|
QUÉ ES LA
DISLEXIA
Es un
síndrome complejo, de etiología no determinada, de raíz neurológica y
transmisión genética. En la actualidad hay investigaciones muy variadas que, sin
duda, aportan datos de interés, pero, a pesar de ellas, la ciencia todavía no
dispone de marcadores biológicos para precisar con exactitud la causa o lesión
que pueda determinar la aparición de este trastorno.
Los
disléxicos tienen un estilo de aprender característico y una forma de ser
peculiar y, una vez salvadas y enfocadas las dificultades que pueden producirse
en la época de aprendizaje escolar, este estilo les va a ofrecer importantes
«ventajas» en algunas facetas de su desarrollo personal. Éstas serán; su
especial sensibilidad para ser conscientes del entorno; su intuición y
curiosidad por lo que les rodea; su gran imaginación, que les puede llevar a ser
creativos; su rapidez de pensamiento (ya que manejan el lenguaje de las
imágenes); sus habilidades visoes-paciales, que hacen que puedan ser muy buenos
dibujantes... Una prueba que deja constancia de estas ventajas es la huella que
han dejado algunos disléxicos conocidos en los campos de la ciencia, del arte,
de la literatura, de la política, del cine o del deporte, como: Leonardo da
Vinci, Federico García Lorca, Thomas A. Edison, Alexander Graham Bell, Albert
Einstein, Walt Disney, Winston Churchill, Whoopi Gold-berg, Tom Cruise... entre
otros.
He
conocido a muchos disléxicos, y todos aquellos que descubrieron sus cualidades
personales y confiaron en su poder interior, se esforzaron y aprendieron de sus
errores han conseguido progresar, y hoy, pasado el tiempo, son maravillosas
personas y buenos profesionales. Sin duda, ser disléxico tiene sus ventajas.
Pero la
dislexia también les va a acarrear «inconvenientes». Su estilo cognitivo les
traerá dificultades en el desarrollo de sus habilidades lingüísticas asociadas
con la modalidad escrita (el paso de la codificación visual a la verbal, la
memoria a corto plazo, la percepción de orden y secuenciación) y, por tanto,
afectará a las primeras adquisiciones y a los pilares instrumentales del
aprendizaje escolar: la lectura y la escritura; y, como consecuencia, a la
expresión, la comprensión escrita, el cálculo... Según afecte más
específicamente a la lectura, la escritura o el cálculo, se llamará propiamente
dislexia, disgrafía o discalculía.
El niño
disléxico lo es desde el nacimiento. Nace con unas características que van a
marcar una forma de percepción y un estilo cognitivo, y, hoy por hoy, mientras
la ciencia no diga lo contrario, será disléxico toda su vida. Los programas de
apoyo le enseñarán a desarrollar estrategias y habilidades que le ayudarán a
vivir con su dislexia, con las menores interferencias negativas posibles.
|
|