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CORRESPONDENCIAS COSMICAS AL IMPULSO SEXUAL
1) …Cuando el Hombre celestial, que en la actualidad se manifiesta por medio del
esquema de la Tierra, consiga vitalizar Su centro medio o apartar la fuerza del
Kundalini planetario de los centros inferiores, llevándola al plexo solar, se
habrá alcanzado un nuevo ciclo, y cesará gran parte del malestar actual. Su
trabajo es todavía embrionario; transcurrirán otros dos ciclos y medio antes de
que El pueda realizar el trabajo necesario. Una vez realizado, el resultado en
relación con los entes humanos, será triple:
· El estímulo sexual, tal como hoy se entiende, tenderá a manifestarse como
creación, no tanto en el plano físico sino más bien en el astral y en el mental,
expresándose en creaciones de arte y de belleza y en el trabajo objetivo de los
científicos.
· El crimen, tal como hoy lo vemos, originado en gran parte por la pasión
sexual, será cosa del pasado; el libertinaje en el plano físico, las orgías y
los horrores consiguientes, se reducirán por lo menos en un setenta y cinco por
ciento.
· La interacción de los tres planetas físicos densos, se perfeccionará y el
hombre podrá pasar de uno a otro a voluntad.
2) Como se observará, el hombre trabajará como un creador en los tres mundos de
la actividad humana y seguirá un procedimiento análogo. Sus formas mentales
serán construidas con materia mental, elegida específicamente, pues posee el
mismo grado de vibración que la Idea que trata de personificarse; dichas formas
persistirán -como lo hace la forma mental logoica, el sistema solar- durante
todo el tiempo que el factor Voluntad o vitalidad dinámica, las mantenga
continuamente unidas.
Esto nos conduce al punto siguiente:
Proporcionar un cuerpo para la idea. En esta enunciación tenemos latente el
principio básico de la encarnación, de la actividad e incluso de la existencia
misma. Involucra la expansión de nuestra idea hasta incluir el plano mental
cósmico al considerar el Logos y, cuando se estudia la facultad creadora del
hombre, nos introducimos en el plano mental del sistema solar. Daré aquí un
pensamiento fundamental sobre el cual debe reflexionarse: Este impulso creador,
esta tendencia hacia la concreción de lo abstracto, esta capacidad innata para
"tomar forma" tiene todavía plena expresión en la materia física. La razón de
esto radica en que -para el hombre- todas las sustancias con las cuales crea,
todas las formas que él construye y todos los procesos de concreción que
realiza, son creados, construidos y realizados dentro del cuerpo físico del
Logos. Aquí podría hallarse la razón del énfasis que pone la naturaleza sobre el
aspecto sexual y la reproducción física; ello podrá observarse en todos los
reinos de la naturaleza, excepto en el primero y el quinto. Esto es algo muy
significativo; dichas excepciones deberían ser estudiadas en su más amplia
significación pues encierran el misterio fundamental del sexo en los senderos
involutivo y evolutivo. He aquí los dos extremos. Se observará que una vez
comprendida la idea de que el sistema solar es el vehículo físico del Logos y Su
cuerpo de manifestación, muchos problemas se solucionarán y, dos puntos sobre
todo, serán aceptados paulatinamente por el estudiante que medita y estudia:
Primero. En el transcurso del tiempo, a medida que el Logos logre liberarse de
las ataduras de la materia física, todo el sistema objetivo será considerado
como una idea o concepto, revestido con un velo o envoltura de materia más sutil
que la física; el cuerpo logoico se verá como el producto de la voluntad y del
deseo, no entrando en su composición la materia física de ningún grado; será
simplemente un cuerpo de deseo. Esto producirá un estado de cosas, inconcebible
para nosotros, sólo captado por el hombre que puede actuar en el plano búdico
del sistema, el cuarto éter cósmico. Tengan en cuenta que nuestro plano astral
es solamente el sexto subplano del plano físico cósmico, y que ello no nos
proporciona ninguna base real para razonar respecto al plano cósmico astral.
Únicamente cuando el plano astral constituya un tranquilo receptor del impulso
búdico o un reflector líquido de ese plano (lo que no sucederá hasta el final
del mahamanvantara) podremos estar en condiciones de formular ideas respecto al
plano astral cósmico.
Segundo. Que toda manifestación del aspecto sexual, tal como la comprendemos en
los distintos reinos de la naturaleza, es una expresión de la energía del Logos
cuando afluye y estimula ese centro de Su cuerpo que corresponde a los órganos
genitales. Todas las funciones creadoras de la familia vegetal, animal y humana,
consideradas como un todo, son hasta ahora puramente físicas y están basadas en
el deseo inferior. El deseo del Logos por encarnar físicamente constituye
todavía la nota dominante. Más tarde, dicho deseo no será tan intenso y se
transmutará en el deseo de crear únicamente en niveles mentales. Esto es lo que
pone en actividad el aspecto Destructor, que conduce a la oscuración eventual y
a la "muerte" física del sistema solar. El indicio de que este aspecto está
entrando en el poder se observará cuando se produzcan dos grandes
acontecimientos:
a. La capacitación del hombre para crear conscientemente en los niveles mentales
y la consiguiente transmutación de sus impulsos sexuales inferiores en
superiores.
b. La
vitalización mental de otra gran parte del reino animal.
Cuando ambas se desarrollen en cualquier ronda, indicará que tiene lugar
definitivamente la polarización mental del Logos; sólo podemos llegar a
conocerlo estudiando las partes componentes de Su cuerpo de manifestación.
Lo que aquí se afirma sobre la forma mental logoica también puede decirse de un
Hombre celestial y de un esquema planetario. A medida que Su polarización
cósmica se hace más mental y transmuta Su naturaleza cósmica de deseo, se verá
que la fuerza que actúa a través de Sus centros cambia de dirección de acuerdo a
ello, extrayendo fuerzas de algunos de Sus globos y centros inferiores; ya no le
interesará encarnar físicamente y, oportunamente, se retirará dentro de Sí
Mismo. Su forma mental demostrará una disminución gradual de vitalidad, el globo
físico denso morirá, desapareciendo la objetividad, mientras otros globos
mantendrán temporalmente Su vida, aunque no por mucho tiempo. Entonces todo el
esquema se oscurecerá y funcionará sólo en Su cuerpo astral cósmico.
Lo mismo sucede con una cadena y la Vida que le da forma, considerando a aquélla
simplemente como un centro en el cuerpo del Logos planetario, y poseyendo, sin
embargo, su propio factor central. Esto puede observarse en la Luna, en forma
interesante. Su Ocupante ya no deseaba manifestarse físicamente, por lo tanto
retiró Su vida. Queda sólo el cascarón desvitalizado; los otros dos aspectos han
desaparecido y sólo el tercero, la vida inherente a la materia misma, permanece,
para disiparse luego gradualmente a medida que transcurren los siglos. En lo que
se refiere al hombre, se ve una condición similar en la desintegración gradual
del cuerpo físico después de la muerte; los otros dos aspectos se retiran y la
forma se desintegra.
Cuando se comprendan estos hechos fundamentales y el hombre empiece a darse
cuenta de su posición como Creador, el concepto relativo al sexo también
cambiará, se pondrá énfasis sobre las leyes de la creación mental y la
formulación científica de formas mentales, mientras el aspecto físico de la
creación quedará en suspenso. Cuando esto suceda, el hombre entrará en posesión
de su derecho divino y el reino humano cumplirá su legítima función. El aspecto
sexual -tal como se expresa en la actualidad- y todo el proceso de la
reproducción es compartido por el hombre con el reino animal y se funda en sus
instintos animales y en su naturaleza física densa, la cual no constituye un
principio. Cuando él se haya emancipado totalmente del reino animal y el tercero
y cuarto reino se diferencien entre sí, la naturaleza sexual y los órganos de
reproducción serán considerados por el hombre común en forma muy diferente a
como lo hace en la actualidad. Con el tiempo la creación será el resultado de
los impulsos mentales y no de los impulsos del deseo; entonces, el proceso
(cuando se haya dado el impulso inicial en el plano mental) llegará a ser tan
normal, tan seguro y tan inconsciente como lo es ahora el acto de respirar.
Cuando esto acontezca (el momento está aún muy distante), la procreación física
continuará, pero se hablará de la forma física en términos de concreción y de
energía y se dará importancia a aquello que ha de ser corporificado. Se llegará
a esa etapa cuando se capten y comprendan científicamente las funciones del
cuerpo etérico, y las leyes del pensamiento creador sean de dominio público;
coincidirá con un período en que el reino animal estará nuevamente bajo la
impresión manásica, permitiéndosele obtener otra vez la individualización.
En esa época se reconocerá en forma general que Espíritu-materia son dos
aspectos de la Unidad, y la actual terminología de Espíritu y sustancia material
será reemplazada por el concepto más amplio de energía positiva y negativa, como
dos aspectos de la Energía una. Entonces todos los fenómenos serán expresados en
términos de fuerza, y la cuestión sexual o la unión de macho y hembra, negativo
y positivo, en el plano físico, será redimida y purificada.
Una idea corporificada es literalmente un impulso positivo que emana de niveles
mentales y se reviste con un velo de sustancia negativa. A su vez ambos factores
serán considerados como emanaciones de un centro de fuerza aún mayor que,
mediante los mismos, expresa un propósito.
3) La
cualidad de dichas energías es esencialmente astralbúdica; la predisposición de
las fuerzas vitales y la dirección general de los impulsos que influyen sobre la
humanidad en este gran ciclo, son la energía atractiva de la naturaleza
intuitiva del Logos planetario y la potente fuerza del cuerpo astral o de deseo.
En otras palabras, el elemental astral, que encarna la naturaleza de deseos del
Logos planetario, es extremadamente poderoso, particularmente en este ciclo
actual, pero la fuerza de la naturaleza espiritual e intuitiva de Aquel en Quien
vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, está acrecentándose constantemente.
Por otra parte, tenemos la devastadora expresión de la búsqueda de los placeres,
del sexo y del crimen, resultados de la satisfacción del deseo. Esto caracteriza
nuestra civilización y está ahora en todo su apogeo; podría decirse que está
casi declinando, aunque no se lo sienta. Al mismo tiempo, la puerta de la
iniciación está abierta. Ambas oportunidades (si puedo así llamarlas) están
presentes simultáneamente, pero la fuerza de una se está debilitando, y la
tendencia de la otra acrecentando. Así podrá vislumbrarse la solución y verse el
camino de salida.
4) Existe
un hecho que se debe captar y recalcar en relación con el lugar que ocupa el
átomo permanente dentro de la periferia causal y su evolución: el átomo astral
permanente constituye en este sistema solar el receptor de cierta influencia de
fuerza y energía, siendo estimulado y energetizado en mayor grado que los otros
átomos, lo cual se debe a las razones siguientes:
Primero. El centro de polarización del cuarto reino o humano, se halla en la
conciencia astral, considerando a este reino como una unidad expresada.
Inevitablemente, la mayoría de los hombres dirigen y controlan el vehículo
físico desde el astral y a través de su naturaleza de deseos. El cuerpo astral
se halla en línea directa con la fuerza que proviene de los niveles monádicos
2-4-6, a través del búdico.
Segundo. La meta de la humanidad consiste en llegar a ser Maestro de Sabiduría,
o entes conscientes dentro del Cuerpo del Dragón de Sabiduría o de Amor. El
hombre lo logra cuando puede actuar conscientemente en el vehículo búdico o
cuando el átomo astral permanente es reemplazado por el átomo búdico o
permanente.
Tercero. El segundo aspecto del Logos (el amor o manifestación de la naturaleza
amor del Logos por intermedio del Hijo) se manifiesta en este sistema, el cual
a. es un Hijo de la necesidad o del deseo
b. vibra en la tónica del Rayo cósmico de Amor.
c. constituye la forma a través de la cual este Rayo de Amor cósmico (observado
en la interrelación del Yo y el no-yo o en la dualidad) se expresa.
d. está regido por la Ley cósmica de Atracción. Las mónadas de amor constituyen
la cualidad predominante. (He elegido especialmente la palabra "cualidad".)
Cuarto.
El centro cardiaco se halla en el cuerpo cósmico de AQUEL SOBRE QUIEN NADA PUEDE
DECIRSE, y nuestro Logos solar personifica Su fuerza. Aquí reside una de las
claves del misterio de la electricidad. Los planetas sagrados y ciertas esferas
etéricas similares que se hallan dentro del "círculo no se pasa" forman parte
del centro cardíaco y constituyen los "pétalos del Loto" o del centro cardíaco
de esa gran Existencia ignota que constituye para el Logos solar lo que Ella a
su vez constituye para los Hombres celestiales y, especialmente, para Su
particular Hombre celestial, quien personifica la fuerza del centro cardíaco
logoico. Por lo tanto, el estudiante serio observará que toda fuerza, energía y
cualidad de su vida constituirá lo que denominamos (me veo obligado a emplear
una palabra inapropiada y capciosa) AMOR. Esto explicará el hecho de que la
fuerza que actúa a través de ese centro cardíaco cósmico llegará a ser la fuerza
predominante de la manifestación de un Logos solar y de un Hombre celestial;
similarmente producirá su analogía microcósmica y sus reacciones reflejas; de
allí la importancia relativa del átomo astral permanente dentro de la periferia
causal, el cual está en línea directa con la fuerza activa que emana de la
existencia cósmica, penetrando cada vez en menor grado por intermedio del Logos
solar de Su sistema de amor y del Logos planetario dentro de un esquema, el
Dragón de Amor Sabiduría.
Cuando esta fuerza está bien controlada y correctamente dirigida constituye un
gran agente transmutador que oportunamente convertirá al ente humano en un
Maestro de Sabiduría, un Señor de Amor, un Dragón de Sabiduría de grado
inferior.
Finalmente, este sistema solar, manifestación física objetiva del Logos, es
compenetrado por Su cuerpo astral tal como sucede en la manifestación humana. A
medida que el Logos se polariza en su envoltura astral cósmica y cuando aún no
ha logrado la polarización mental cósmica, Su fuerza o naturaleza de deseo
constituye el principal incentivo de Su vida, o las vidas subjetivas que
subyacen en la forma.
Si el estudiante reflexiona cuidadosamente sobre estos cinco hechos, obtendrá la
clave del problema de la existencia tal como la comprendemos, la clave de las
causas que producen el calor en el sistema solar, el método de la Ley cósmica de
Atracción y Repulsión que rige todas las formas atómicas y de la cuestión del
SEXO que se evidencia en todos los reinos de la naturaleza. También le darán la
clave de la constitución del divino Hermafrodita.
Por lo tanto, no se ha de olvidar la importancia relativa que tiene el átomo
permanente del segundo aspecto de la personalidad dentro de la periferia causal;
también debe recordarse que la fuerza que afluye a través de este átomo, fuerza
animadora del cuerpo astral, sigue la línea de menor resistencia y puede
considerarse que ejerce una influencia dos veces más fuerte sobre la
manifestación física que la que le llega a través de las otras dos. El Logos
ahora se expresa a Sí Mismo a través del Rayo divino, Su segundo aspecto, y este
Rayo es la suma total de la radiación de los Señores de Sabiduría, los Hombres
celestiales, los Dragones, la Unidad y el Amor. Dicha fuerza fluye a través de
Ellos, que a su vez se revisten con la forma, o como lo expresara H.P.B., "El
Rayo primordial se convierte en el “vahan” para el Rayo divino" ....Sus vidas
animan a los átomos de la sustancia cuando la forma es construida con ellos,
constituyendo la suma total del magnetismo logoico, o la gran naturaleza de
deseo del Logos que va en busca del no-yo, produciendo así el Matrimonio
cósmico; es la manifestación cósmica de la atracción sexual, la búsqueda de Su
polo opuesto y su unión mística.
Este proceso es repetido por el microcosmos siguiendo la línea de su ser, y
análogamente lo lleva a la encarnación o a la unión mística con la forma.
5) …Como
dice El Antiguo Comentario:
"Cuando el Padre se acerca a la Madre, aquello que ha de ser toma forma.
La unión
de ambos oculta el verdadero misterio del Ser.
Cuando
los dos grandes devas se buscan, encuentran y fusionan, se cumple la promesa de
la vida.
Cuando
aquel que ve y conoce permanece entre sus progenitores, entonces puede verse la
fructificación del conocimiento y se conoce todo lo que existe en los planos de
la conciencia.
Cuando se
ve que Anu, el infinitesimal, contiene a Ishvara en Su poder, cuando las esferas
y ciclos inferiores se expanden en el círculo de los Cielos, entonces la Unidad
esencial será conocida y plenamente manifestada.
Cuando el
Uno que contiene la vida se transforma en el tres, tras del cual se oculta esa
vida; cuando el tres por rotación se convierte en el siete y el diez; cuando los
trescientos billones de vidas dévicas repiten la rotación; cuando se llega al
punto central y éste revela al tres, al nueve y a la JOYA radiante interna,
entonces el círculo de manifestación se habrá consumado y el Uno se convierte
nuevamente en el diez, el siete, el tres y el punto."
Aquí
reside la clave del matrimonio místico; el estudio de estos pares de opuestos le
revelará mucho al estudiante de ocultismo; le revelará el proceso en tiempo y
espacio, mediante el cual esta unión y su fruto son consumados, observando la
creación resultante del divino Hermafrodita en Su elevado plano.
Debemos recordar siempre con claridad que en esta parte del tratado estamos
considerando los devas evolutivos, Vida positiva que anima a la materia
involutiva o sustancia dévica. Por lo tanto, la analogía del matrimonio místico,
Espíritu y materia, puede verse actuando en la sustancia dévica, por medio de la
interacción de las vidas dévicas positivas y negativas. La sustancia misma
representa una dualidad esencial; las formas repiten la misma dualidad y, cuando
llegamos al hombre, tenemos allí una dualidad más un tercer factor.
6) La Ley
del Sexo. Término aplicado a la fuerza que produce la fusión de los dos polos en
conexión con los reinos animal y humano, que hacen al hombre sensible al llamado
de su naturaleza animal. Se relaciona con el adecuado cuidado y perpetuación de
la forma durante este ciclo particular. Esta ley rige poderosamente durante el
período de la dualidad de los sexos y su separación y, en el caso del hombre,
será anulada por la manifestación superior de la ley cuando éste sea nuevamente
andrógino. Constituye la ley del matrimonio, y algunos de sus aspectos no sólo
se manifiestan en el matrimonio físico entre los seres humanos y entre los
animales sino también en el "matrimonio esotérico" entre:
a. El Alma y el Espíritu.
b. El Hijo con la Madre (o el Alma con la sustancia física).
c. Las vidas planetarias negativas con las positivas ya señaladas.
d. El matrimonio del sistema, o la fusión de los dos últimos esquemas
planetarios después de haber absorbido las otras fuerzas.
e. El matrimonio cósmico, o la fusión de nuestro sistema solar con su polo
cósmico opuesto, otra constelación. El matrimonio cósmico de las estrellas y los
sistemas causa la fulguración o intensificación ocasional e irregular de soles y
la acrecentada luminosidad que se ve a veces, frecuente tema de discusión.
7) Cuando
se descubra el misterio del mar y el enigma de su "desecación" o absorción
esotérica, se revelará oportunamente el significado que subyace en:
a. El impulso sexual, interpretado macrocósmica y microcósmicamente.
b. La cesación del deseo.
c. La orientación del fuego al centro laríngeo en lugar de los órganos
genitales.
d. El pralaya y la oscuración.
e. El significado de las palabras "ya no habrá mar" que se encuentran en la
Biblia cristiana.
8) Por
medio del estudio de estas condiciones en el macro y microcosmos se comprenderá
la razón por la cual los ocultistas nunca consideran al vehículo físico como un
principio. El Espíritu Santo, quien insufla e implanta el germen de vida en la
expectante y pasiva Virgen Madre o materia (haciendo que despierte e inicie su
gran trabajo de producir la encarnación divina), es un factor primordial desde
el punto de vista del segundo sistema solar. En forma incomprensible para los
pensadores modernos, la Madre o divina aspirante a los misterios del matrimonio
cósmico, fue (en un sistema anterior) el factor predominante. En este sistema,
en relación con la sustancia o Espíritu Santo, es el factor predominante. Por lo
tanto, el trabajo en niveles etéricos y la energía y actividad que se origina en
el mismo, son los factores principalmente responsables en el plano físico de
todo lo que es tangible, objetivo y manifestado. El acrecentamiento de materia
alrededor del cuerpo vital y la densificación de la sustancia alrededor del
núcleo etérico vital son, en sí mismos, el resultado de la interacción y el
intercambio final de vibración entre aquello que podría denominarse el remanente
de una manifestación anterior y la vibración de la actual.
9) Debe
observarse aquí que el instinto hacia la síntesis (porque concierne a la
naturaleza síquica de la Deidad) nada tiene que ver con la expresión física del
sexo, pues éste está regido por otras leyes y controlado por la naturaleza
física. No olvidemos que el cuerpo físico no es un principio.
10) La
latente "conciencia de deseo" actúa bajo la Ley de Atracción, ley de este
sistema que se refiere a la capacidad del Logos para "amar sabiamente", en el
sentido oculto del término; tiene relación con la polarización del Logos en Su
cuerpo astral y, produce el fenómeno llamado "actividad sexual" en todos los
planos del sistema.
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