LA MISTERIOSA ISLA OAK
En 1972 una cámara submarina captó lo que podrían ser varios cofres en
medio de todo un laberinto de túneles en el pozo de la isla Oak, también
lo que parecía ser un cadáver y hasta una mano cortada. Pero la visión no
fue nada clara por lo turbio del agua debido a la gran cantidad de
sedimentos:
Diagrama que muestra la presunta ubicación de los cofres en el fondo del
pozo:

Historia:
Corría el año 1795, Daniel Mc Ginnis que en aquel entonces tenía tan solo
16 años, y perdía su tiempo caminando en la isla de Oak en Nueva Escocia,
Canadá. No imaginaba encontrarse con una curiosa depresión circular en el
suelo. Sobre esa depresión había un árbol cuyas ramas se habían reducido
de tal manera que parecía que había sido utilizado como una polea.
El joven Daniel, aficionado a las historias de piratas, había escuchado
miles de relatos relacionados con esa isla.
Daniel buscó a sus amigos Jonh Smith y Anthony Vaughan y juntos decidieron
investigar el misterioso agujero.
Comenzaron a profundizar y nada más a 60 cm encontraron algo que les
asombró. Una capa de losas, que cubría una fosa. Su inquietud y curiosidad
comenzó a aumentar. A unos 3 metros y medio se toparon con una capa de
troncos de roble que impedía el camino. Con gran esfuerzo, consiguieron
apartar los troncos y seguir avanzando hasta los nueve metros. Pero
nuevamente otra capa de troncos frustró el ímpetu de los tres aventureros.
Decidieron abandonar pero prometieron que algún día regresarían.

Pero no regresarían solos, consiguieron que la compañía Onslow los
acompañara en su aventura, esta empresa navegó cerca de 560 kilómetros
desde Nueva Escocia con el objetivo de recuperar lo que se creía un tesoro
secreto.
Con muchos más medios de los que disponían en 1795 comenzó la búsqueda del
posible tesoro. Pronto se divisaron los 9 metros conseguidos por los tres
adolescentes. Pero a medida que se descendía aumentaban las capas de
troncos fortalecidas con carbón de leña y fibra de coco, que curiosamente
o quizás premeditadamente eran encontradas cada 10 metros. Alguien quería
proteger muy bien lo que había ahí abajo.
Pasando muchas dificultades lograron alcanzar los 28 metros de
profundidad, es ahí donde se encontró la principal pista. Una gran piedra
con una inscripción de símbolos. Varios investigadores trataron de
descifrar los símbolos. Un traducido que decía: “doce metros más abajo,
dos millones de libras se encuentran enterradas”.

Consiguieron quitar la acostumbrada capa de roble, fueron a dormir , y al
día siguiente descubrieron que toda la excavación estaba inundada a una
altura de 10 metros de agua. Intentaron bombear el agua sin éxito,
agotados pero no vencidos decidieron regresar el próximo año con nuevas
herramientas con el fin de realizar un nuevo pozo paralelo al original.
Pero ese siguiente intento el agua inundó el segundo hoyo por lo que
irremediablemente y ante el peligro de perder alguna vida humana, la
búsqueda se abandonó por los siguientes 45 años.
Las excavaciones permitieron descubrir una ingeniosa trampa, ya que ha
medida que iban bombeando el agua, y debido a las múltiples filtraciones
se volvía a llenar de agua del mar. Intentar contener las constantes
inundaciones resultaba una tarea de una compleja ingeniería.

Durante años la leyenda del tesoro fue creciendo en importancia, fueron
muchos los que atraídos por el ambicioso significado de la piedra lo
intentaron. Uno de los grandes cazadores de tesoros fue Erwing Hamilton
que comenzó su búsqueda en 1936, dos descubrimientos fueron hechos por él.
El hallazgo de roca y graba, según Hamilton era imposible que
pertenecieran al medio, fueron colocados deliberadamente por alguien.

En 1959 Bob Restall y su familia, fueron a la isla en búsqueda del tesoro,
que dio como resultado la trágica muerte de Bob, que cayó al agua en
la parte inferior. Su hijo trató de rescatarlo junto a dos trabajadores,
pero aparentemente respiraron algún tipo de gas, posiblemente monóxido de
carbono de algún generador, se desmayaron. Bob murió ahogado.

En 1970 la compañía Triton Aliance hizo su intento. Descubrieron varias
estructuras de maderas con números romanos tallados, en ellas, unos clavos
de hierro forjado. Unas maderas con más de 250 años de antigüedad. Triton
con ayuda de otros socios, compró gran parte de la isla.

Durante el decenio de 1990 la exploración se estanco debido a batallas
legales entre los socios de la compañía.
El gran descubrimiento se produjo en 1976 cuando Triton excavó lo que se
conoce como la perforación 10-x-237, pies de tubos de acero de 55 metros,
hundidos al noroeste del agujero. Durante las excavaciones varias
cavidades artificiales fueron descubiertas. Una cámara se introdujo
para enviar imágenes de las zonas infranqueables. Gracias a esta, fueron
localizados partes de un cuerpo humano, así como tres extrañas cajas que
supuestamente eran tres cofres del tesoro.
Aunque la búsqueda continuó, otra nueva inundación volvió a anegar una
entrada a un tesoro que se antojaba irrecuperable. Días después el agujero
se derrumbó y no se ha reabierto. En total seis personas murieron en toda
la historia de las excavaciones.
Repetidamente frustrados los intentos de extraer el tesoro, a dado lugar a
teorías sobre el origen y la existencia del tesoro de la isla de Okak.
Algunos dicen que fue un rico constructor francés que escondió su riqueza,
para salvaguardarla de los ingleses durante la colonización de América.
Otros se refieren a los vikingos en su visita a América, utilizado como
escondite. Los más fantásticos, creen que es un tesoro pirata escondido
por el Capitán Kidd, quien afirmó que enterraría su tesoro en un lugar
donde ni Satanás pudiera encontrarlo.
Link: http://www.youtube.com/watch?v=yVm4FShalpU
Si quieren ver la isla en google earth aquí están las coordenadas.
44°30'46.58"N 64°17'40.21"W
Un grupo de exploración ha comenzado a tratar los problemas de ingeniería
globales de la excavación, llegando ahora a la conclusión de que es
imposible controlar las inundaciones subterráneas del pozo, que comunican
directamente con el océano Atlántico, además de no entender las
estructuras subterráneas de la isla.
En fin, las teorías siguen surgiendo en torno al misterioso pozo.
Entre las que se destacan que ahí se encuentra enterrado el Santo Grial,
el Arca de la Alianza, el tesoro de los templarios...
Sea como sea las intenciones de los constructores son contradictorias. Por
un lado convertir lo enterrado allí en inalcanzable y por otro señalar su
ubicación… Como si lo importante fuera el efecto creado en la gente. No
sólo despertar su codicia sino espolear la necesidad de misterios, que es
igual o mayor en todos los seres humanos. Incluso tiene algo que me
recuerda al pretexto típico utilizado por Hitchcock en sus películas. Es
decir presentar al principio un detalle que, aparentemente, fuera el
desencadenante de la historia, para enseguida abandonarlo para ser
sustituido por otro motivo y otra trama. O, como en el poema de Itaca del
poeta Kavafis, lanzar un señuelo que sirva de motor para ponerse en
marcha, pero desvelar con el paso del tiempo que lo importante no es
alcanzar ese objetivo sino el viaje en sí mismo. Es más, llegar a
descubrir que lo deseable es que ese objetivo no se alcance nunca, para
así prolongar el viaje hasta la muerte.
Aparentemente nunca se llegará al fondo del pozo. Pero si alguien tiene
ganas de aventuras, ahí sigue la isla del Roble en la costa atlántica de
Canadá, esperándole con todo el tiempo del mundo.
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