TRASTORNO DEL SUEÑO EN LACTANTES. REMEDIOS NATURALES CON PLANTAS MEDICINALES
Muchos
trastornos infantiles son leves y autolimitados, aunque pueden manifestarse
síntomas importantes con fiebre súbita y muy elevada. El tratamiento casero
suele ser suficiente, aunque es importante consultar a su médico urgentemente
cuando los síntomas sean agudos o aumente su gravedad. Las plantas nos proveen
de remedios suaves, que pueden utilizarse con toda seguridad incluso en los
lactantes
Los
lactantes que no duermen rápidamente provocan tensiones e irritabilidad en el
resto de la familia a la hora de dormir. Asegúrese de que no hace demasiado
calor en la habitación, que el lactante está cómodo, se siente seguro y no tiene
ni hambre ni sed. Hágale muchos mimos.
Ver
también
Trastornos del sueño
infantil
BAÑO DE
MANZANILLA
La
manzanilla es una de las mejores plantas medicinales para los lactantes; es
sedante, produce un efecto calmante sobre el sistema digestivo y es ideal para
reducir la excitación que puede contribuir al insomnio.
INGREDIENTES
2 gotas
de aceite de manzanilla (Matricaria recutita)
1 gota de
aceite de lavanda (Lavandula angustifolia)
CÓMO
UTILIZAR LA MIXTURA
Añada los
aceites al baño y agite bien el agua antes de bañar al niño.
Tratamientos adicionales
• Un
ligero masaje puede ayudar a calmar a los niños pequeños (acaricie repetidamente
los antebrazos del niño, mejor que realizar un masaje corporal). Utilice una
gota de aceite de manzanilla disuelta en 20 ml de aceite de almendras dulces.
•
Prescinda de la cafeína si está amamantando. Si el niño ya come alimentos
sólidos evite los alimentos con colorantes y aditivos artificiales, y asegúrese
de que se realiza una ingesta correcta de vitaminas y minerales.
• Por la
noche, administre 25-50 ml de una infusión elaborada con 10 g de flores secas de
manzanilla, nébeda, betónica o melisa en 500 ml de agua.
POSOLOGÍA
PARA LACTANTES Y NIÑOS
Todas las
dosis indicadas aquí son adecuadas para lactantes y niños. Si aplica a los niños
los remedios de otras secciones de este espacio acuérdese de reducir las dosis
de acuerdo con su edad. Para los niños menores de 2 años utilice una quinta
parte de la dosis del adulto, aumentándola gradualmente hasta alcanzar un cuarto
de la dosis del adulto a los 3 o 4 años (dependiendo del tamaño del niño), un
tercio a los 6 o 7 años, la mitad a los 8 o 9 años, y así progresivamente hasta
alcanzar la dosis completa en la pubertad.
PRECAUCIONES
Algunos
remedios puede tener un sabor amargo y por ello hay que endulzarlos con zumo de
frutas o miel. A los niños menores de un año déles sólo miel pasteurizada o miel
que haya sido hervida durante 5 minutos.
(*) Para
la elaboración de los remedios (infusiones, tinturas, jarabes, etc.) visita
Preparación de
remedios
|