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MELISA (Melissa officinalis)
Los árabes, en el siglo X,
consideraban la melisa como la planta del corazón, tanto en sentido estricto
(se utilizaba contra cualquier alteración cardiaca y para regular el
latido), como en sentido metafórico (se recomendaba para reponerse del mal
de amores, de la tristeza, de los desánimos, etc.). La cultura cristiana
pasó por alto, como tantas otras aportaciones árabes a la ciencia, las
propiedades medicinales de la melisa, y hubo que esperar hasta el siglo XX
para rehabilitar nuestra planta.
CARACTERÍSTICAS
Es una planta vivaz cuya
parte aérea (tallo y hojas) se seca cada año y brotan nuevos tallos con la
primavera. Crece hasta alcanzar un metro de altura, con un tallo erguido,
ramificado desde la base, de sección cuadrada. Las hojas son muy grandes (de
unos 8 cm de longitud por 5 de anchura), ovaladas, con los bordes dentados y
las nerviaciones fuertemente marcadas en la cara inferior. Crecen de dos en
dos, una frente a otra, insertadas en el tallo en el mismo punto en que se
desarrollan las flores o una pequeña rama portadora de flores. Éstas son
amarillentas al principio, pero durante el desarrollo se van tornando
blancas o rosadas. La planta entera desprende un agradable aroma que
recuerda al limón. Se le conoce también como toronjil, abeyadera y
cidronella.
LOCALIZACIÓN
Es originaria del sur de
Europa, aunque se encuentra en todas partes. Perfectamente adaptada al
continente americano, aparece por los caminos, junto a los huertos y
riachuelos, procedente de cultivos abandonados.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Se utilizan el tallo y las hojas, que, aunque en poca proporción, contienen
esencia, rica en aceite, y una sustancia característica, el citronelal,
responsable del olor a limón que desprenden. También poseen taninos y
resinas. Estas últimas abundan en las hojas, en las cuales se encuentran,
además, mucílago y una sustancia amarga.
PROPIEDADES MEDICINALES
Como afirmaban los árabes,
es la planta del corazón, pues es estimulante, apta para reanimar a los
desvanecidos y para aumentar la tensión arterial. También actúa sobre el
sistema nervioso, por lo que está indicada como calmante en cualquier tipo
de excitación nerviosa o como tónico para alegrar los estados en que el
ánimo se encuentra decaído.
RECOLECCIÓN
Se utilizan las sumidades
floridas (extremos de los tallos que contienen flores y hojas), que deben
cortarse antes de que eclosionen los capullos, pues al florecer se pierden
las sustancias activas, y puesto que la melisa las posee en bajas
cantidades, deben aprovecharse al máximo. Se pueden desecar o utilizarse
directamente, frescas.
USOS Y APLICACIONES
Se utiliza en infusión,
aunque, excepcionalmente, no importa la cantidad de planta que se utilice,
pues nunca será excesiva. (Recordemos que posee poca cantidad de principios
activos.) Se suelen tomar tres tazas al día, o más, aunque lo más habitual
es tomar una única taza cuando se tiene un momento de excitación y se
necesita un calmante inmediato (la melisa cumple esta función, pues con miel
es agradable al gusto y ejerce un efecto psicológico suplementario). No
existe ningún impedimento para tomar la infusión por simple placer; al
contrario, es recomendable como tónico. |
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