CORNEZUELO DEL CENTENO (Claviceps purpurea)
Parásito del centeno, se
consumía junto con el cereal, y su contenido en alcaloides transformaba el
pan en producto tóxico. Hoy se cultiva el centeno y es infectado
expresamente para producir grandes cantidades de cornezuelo, de gran interés
en la industria farmacéutica.
CARACTERÍSTICAS
Se trata de un hongo
parásito de las espigas del centeno, donde aparece
como un cuerno negro que destaca sobre los granos claros del centeno. Con la
madurez cae al suelo, donde permanece todo el invierno en espera de que, al
año siguiente, el viento transporte las esporas hasta las nuevas espigas.
LOCALIZACIÓN
Vive sobre el centeno, en
cualquier parte del planeta en donde se cultive, aunque existen cornezuelos
con capacidad para parasitar otros cereales.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Es rico en alcaloides, pero
su diversidad y concentración varía extraordinariamente con las
características medioambientales. En función de la lluvia, la temperatura,
la humedad o la altura sobre el nivel del mar, el cornezuelo puede contener
entre un 0,5 y un 2 por mil de alcaloides. También varía el tipo de
alcaloides que contiene, aunque esta diferencia se relaciona principalmente
con la situación geográfica de la plantación.
PROPIEDADES MEDICINALES
Debería hablarse de las
propiedades de cada uno de los alcaloides que se aíslan del cornezuelo, pues
aquéllas son diferentes para cada uno de ellos. Mientras unos actúan como
sedantes, otros aumentan la tensión arterial y otros detienen las
hemorragias (hemostáticos). De hecho, ha sido en el siglo XX cuando el se
humano ha empezado a valorar los alcaloides del cornezuelo del centeno por
separado.
RECOLECCIÓN
La del cornezuelo se hace a
la par que la del centeno, por lo que se recoge con la siega. Entonces se
separan los cornezuelos de las espigas y se almacenan una vez desecados. Sin
embargo, con el tiempo van descomponiéndose los alcaloides, por lo que es
conveniente desecharlos con la recolección del año siguiente, conservando
tan sólo los últimos.
USOS Y APLICACIONES
Parece ser que las antiguas
culturas orientales ya utilizaban «granos negros del centeno» para provocar
el parto. En la historia del Viejo Mundo se describen misteriosas dolencias
que afectaban a familias enteras; en ocasiones enfermaban gravemente tan
sólo en determinadas épocas del año. Fue bien entrado el siglo XVII cuando
se estableció la relación entre la enfermedad y la cantidad de «cuernos» con
el que se preparaba el pan. Posteriormente, se ha utilizado para provocar el
parto o como sedante. Hoy, su uso casero es un riesgo que debe evitarse. La
industria farmacéutica aísla los diferentes alcaloides, los purifica y los
comercializa. |