UREMIA
Presencia, en la sangre, de una gran
cantidad de urea y de otras substancias tóxicas que los riñones no pueden
eliminar, ya por momentánea y transitoria insuficiencia, ya por verdaderas y
profundas lesiones renales.
Alcachofa
(Cynara Scolymus L.), Las hojas (y no las brácteas comestibles). Decocción 6 %,
hervir 10 minutos. Dos o tres tacitas al día.
Cebolla
(Allium Cepa L.). El bulbo. Macerar 400 g de bulbo bien triturado en 1000 g. de
vino blanco seco durante 6 días; filtrarlo luego, exprimiendo, a través de un
paño y añadir 100 g de miel. Se toman 2 vasos al día.
Espino
cerval o Cervispina (Rliamnus Cathartictis L.). Los frutos. Tomar,
diariamente, 15-30 g de jugo de los frutos.
Fresno
(Fraxintis Excelsior L.). Las hojas. Infusión 5 %, reposar 25 minutos. Tres
tazas al día.
Hemiaria
o Hierba del mal de piedra (Hemiaria Glabra L.). La planta entera florida.
Infusión 4 %, reposar 20 minutos. Tres tacitas al día. comtraindicaciones: en
las inflamaciones renales y en las calculosis biliares.
Polígono
anfibio (Polygonum Amphibium L.). El rizoma. Decocción 3 %, hervir 8 minutos.
Dos tazas al día.
Puerro
(Allium Porrum L.). El bulbo. Comer en abundancia el bulbo, ya como sopa, ya
crudo.
Tomate
(Solanum Lycopersicum L.). Los frutos maduros. Tomar, diariamente, 150-200
gramos de jugo fresco de tomate.
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