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MALVAVISCO (Althaea officinalis)
Planta vivaz, de tallo
herbáceo que se renueva cada año, casi leñoso, de más de un metro y medio de
altura, recto, de tacto aterciopelado, como las hojas. Estas últimas son
grandes, de forma más o menos rómbica, de color verde claro, blanquecino.
Las flores, blancas o rosadas, se desarrollan a lo largo del tallo, en la
axila de las hojas. Poseen 5 pétalos acorazonados. El fruto es un grano
oscuro recubierto, como el resto de la planta, de una vellosidad muy densa.
La raíz, pivotante (recta, perpendicular al suelo), es larga y carnosa.
Cuando se extraen y se secan, en los herbolarios se venden bajo la
denominación de Radix althaeae (raíz de malvavisco) ¡Atención, pues, a este
nombre! Se le conoce también como altea, hierba cañamera y bismalva.
LOCALIZACIÓN
Desde los tiempos más
remotos se sabe de su existencia en las estepas asiáticas. Crece en suelos
húmedos, regados con aguas salobres, como ocurre en las cuencas de algunos
ríos, en todo el continente eurasiático.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Toda la planta se
caracteriza por contener mucílago en elevada proporción, sobre todo la raíz
(el 30 % de la raíz es mucílago). También se encuentra pectina, sales
minerales, azúcares, aceite y vitamina C.
PROPIEDADES MEDICINALES
Es una planta muy útil como
calmante, expectorante, antitusígena y emoliente (para ablandar las zonas
inflamadas).
RECOLECCIÓN
Las hojas deben cogerse al
principio del verano, en cuanto empieza la floración; las flores más tarde,
ya en pleno verano y cuando está completamente desarrollada. Pero, atención,
pues hojas y flores deben recolectarse en días de sol y por la mañana, pues
en otras circunstancias se humedecen y pueden facilitar la aparición de
hongos, algo muy frecuente en todas las plantas de la familia. De todas
formas, la parte más interesante es la raíz, que debe extraerse en otoño, a
partir del segundo año, pues antes son muy delgaditas y apenas han tenido
tiempo de acumular sustancias activas u otros compuestos. Una vez extraída,
se pela y se guarda bien seca.
USOS Y APLICACIONES
Generalmente se utiliza la
raíz por su elevado contenido en mucílago, pero si se quiere conservar la
planta, pueden hacerse servir las hojas y las flores con los tallitos
correspondientes (las sumidades floridas). Contra la tos y las secreciones
bronquiales se utiliza el agua de malvavisco, que se prepara con 50 gramos
de raíz, dejándolos sumergidos en un litro de agua templada, no muy
caliente, durante cuatro horas. Se toman tres tazas al día. Contra las
llagas en la boca o los dolores de muelas, puede masticarse raíz (bien
limpia) y el jugo que desprende causa un moderado alivio. Como cataplasma,
puede aplicarse el agua de malvavisco con una gasa empapada sobre la zona
inflamada o dolorosa. |
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