolescente ya de por sí
reservado, que progresivamente se va aislando del entorno familiar y de sus
amigos, volviéndose indiferente a las penas y alegrías, desinteresándose de
las distracciones que antes le apetecían, reduciendo su actividad,
volviéndose demasiado serio para su edad, y sumergiéndose en actividades
sumamente absorbentes y solitarias (por ejemplo, dibujos complicados,
construcción de maquetas, etc.); o bien se trata de un buen alumno,
estudiante aplicado, que de pronto, sin ningún motivo aparente, empieza a
aflojar su rendimiento escolar, aislándose de los compañeros, presentando
ideas o sentimientos extraños, con un súbito interés por determinados
conocimientos (filosofía, política, etc.) o por actividades excéntricas y
que desconciertan a su familia, por la cual siente una marcada hostilidad
(característica prácticamente constante en esta etapa preesquizofrénica).
Obviamente, estos trastornos del comportamiento acontecen, aisladamente, en
muchos adolescentes sin que supongan la aparición de una futura
esquizofrenia.
El cuadro clínico de la esquizofrenia (del griego, escisión o fragmentación
de la mente) es abigarrado y rico en síntomas. Durante años se ha hablado de
las cuatro "a" de la enfermedad, inicial de cada una de las características
fundamentales:
• Asociaciones incoherentes del pensamiento.
• Ambivalencia psicótica (amor y odio, al mismo tiempo).
• Afectividad inadecuada o embotada, y autismo (repliegue o limitación a sí
mismo).
Los síntomas característicos, aunque no siempre están todos presentes,
acostumbran a afectar a las siguientes áreas:
1) Al contenido del pensamiento, con ideas delirantes, a menudo de tipo
persecutorio.
2) Al curso del pensamiento, con pérdida de la capacidad asociativa (las
ideas cambian de un tema a otro sin relación).
3) A la percepción, con la presencia de alucinaciones, siendo las más
habituales de tipo auditivo (voces que le insultan o le inducen a hacer
algo).
4) A la afectividad, que acostumbra a estar embotada, con notable reducción
de los afectos, con voz monótona y cara inexpresiva.
5) Al sentido del yo, con perplejidad acerca de la propia identidad y
significado de la propia existencia.
Síntomas característicos para el diagnóstico de la esquizofrenia.
Al menos dos de ellos están presentes durante el período de un mes,
aproximadamente:
• Ideas detirantes.
• Alucinaciones.
• Lenguaje desorganizado (incoherente o fuera de la realidad).
• Conducta desorganizada o catatónica (inmovilidad, posturas extrañas,
resistencia a ser movilizado.
• Síntomas negativos (por ejemplo, afectividad embotada o propiada}?
Síntomas de la esquizofrenia.
a) Síntomas positivos:
• Alucinaciones.
• Delirios.
• Trastornos del pensamiento.
• Hostilidad. Recelo.
b) Síntomas negativos:
• Afectividad embotada o inapropiada.
• Aislamiento social.
• Repliegue emocional.
• Pobreza de lenguaje.
Según el grado de expresividad de los síntomas, se dividen en positivos y
negativos. Por definición, para el diagnóstico taxativo de esquizofrenia, el
cuadro clínico debe tener una duración mínima de seis meses, incluyendo al
menos un mes de síntomas como los descritos anteriormente.
Desde el punto de vista práctico, es importante saber que hay formas de
comienzo súbito y florido, en las cuales un joven que hasta el día anterior
aparentaba absoluta normalidad, amanece con un cuadro de alucinaciones y
delirios. Paradójicamente, estas formas de comienzo tan brusco son las que
encierran un mejor pronóstico, presentándose en muchos casos una sola vez en
la vida. Por lo tanto, en estas situaciones hay que ser cautos en poner la
etiqueta de esquizofrenia -que marcaría al joven para toda su vida-, porque
puede tratarse de un episodio de la denominada "bouffée delirante aguda"
(expresión médica clásica que la psiquiatría francesa ha conservado
tradicionalmente), de inicio súbito y evolución bastante rápida (desde un
par de semanas hasta dos o tres meses como máximo), con desaparición total
del delirio y retorno al estado anterior de normalidad. Ten en cuenta,
también, que ocasionalmente un cuadro psicótico agudo puede ser
desencadenado por abuso de drogas.
En el tratamiento de la esquizofrenia los modernos fármacos antipsicóticos
(como los denominados atípicos) consiguen extraordinarias mejorías de los
pacientes, contando siempre con el apoyo psicoterápico y las medidas de
reinserción sociolaboral. |
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