PIRINEOS ATLÁNTICOS
LAS CUEVAS DE LAS BRUJAS
NAVARRA EMBRUJADA
Al norte de esta región se encuentra la Xareta “tierra arbolada” que agrupa
cuatro municipios, Urdax y Zugarramurdi y Ainhoa y Sare en Lapurdi
-Francia-.
Este paisaje transfronterizo se encuentra salpicado de innumerables
testimonios que nos muestran la relación tan especial entre los municipios
de ambos lados de la frontera, cuevas, dólmenes, el camino de Santiago,
Akelarres, las guerras napoleónicas, carlistas, la guerra civil y el
contrabando.
Hoy día el territorio está marcado por la presencia de tres cuevas -Sare,
Urdax y Zugarramurdi-, sobre todo por la última, escenario de akelarres y
por encima de todo testigo muda de los terribles sucesos que protagonizó,
una vez más, la nefasta Inquisición al descargar su intolerancia sobre
algunas personas del pueblo.
En el municipio francés de Sare encontramos esta bella cueva, que
conserva vestigios de su antigua población, desde la prehistoria hasta las
víctimas de las guerras que acudían a sus profundidades a refugiarse y curar
sus heridas.
Desde
este municipio, además sale un tren cremallera que nos guía en una fuerte
subida hasta la cima del mítico Larrun desde el que se obtienen
impresionantes vistas de toda la zona.
Al otro lado de la frontera está Urdax con su cueva plagada de grandes y
puntiagudas estalactitas y estalagmitas, como prueba de inmenso poder de una
pequeña gota de agua. Además, en Urdax encontramos el Monasterio de San
Salvador del siglo IX, en donde reposan en sus claustros algunos reyes
navarros.
Entre los dos pueblos anteriores se encuentra Zugarramurdi, famoso en
todas partes por albergar la Cueva de las Brujas, una gran cavidad, más
túnel que cueva, atravesada por un torrente de agua, el arroyo del Infierno
-Infernuko Erreka- La historia de esta cueva se remonta a 10.000 años con
asentamientos humanos del Mesolítico, aunque su fama se debe principalmente
al proceso que se siguió en el siglo XVII contra trecientas personas del
lugar acusadas de brujería, y de celebrar Akelarres en su interior.
El quince de agosto, tercer día de las fiestas, celebran en el interior
de la mayor de las cuevas una comida popular, cordero asado -ziriko jatea- a
la que asisten varios miles de personas. Últimamente, incluso, se celebra en
esas mismas fechas un concierto de música celta al que la crítica califica
de magistral.