LA SUMA
SACERDOTISA
Carta número II.
La carta nos habla de una mujer joven. Nos produce serenidad, misterio,
poder. Lleva puesta una túnica azul cielo y en su cabeza vislumbramos una
corona que la identifica como princesa en su mundo. En sus manos está
abierto el libro de la sabiduría. La palabra clave es subconsciente.
Sabemos que nosotros
nos dividimos en dos partes fundamentales, una consciente y otra
subconsciente. La consciente es esa en la que estamos todos los días en casi
todos los momentos de nuestra vida, en ella está parte de nuestra razón
humana, con ella sabemos muchas cosas de lo que llamamos mundo real, y nos
ayuda a manejarnos a nivel cotidiano por él.
Pero también hay otra
parte fundamental de nosotros de la que raras veces nos acordamos: nuestro
subconsciente. Es posible que te preguntes qué es en realidad el
subconsciente, y la respuesta es que el subconsciente es esa parte olvidada
por nosotros, es conocimiento, nuestro sabio conocimiento del sentido de la
vida, de nuestro destino, de nuestras capacidades. Representa nuestro mundo
interior que en esoterismo tanto perseguimos liberar. Allí escondido esta
nuestra sabiduría divina, lo que alguno llama “poderes”.
Pero
a este mundo interior no se puede llegar a través de la razón, y del
pensamiento racional. Este mundo está gobernado por manifestaciones
totalmente distintas y que se hacen relevancia en nosotros a través de los
sueños, las intuiciones... ideas inexplicables desde un comienzo. Es un
mundo donde tus sentimientos sobre lo que significa cada manifestación
priman por encima de interpretaciones cerradas en el intelecto. Este espacio
se abre a ti a menudo, aunque probablemente no le prestes mucha atención o
no la debida.
El mayor problema que
representa es que es un mundo indomable, no trates de hacerlo tuyo y
utilizarlo a tu beneplácito; él es libre y sólo actúa en libertad. Tu único
papel con respecto a él es prestarle atención, porque si pierdes el contacto
con él entonces corres el peligro de cerrar su puerta, y perderías un gran
conocimiento que te guía en tu caminar hacia tu destino. Debes prestar más
atención a las pistas que te envía la vida.
Ejercicios:
1º) En este ejercicio
vamos a realizar una relajación inducida. Para ello apréndete el recorrido
que te comentamos a continuación y cuando te sientas relajado para empezar
vete visualizando en tu mente el camino y lo que vas haciendo y viendo en
él.
Bien, en un principio
deberás situarte en un hermoso paisaje donde encuentres los cuatro elementos
naturales: agua, viento, fuego y tierra. Pueden estar representados como a
ti te apetezca; lo fundamental es que sientas que en ese lugar te llenas de
fuerza y energía, y que nada puede pasarte. Tómate todo el tiempo que
necesites y que te apetezca, y cuando te sientas preparado visualiza un
camino en tu paisaje, y cómo empiezas a caminar por él.
Poco a poco
visualizarás una figura al fondo que en un principio la ves borrosa por la
lejanía, pero que a medida que te acercas la comienzas a ver con más
claridad hasta que te encuentres a su lado. Repito, tómate el tiempo que
necesites, la figura puede ser cualquier cosa, no te preocupes porque tu
recorrido sea coherente, sólo déjate llevar.
Una vez al lado de la
figura le preguntarás lo que te apetezca, generalmente se empieza con las
preguntas ¿qué haces aquí? y/o ¿quién eres? Después en función de lo que te
responda tu mismo decidirás qué preguntar. Después de sentir que has acabado
de hablar, observas que ello te da algo para que a partir de ese momento te
sientas mejor, una herramienta que necesitabas para continuar tu vida
positivamente. A cambio tu le darás a ello otra cosa que desees dejarle para
que la cuide.
Cuando hayas
terminado el intercambio visualizarás que te das la vuelta y volverás a
tu paisaje. Allí espera un ratito, nútrete con su fuerza y luego poco a poco
vete abriendo los ojos para tomar consciencia de ti.
Después reflexiona y
si puedes apúntalo todo en tu libreta. ¿Qué te ha dicho? ¿De qué habéis
hablado? ¿Tiene para ti algún sentido ahora? ¿Qué te ha dado para llevar la
vida mejor? ¿Qué le has dado?... Date cuenta de que lo que has hecho es
acercarte al subconsciente para descubrir algo importante para ti. Puede que
a lo mejor ahora no tenga coherencia, pero seguro que más adelante
comprenderás lo que te decía. Lo importante es que nunca te olvides de él y
de su importancia para contigo, tu vida y tu formación como persona hasta
llegar al ser.
|