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TILO (Tilia platyphyllos)
Árbol sagrado de las
antiguas civilizaciones germánicas, entre las muchas leyendas relacionadas
con el tilo destaca la de Sigfrido, quien arrebata su tesoro a un legendario
pueblo de enanos, los nibelungos. (Sigfrido es invulnerable gracias a un
baño de sangre que cubrió su cuerpo, pero una hoja de tilo caída sobre su
espalda evitó el contacto de la sangre con la piel y marcó allí su punto
débil.) Los enanos acaban con la vida de Sigfrido lanzándole una flecha a la
espalda, entre los omóplatos, donde se encuentra su punto débil, y recuperan
su tesoro.
CARACTERÍSTICAS
Es un árbol de hoja caduca
de 15 a 40 m de altura, de tronco liso, con hojas acorazonadas, de bordes
serrados, cuyas dimensiones varían en gran manera según la especie. Las
flores, de cinco pétalos amarillentos, pequeñas, forman agrupaciones de
entre 5 y 10 unidas por un pedúnculo común que se inserta en las ramas
acompañado de una bráctea u «hoja de protección», una especie de
ensanchamiento del pedúnculo, en forma de lengua, que protege la
inflorescencia y favorece la diseminación aérea del fruto al actuar como
órgano volador. La flor produce néctar muy agradable al olfato, que atrae
multitud de abejas. El fruto es globuloso, con 4 o 5 costillas. Desprende un
aroma muy agradable. También se le denomina tilia, tillo, tillón y arguma.
LOCALIZACIÓN
Vive exclusivamente en las
regiones templadas y subtropicales del hemisferio Norte; no forma bosques,
se cría junto a otros árboles, como hayas o arces, en zonas sombrías. En la
montaña, crece hasta a 1.800 m de altura.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Las flores poseen esencia,
rica en farnesol, un alcohol que le confiere parte de sus virtudes
medicinales. También se encuentran taninos, mucílago y aceites.
Una rama de tilo en flor. Las flores se recolectan con tiempo estable y
soleado, y se ponen a secar a la sombra hasta que tomen un color verde
amarillento.
PROPIEDADES MEDICINALES
Hoy conocemos la «tila»
(infusión de flores de tilo) como un calmante de los nervios, pero también
es sudorífico, antiespasmódico y atenúa la acidez del estómago.
RECOLECCIÓN
Dice la tradición que hay
que subirse al árbol para recoger las flores; cierto, pues son pocas la
ramas a las que se alcanza desde el suelo. Los principios activos sólo se
encuentran en las flores, por lo que deben utilizarse sin la bráctea (esa
«hojita» en forma de lengua que protege la inflorescencia), aunque es bien
cierto que los herbolarios dispensan las flores con la bráctea, quizá para
que sepamos que se trata, realmente, de flor de tilo; de todas formas,
también es cierto que las brácteas, aunque en mucha menos cantidad que las
flores, también contienen principios activos. Deben escogerse las flores
recién abiertas, ni los capullos ni las marchitas. La floración tiene lugar
en el primer tercio del verano. Una vez desecadas se guardarán al abrigo de
la luz, en lugares secos, no siendo aconsejable guardarlas más de un año; es
decir, con cada floración, tiraremos, si aún nos quedan, las del año
anterior.
USOS Y APLICACIONES
Hemos de llegar al siglo XVI
para que se conociera la gran eficacia del tilo como calmante de la
excitación nerviosa. Se administra en infusión (conocida con el nombre de
tila), una cucharadita de flores por taza después de las comidas. Una única
toma es efectiva para calmar un estado de excitación momentáneo. |
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