|
Egolatría
Los egocéntricos presentan actitudes y conductas arrogantes, imperiosas,
pedantes y altaneras
Quien profesa la egolatría practica un culto, una adoración y un amor excesivo a
sí mismo. En psicología, el egocentrismo es una exaltación de la propia
personalidad, autoconsiderándose como centro de la atención de los demás. El
egocéntrico o la egocéntrica, atiende desmedidamente sus propios intereses antes
que ocuparse de terceros, si es que lo hace.
El problema fundamental que sufren los ególatras es que miran la realidad a
través del cristal de la propia "infalibilidad". Para ellos, los demás deben
aceptar sus puntos de vista y generalmente no aceptan estar equivocados. Tienen
una marcada tendencia a menospreciar a las personas y son hipercríticos de quien
piense o actúe diferente a su forma de comportarse. Sus opiniones y sus
intereses son lo más importante en la vida y todos los seres que le rodean deben
supeditarse a ellos.
Más que personas provistas de una necesaria y adecuada autoestima, los
egocéntricos manifiestan una exagera grandiosidad y pretenden considerarse
admirados al menos, cuando no adulados. Esta circunstancia los hace vulnerables,
porque los aduladores pronto se dan cuenta que una forma de manipular a los
ególatras es sugiriéndole ideas como si fueran sus propios pensamientos.
Pensando que nunca se equivocan y que siempre tienen la razón, no son aptos para
profundas reflexiones y no escuchan lo que se les dice o advierte. Por ello,
cometen graves errores a lo largo de su vida y poco a poco, de grandilocuentes
se van quedando solitarios, conviviendo con su propia "grandeza" y algunas
fantasías de supuestos éxitos, de poder o de excepcionalidad.
En las relaciones personales, los egocéntricos o egocéntricas se comportan como
aprovechadores. Sus cónyuges, hijos y entornos íntimos deben subyugar sus
proyectos de vida a ellos. Igual ocurre en el ámbito laboral, siempre usarán a
los demás para alcanzar sus propósitos.
Cuando cometen evidentes faltas o un traspié, no lo reconocerán y ante los
comentarios dirán que los envidian. Así construirán una "realidad" de perfección
donde los otros tendrán la culpa de sus desatinos.
Al ser "especiales" y "únicos" presentan actitudes y conductas arrogantes,
imperiosas, pedantes y altaneras.
Para estos casos, la dificultad para que asistan a terapias radica en que el
egocéntrico o la egocéntrica en muy contadas ocasiones aceptarán a pedir ayuda
porque quienes se lo propongan nunca tendrán la razón. Para la egolatría, la
terapia conductual en grupo es una alternativa porque les permite reconocer los
problemas de otros y contribuir a su solución. Además comienzan a escuchar a las
personas en lugar de hablar todo el tiempo de sí mismos.
|
|