CULANTRILLO DEL POZO
(Adiantum capillus-veneris)
Su nombre latino, Adiantum,
significa «que no se moja», y hace alusión al hecho de que, a pesar de vivir
siempre en terrenos mojados, junto a las salpicaduras del agua de los
torrentes, sus hojas siempre permanecen secas.
DESCRIPCIÓN
El culantrillo del pozo se
caracteriza por tener unos frondes divididos en pequeños lóbulos
triangulares, en cuya parte inferior se desarrollan las esporas. El tallo es
subterráneo y hace las veces de raíz (como en todos los helechos). Recibe el
nombre de rizoma y discurre horizontalmente.
LOCALIZACIÓN
Vive en cualquier rincón con
poca luz y mucha agua, que prefiere recibir en forma de gotas (salpicaduras
de fuentes, saltos de agua, goteos de filtraciones...).
PRINCIPIOS ACTIVOS
Posee una esencia agradable
al olfato. Contiene taninos y sustancias largas.
PROPIEDADES MEDICINALES
Los finos pedúnculos que
unen los frondes, de color dorado, han equiparado el culantrillo con la
rubia cabellera de la diosa Venus y se le han atribuido virtudes asociadas,
como la de fortalecer el cabello. Combate la tos y facilita la menstruación.
RECOLECCIÓN
Preferiblemente tras el
verano, cuando los frondes se encuentran en su máxima expansión.
USOS Y APLICACIONES
Contra la tos, tomando los
frondes frescos, triturados en un mortero un poco de agua y azúcar hasta
obtener una consistencia pastosa. Esta pasta también puede utilizarse para
curar las mordeduras de animales aplicándola directamente. También se
prepara jarabe hirviendo los frondes poca agua y añadiendo azúcar: dos tazas
por una de agua. Resultan asimismo eficaces las infusiones. Para facilitar
la menstruación suele se mezclado con vino. El agua de la cocción se ha
utilizado en masajes para vitalizar el cabello y evitar su caída; con este
mismo fin también se empleado las cenizas resultantes de quemar frondes.
Siempre que sea posible, es deseable que la planta sea fresca, puesto que si
se deja secar se le pierde parte de sus principios activos. |