PELIGROS DURANTE LA
VIVENCIA DEL ALMA EN LOS MUNDOS SUPRASENSIBLES
No debiéramos realmente
hablar de peligros durante la vivencia del alma en los mundos
suprasensibles, si esta vivencia se hace en la forma debida. El método no
conduciría a su meta si entre las instrucciones psíquicas dadas hubiera de
aquellas que crean peligros para el discípulo. La meta está más bien en
hacer el alma fuerte, concentrar sus fuerzas, de manera que el ser humano
sea capaz de soportar las experiencias de su alma, que necesita pasar cuando
quiere ver y comprender otros mundos, además del físico. Además, una
diferencia esencial entre el mundo físico y el mundo suprasensible es que la
visión, percepción y comprensión están relacionadas unas con otras en una
forma completamente distinta en los dos mundos. Cuando oímos hablar de
alguna parte del mundo físico, tenemos cierto derecho a sentir que
lograremos arribar a una comprensión completa de él observándolo y
percibiéndolo. No creemos haber comprendido un paisaje o un cuadro hasta que
lo hemos visto. Pero los mundos suprasensibles pueden ser comprendidos
completamente si con mente abierta aceptamos una descripción correcta de
ellos.
Con objeto de comprender
y de experimentar todas las fuerzas necesarias para el fortalecimiento y
completamiento de la vida que pertenece a los mundos espirituales, sólo
necesitamos las descripciones de aquellos que pueden verlas. El conocimiento
real acerca de esos mundos, directamente, sólo puede lograrse por aquellos que
pueden hacer investigaciones fuera del cuerpo físico. Las descripciones de los
mundos espirituales sólo pueden darlas los videntes. Pero el conocimiento de
estos mundos que sea necesario para la vida del alma puede obtenerse mediante
sólo la comprensión. Y es perfectamente posible no ser capaz de contemplar los
mundos suprasensibles uno mismo y sin embargo comprenderlos con todas sus
peculiaridades, con una comprensión que el alma en ciertas circunstancias tiene
perfecto derecho a pedir y que en realidad debe pedir.
Por lo tanto es también
posible de que eligiéramos nuestros elementos de meditación de la suma de
conceptos que ya hemos adquirido concerniente a los mundos espirituales. Estos
medios de meditación son absolutamente los mejores y los que nos conducirán con
más seguridad a la meta.
Aunque esta noción pueda
parecer muy natural, sin embargo no sería correcto creer que el conocimiento de
los mundos superiores obtenido mediante la comprensión antes de llegar a la
visión suprasensible, pueda ser un obstáculo para el desarrollo de esa visión.
Al contrario, es más fácil y seguro tratar de conseguir la clarividencia con
algunos conocimientos preliminares, que sin ellos. Bien sea que nos quedemos con
el entendimiento solamente o que tratemos de obtener la clarividencia, esto
dependerá de que se despierte o no un intenso deseo íntimo de lograr el
conocimiento directo. Si existe tal deseo, no podemos dejar de buscar toda
oportunidad de comenzar una experiencia personal en los mundos suprasensibles.
El deseo de comprender
los mundos superiores se difundirá más y más entre los seres humanos de nuestros
días. Porque una observación atenta de la evolución humana muestra que desde
ahora en adelante, las almas humanas están entrando en un estadio de desarrollo
en el que no podrán encontrar su verdadera relación con la vida si les falta
esta comprensión de los mundos suprasensibles. |