RECOMENDACIONES A LOS PADRES / ADULTOS SOBRE LA DEPRESIÓN INFANTIL
Aquí te
proponemos algunas recomendaciones para abordar la depresión infantil, en la que
los adultos juegan un papel fundamental:
• Se
requiere que las personas adultas que son importantes para el niño tomen un
papel activo en la atención del mismo. Al ser éstas las más implicadas en su
desarrollo, serán las que más influencia tengan en su evolución y maduración
psicológica.
• Hay que
evitar que los padres se culpabilicen por el problema de su hijo. No hay que
confundir culpabilidad con responsabilidad. La culpabilidad lleva a considerarse
parte del origen del problema (con toda la carga emocional que esto supon),
mientras que la responsabilidad lleva a los padres a considerarse parte de la
solución.
• Los
padres, tutores y docentes pueden apreciar como nadie los cambios de humor en el
niño, los cambios comportamentales y su incidencia en la vida cotidiana.
Recuérdese que la irritación es un síntoma muy específico en estas edades. El
retraimiento social, los problemas de conducta y su impacto en el rendimiento
escolar y en las relaciones interpersonales son también síntomas a valorar
especialmente.
• Un
primer paso consiste en analizar la fortaleza del niño para aprovechar sus
propios recursos, pues servirán de apoyo para superar su desánimo.
• Hay que
evitar las indicaciones simples, tipo recetas. Se requiere una comprensión
básica de la dinámica de este trastorno, ya que esto favorecerá el desarrollo de
una intervención adecuada. Una comprensión del niño como entidad y no atender a
una conducta u otra por separado.
• Se
deben disminuir las expresiones de consuelo al mínimo, ya que tienden a aumentar
en el niño el sentimiento de tristeza. En cambio, serán más favorables
alternativas que premien y recompensen algunos comportamientos positivos en el
niño y expresiones afectivas que faciliten la percepción positiva que tiene de
sí mismo.
•
Fomentar las expresiones positivas de afecto y disminuir las llamadas de
atención.
• Si el
niño es rechazado por su grupo de pares, se deben evitar las críticas y
reprimendas que inciden en su estado de ánimo y autoestima. Se han de favorecer
las interacciones positivas con su entorno, orientándole en su integración con
otros grupos en los que tenga mejores posibilidades de ser acogido (escuelas
deportivas, clubes, centros con actividades extraescolares, etcétera).
• Con
miras a la prevención futura es importante que se modifiquen o disminuyan las
situaciones de riesgo que están en el origen y mantenimiento de este trastorno.
Se trata de buscar la forma de modificar las respectivas situaciones negativas
o, en última instancia, abandonarlas. A veces no es posible modificar las
situaciones depresogénicas. En estos casos es recomendable que se desvíe la
atención de los posibles hechos perturbadores a otros aspectos más favorables
(se trata de distraer al niño con juegos, paseos, reuniones con algunos amigos o
familiares, etcétera).
• Y
recuerda que la lucha contra la depresión comienza con la educación. Debemos
borrar los mitos y estigmas que todavía acechan a ese trastorno, especialmente
en relación con los niños, para reconocerlo como un verdadero problema que puede
afectar y condicionar toda una vida.
Recuerda:
Hoy en
día la existencia de la depresión infantil es un hecho comúnmente aceptado por
la comunidad científica especializada, con sintomatología especifica y distinta
a la depresión adulta (irritabilidad, retraimiento social, problemas de
conducta...). Sin embargo, sigue siendo un problema infradiagnosticado y al que
no se le presta la atención que se merece. No abordar tempranamente la depresión
puede tener consecuencias importantes en el desarrollo psicológico posterior,
tanto porque se cronifique el problema, como porque puede estar precediendo a la
aparición de otros nuevos. Es importante destacar que en la actualidad existen
métodos eficaces y específicos para la evaluación y el tratamiento de la
depresión infantil. En su prevención juegan un papel fundamental los adultos que
tornan a su cargo a un niño con depresión.
|