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FUMARIA (Fumaria
officinalis)
Su nombre procede de la
palabra latina fumus, que significa humo, y hace alusión a que el conjunto
de estas plantitas, de coloración grisácea, parece una emanación de humo (en
lengua francesa se conoce como fume-terre, es decir «humo en el suelo»).
También se dice que el zumo de la planta irrita los ojos y hace llorar, como
lo haría el humo. Por esta razón en algunas regiones europeas es «la hierba
de la viuda».
CARACTERÍSTICAS
Es una hierba anual, de
tallo verde, ramificado, con tonalidades grises (rojizas en la parte
inferior), de hasta 70 cm de altura. El color verde de las hojas es tan
claro que aparenta un gris difuso; abundan, son pequeñas, están divididas en
lóbulos, como el perejil (también se la ha llamado falso perejil). Las
flores nacen en un pedúnculo que se une al tallo en el mismo punto en que
arranca otro pedúnculo con hojas. Se distribuyen a lo largo de él en forma
de espiga.
LOCALIZACIÓN
Vive en el continente
euroasiático, y en los países ribereños del Mediterráneo es donde más
abunda. Se ha adaptado, con éxito a las condiciones climáticas de América
del Norte, donde en la actualidad se encuentra en estado salvaje.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Toda la planta, pero
especialmente las flores, contiene un alcaloide, la protopina, taninos y
ácido fumárico, pero sus cualidades terapéuticas se deben a otras sustancias
no identificadas.
PROPIEDADES MEDICINALES
Dioscórides en el siglo I y
Galeno en el II, ya conocían sus efectos benéficos sobre la secreción biliar
y las funciones hepáticas. En el siglo X, los médicos árabes la seguían
aplicando, y en el XVI se introdujo en América como el remedio para las
enfermedades intestinales. Es también depurativa.
RECOLECCIÓN
Se utilizan las flores,
aunque por comodidad pueden aprovecharse las ramitas que las contienen.
Deben cortarse en cuanto empieza la floración, sin esperar a que se
marchiten; aproximadamente en la segunda mitad de la primavera. Puede
emplearse la planta fresca, pero si se quiere guardar para el invierno, la
desecación se realizará rápidamente, extendiendo las flores sobre lienzos (o
papeles absorbentes) en un lugar ventilado y sin luz.
USOS Y APLICACIONES
Para trastornos viscerales
se usa en infusión, preparada con una cucharadita de flores secas por taza
de agua. Se tomarán tres al día, después de las comidas: es un buen
estimulante de las secreciones biliares y de la orina, activa la función del
hígado y purifica la sangre. También ayuda a deshacer los cálculos (piedras)
del hígado. Como depurativa, contra las erupciones cutáneas, puede tomarse
la infusión por las mañanas, en ayunas, aunque es preferible una taza de un
zumo depurativo que se prepara con berros, achicoria, pencas de lechuga
fresca y fumaria a partes iguales.
Se pasan por la trituradora
y se toma el zumo resultante por las mañanas, en ayunas, con miel o azúcar;
basta con medio vasito cada día (unos 50 ml). |
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