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CONTENIDO Y ESTRUCTURA DEL EGO
La mente egótica está completamente condicionada por el pasado. Su
condicionamiento es doble y consta de contenido y estructura.
Para el niño que llora amargamente porque ya no tiene su juguete, éste
representa el contenido. Es intercambiable con cualquier otro contenido, otro
juguete u objeto. El contenido con el cual nos identificamos está condicionado
por el entorno, la crianza y la cultura que nos rodea. El hecho de que sea un
niño rico o pobre, o que el juguete sea un trozo de madera en forma de animal o
un aparato electrónico sofisticado no tiene importancia en lo que se refiere al
sufrimiento provocado por su pérdida. La razón por la que se produce ese
sufrimiento agudo está oculta en la palabra "mío" y es estructural. La
compulsión inconsciente de promover nuestra identidad a través de la asociación
con un objeto es parte integral de la estructura misma de la mente egotista.
Una de las estructuras mentales básicas a través de la cual entra en existencia
el ego es la identificación. El vocablo "identificación" viene del latín "ídem"
que significa "igual" y "facere" que significa "hacer". Así, cuando nos
identificamos con algo, lo "hacemos igual". ¿Igual a qué? Igual al yo. Dotamos a
ese algo de un sentido de ser, de tal manera que se convierte en parte de
nuestra "identidad". En uno de los niveles más básicos de identificación están
las cosas: el juguete se convierte después en el automóvil, la casa, la ropa,
etcétera. Tratamos de hallarnos en las cosas pero nunca lo logramos del todo y
terminamos perdiéndonos en ellas. Ese es el destino del ego.
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