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EL SENDERO DE PROBACIÓN
Preparación para la Iniciación.
El sendero de probación precede al sendero de iniciación o santidad, y señala
esa etapa de la vida del hombre cuando se pone definidamente del lado de las
fuerzas de la evolución, trabajando al mismo tiempo en la construcción de su
propio carácter. Entonces se controla a sí mismo, cultiva las cualidades de que
carece y procura controlar afanosamente su personalidad. Construye su cuerpo
causal con deliberado propósito, llenando los vacíos que puedan existir y
tratando de convertirlo en adecuado receptáculo para el principio crístico. La
analogía entre el período prenatal del ser humano y el desarrollo del espíritu
interno, es sumamente interesante, y podría ser considerada como:
1. El momento de la concepción, que corresponde al de la individualización.
2. La gestación de nueve meses, que corresponde a la rueda de la vida.
3. La primera iniciación, que corresponde a la hora del nacimiento.
El sendero de probación corresponde al último período de gestación, a la
formación del Cristo niño en el corazón. En la primera iniciación el niño
comienzo el peregrinaje en el sendero, lo cual representa simplemente el paso de
un grado a otro. Se establece una estructura para el recto vivir, recto pensar y
recta conducta. A esto se lo llama carácter, y ahora debe ser vivificado e
internamente vivido. Thackeray ha descripto muy bien este proceso de
construcción en las palabras frecuentemente citadas:
"Siembra una idea y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un
hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y
cosecharás un destino".
El destino inmortal de cada uno y de todos, consiste en alcanzar la conciencia
del yo superior y, por lo tanto, la del Espíritu Divino. Cuando la forma está
preparada y cuando el templo de Salomón ha sido edificado en la cantera de la
vida personal, entonces penetra la vida crística y la gloria del Señor se
proyecta en Su templo. La forma se hace vibrante. Aquí reside la diferencia
entre la teoría y la conversión de esa teoría en parte de uno mismo. Podemos
tener un cuadro o imagen perfecta, pero carece de vida; la vida podrá ser
modelada de acuerdo a lo divino, hasta donde sea posible; podrá ser una
excelente copia, pero carece del principio crístico interno. El germen ha estado
allí, pero aletargado: Entonces es sustentado y traído a la vida, y así se logra
la primera iniciación.
Mientras el hombre recorre el sendero de probación, se le enseña principalmente
a conocerse a sí mismo, a cerciorarse de sus debilidades y a corregirlas. Al
principio aprende a trabajar como auxiliar invisible, manteniéndose generalmente
durante varias vidas en este tipo de trabajo. Más tarde, y a medida que
progresa, se le da un trabajo más selecto, se le enseña los rudimentos de la
Sabiduría Divina y entra en los últimos grados del Aula del Aprendizaje. Es
conocido por un Maestro y está bajo el cuidado, para su enseñanza definitiva, de
uno de los discípulos de ese Maestro, o de un iniciado si posee grandes
aptitudes.
Los iniciados de primero y segundo grado instruyen a los discípulos aceptados y
a quienes están en probación, realizándolo en todo el mundo entre las diez de la
noche y las cinco de la mañana, lográndose así la completa continuidad de la
enseñanza. Se reúnen en el Aula del Aprendizaje, y el método es parecido al de
las grandes Universidades, clases a ciertas horas, trabajo experimental,
exámenes, y un gradual ascenso y progreso a medida que se aprueban los exámenes.
Cierto número de egos en el sendero de probación están en un sector análogo al
de las escuelas de enseñanza secundaria y otros han ingresado en la Universidad.
La graduación se obtiene cuando se recibe la iniciación y el iniciado entra en
el Aula de la Sabiduría.
Los egos avanzados y los de tendencia espiritual, que no están en el sendero de
probación, reciben instrucciones de los discípulos y, para bien de ellos, a
veces los iniciados dictan clases muy extensas. Su trabajo es más rudimentario,
aunque oculto desde el punto de vista mundano, y aprenden a ser auxiliares
invisibles, pero son supervisados. Éstos por lo general son extraídos de entre
los egos avanzados. Quienes están en el sendero de probación, los más avanzados
y los que están cerca de la iniciación, colaboran a menudo en lo que podría
denominarse trabajo departamental, y forman un grupo de auxiliares para los
Miembros de la Jerarquía.
Métodos de Enseñanza.
Tres departamentos de instrucción tienen a su cargo tres sectores del desarrollo
del hombre.
Primero: Se le da instrucción, tendiente a disciplinar su vida, formar el
carácter y desarrollar el microcosmos en líneas cósmicas. Se le enseña al hombre
el significado de sí mismo; llega a conocerse como una compleja y completa
unidad, una réplica en miniatura del mundo externo. Al conocer las leyes de su
propio ser, llega a comprender al yo y a conocer las leyes fundamentales del
sistema.
Segundo: Se le da instrucción referente al macrocosmos y se le amplía su acervo
intelectual sobre la actuación del cosmos. Se le imparte información sobre los
reinos de la naturaleza, enseñándosele las leyes de esos reinos y explicándosele
la actuación de estas leyes en todos los reinos y planos. Adquiere un profundo
caudal de conocimiento general, y cuando alcanza su propia periferia, es
recibido por quienes lo conducirán al conocimiento enciclopédico. Cuando ha
alcanzado la meta, quizás no conoce todo lo que debe saber de los tres mundos,
pero tiene a su disposición el medio para saber cuáles son las fuentes del
conocimiento y las reservas de la información. Un Maestro puede en todo momento
obtener información sobre cualquier tema, sin la más mínima dificultad.
Tercero: Se le da instrucción sobre lo que podría denominarse síntesis. La
información sólo es posible a medida que la intuición se coordina. En realidad
es la comprensión oculta de la ley de gravedad o atracción (ley básica del
segundo sistema solar), con todos sus corolarios. El discípulo aprende el
significado de la cohesión oculta y el de la unidad interna, que mantiene al
sistema como una unidad homogénea. Generalmente se le da la mayor parte de esta
instrucción después de la tercera iniciación, aunque ya se ha comenzado al
principio del entrenamiento.
Maestros y Discípulos.
Los discípulos y egos avanzados que están en el sendero de probación reciben
instrucciones en esta particular época, por dos razones principales:
1. Para probar su aptitud en el trabajo especial del futuro; este trabajo es
sólo conocido por los Guías de la raza. Se pone a prueba su capacidad para vivir
en comunidad, con miras a seleccionar a quienes son apropiados para ingresar en
la colonia de la sexta subraza. Se los prueba en distintos aspectos del trabajo,
muchos de ellos ahora incomprensibles para nosotros, y a medida que pase el
tiempo se convertirán en métodos comunes de desarrollo. Los maestros también
ponen a prueba a aquellos cuya intuición ha llegado a una etapa de desarrollo
que indica el comienzo de la coordinación del vehículo búdico o, con más
exactitud, cuando han alcanzado la etapa en que pueden ser percibidas, en el
aura del ego, las moléculas del séptimo subplano del plano búdico. Cuando esto
ocurre los Maestros pueden continuar confiadamente Su trabajo de instrucción,
porque saben que algunos de los hechos impartidos serán comprendidos.
2. Actualmente se está instruyendo a un grupo especial de individuos que han
encarnado en este período crítico de la historia del mundo. Lo han hecho todos
al mismo tiempo y en todo el mundo, para llevar a cabo el trabajo de vincular
los dos planos, el físico y el astral, por medio del etérico.
La frase antedicha merece una seria consideración, porque abarca el trabajo que
vinieron a realizar ciertos individuos de la nueva generación. Para vincular los
dos planos se requieren personas que estén polarizadas en sus cuerpos mentales
(o si no, bien desarrolladas y equilibradas), por lo tanto pueden trabajar sin
peligro e inteligentemente en este tipo de tarea. Esto, ante todo, requiere
personas en cuyos vehículos haya cierta proporción de materia del subplano
atómico, de modo que pueda efectuarse la comunicación directa entre lo superior
y lo inferior, por medio de la sección transversal atómica del cuerpo causal. No
resulta fácil explicar esto con claridad, pero un estudio del diagrama que
aparece en el libro Estudio sobre la Conciencia de Annie Besant, puede ser de
utilidad para aclarar algunos puntos difíciles.
Al reflexionar sobre el asunto de los Maestros y Sus discípulos, debemos.
reconocer dos cosas: Primero, que en la Jerarquía nada se pierde cuando no se
acepta la Ley de Economía. Todo consumo de fuerza por parte de un Maestro o
Instructor, está sujeto a una sabia previsión y discernimiento. Así como no nos
valemos de profesores universitarios para enseñar a los principiantes, tampoco
los Maestros trabajan individualmente con los hombres si no han llegado a cierta
etapa de evolución ni están preparados para aprovechar la instrucción.
Segundo, debe recordarse que cada uno de nosotros es reconocido por el brillo de
su luz. Éste es un hecho oculto. Cuanto más sutil es la materia de nuestros
cuerpos, más brillará la luz interna. La luz es vibración, y por la intensidad
de la vibración se mide la aptitud de cada uno. De allí que nada pueda impedir
el progreso del hombre, siempre que trate de purificar sus vehículos. A medida
que continúa el proceso de refinamiento, la luz interna brillará con claridad
cada vez mayor, hasta que cuando predomine la materia atómica grande será la
gloria del hombre interno. En consecuencia, todos somos graduados de acuerdo a
la intensidad de la luz, al grado de vibración, a la pureza del tono y a la
claridad del color. Por lo tanto, de nuestra graduación depende quien será
nuestro Instructor. El secreto reside en la similitud de vibración. Se dice con
frecuencia, que cuando la demanda es suficientemente fuerte, el Instructor
aparece. Cuando construimos con la debida vibración y nos ponemos a tono con la
clave correcta, nada puede impedir que descubramos al Maestro.
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Los grupos de egos se forman de acuerdo a:
1. su rayo,
2. su subrayo,
3. su grado de vibración.
Además son agrupados para su clasificación,
1. en egos, de acuerdo al rayo egoico,
2. en personalidades, de acuerdo al subrayo que rige la personalidad.
Todos están graduados y clasificados. Los Maestros tienen Sus archivos, donde,
mediante un sistema de clasificación incomprensible para nosotros por su
magnitud y necesaria complicación, se guardan las fichas que están al cuidado
del Chohan de cada rayo, pues cada rayo posee su propia colección. Estas fichas
divididas por secciones (se refieren a egos encarnados, desencarnados y
perfeccionados) están a su vez bajo el cuidado de guardianes subalternos. Los
Señores Lipikas, con sus numerosos grupos de auxiliares, las utilizan con más
frecuencia. Muchos egos desencarnados que esperan encarnar, o que recién han
dejado la tierra, sacrifican su tiempo en el cielo para ayudar en este trabajo.
Dichos archivos se encuentran, en su mayoría, en los niveles inferiores del
plano mental y en los superiores del astral, porque allí pueden ser mejor
utilizados y más fácilmente accesibles.
Los iniciados reciben directamente instrucciones de los Maestros o de algunos de
los grandes devas o ángeles. Estas enseñanzas se imparten generalmente por la
noche, en clases poco numerosas o, si la ocasión lo justifica, individualmente
en el estudio particular del Maestro. Lo antedicho se aplica a los iniciados
encarnados o a quienes están en los planos internos. Si están en los niveles
causales reciben instrucción, en cualquier momento que se considere aconsejable,
directamente del Maestro al ego.
A los discípulos encarnados se los instruye en grupos, en el ashrama del
Maestro, o en clases, durante la noche. Aparte de estas reuniones regulares, y
con el objeto de recibir enseñanza directa por un motivo especial, el Maestro
puede llamar a Su estudio a un discípulo para una entrevista privada, o cuando
quiere ver a un discípulo para alentarlo, prevenirlo o decidir si su iniciación
es conveniente. La mayor parte de la tutela de un discípulo está en manos de
algún iniciado o discípulo avanzado, que vigila a su hermano menor y es
responsable, ante el Maestro, de su progreso, informándolo regularmente. El
karma es, en gran parte, el árbitro de esta relación.
Precisamente, en la actualidad, y debido a la gran necesidad mundial, se emplea
un método ligeramente diferente. Algunos Maestros que hasta ahora no admitían
discípulos, instruyen intensamente a algunos de ellos. El trabajo de los
Maestros que aceptan discípulos es tan grande, que fueron delegados a otros Sus
estudiantes más prometedores, reuniéndolos en pequeños grupos durante un breve
período. Se está realizando el experimento de intensificar la enseñanza y
someter a los discípulos, no a los iniciados, a la frecuente y fuerte vibración
de un Maestro. Hay un riesgo en ello, pero si el experimento da buenos
resultados, contribuirá a ayudar enormemente a la raza.
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