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Esquema del Árbol de
la Vida
Esquema de los
círculos de la manifestación del alma
Esquema del Árbol
místico
SEGUNDA SEFIRÁ:
JOJMÁ, SABIDURÍA
Biná es una esfera
pasiva, estática, hasta cierto punto cerrada (Ley). Entiende las cosas pero
no sabe cómo cambiarlas. Para ello se necesita a Jojmá, el padre cósmico, de
donde dimana la idea-semilla que continuamente está fecundando a la
Creación, aunque siendo trascendente respecto de ella. De esta sefirá,
Jojmá, procede todo cambio creativo, innovador, no porque contradiga a la
Ley -al fin y al cabo ésta no es sino su formulación- sino porque conoce
hasta sus más mínimos resortes ya que, ¿quién puede reparar un mecanismo
complejo mejor que el propio ingeniero que lo ha diseñado?
Jojmá es, entonces, una
esfera de energía pura, totalmente incondicionada, sin ninguna traza de
diferenciación. Pero no hay que concebir la energía como un torrente de
fuerza ciega y desatada. Todo lo contrario. La energía de hecho es inmóvil,
aunque es manifestada por el movimiento de la forma. La luz es la fuerza, la
vasija es la forma; los fotones de luz que, en el plano físico, se mueven a
300.000 kilómetros por segundo, no son la luz en sí; son su vehículo de
manifestación. Jojmá es la Luz; Biná la vasija (1).
Jojmá es el dinamismo
puro de todas las posibilidades que son discernidas en Biná. Es la gran
batería de la manifestación: el polo positivo que proyecta la Energía, la
cual al organizarse en Biná da lugar a la Forma.
Jojmá es llamada
Pensamiento. Como tal es la polaridad activa o positiva del conocimiento
divino: el pensamiento ideal de la Creación, el arquetipo supremo de la
existencia, en el que todas las cosas se hallan fundidas como en una
omnisciencia u omniconciencia luminosa y transparente, participando como
ideas vivientes de la propia esencia divina, en un eterno ahora de plenitud
y éxtasis. Y siendo nada -porque la Jojmá permanece externa al universo
manifestado, como la conciencia lo es respecto de su contenido, sin ser
absorbida por él -lo es todo, ya que todo se ha hecho según su diseño, como
está escrito respecto de la Creación (Prov. 8:30): "Yo (la Sabiduría) estaba
allí, como arquitecto, y era todos los días su delicia, jugando en su
presencia en todo tiempo".
Jojmá representa, pues,
el punto donde "algo" empieza a partir de "nada"; el paso de la Nada al Ser,
la Nada, que es un aspecto de Kéter, la primera sefirá, la Existencia. Por
eso Jojmá es llamada Reshit, Principio. Y la Creación empieza con Reshit o
por Reshit. Como está escrito en el primer versículo del Génesis: "En el
principio (BeReshit66) creó Elohim".
En su lectura directa,
Elohim, que es el Nombre de Dios representativo de Biná, es el sujeto del
verbo crear. Pero la interpretación esotérica tradicional (Zohar) lo
considera como el objeto directo, siendo Reshit el medio y permaneciendo el
verdadero sujeto, el Ain, Kéter, que conecta directamente con el En Sof (el
Infinito), oculto e incognoscible. "Por (Con) el Principio creó a Elohim".
Es decir, mediante la Sabiduría. Porque la Sabiduría es ese punto
adimensional primordial o principio cuyo despliegue, extensión o proyección,
da lugar a la línea. Este despliegue puede entenderse como una corriente de
energía pura o movimiento abstracto que fluye sin fin, ya que no hay nada
para frenarlo. Sin embargo es desviado o curvado ligeramente (3), porque
siempre está sometido a un empujón hacia atrás (resistencia) (4) que
representa el deseo de retorno a la plenitud de la inmanifestación original.
Así, toda línea es curva: acaba cerrándose e interaccionando consigo misma,
lo que da lugar a la Creación. Es así como el punto se desarrolla en un
recinto cerrado o Palacio (Elohim), la Fuerza deviene en Forma, que no es
sino fuerza organizada.
Pero Jojmá está más allá de toda forma, diferencia o distinción. Por eso a
veces recibe el nombre de Temor; no en el sentido de miedo, sino en el de
asombro, pasmo y anonadamiento. Como dice el cabalista español Yosef
Guikatila (1248-1323): "Cuando los pensamientos llegan a este lugar alto y
profundo, uno tiene motivos para temer, no sea que éstos resulten
confundidos y se desboquen, meditando más allá de toda medida... Jojmá es un
lugar de temor, porque no tiene medida ni límite, y entonces la mente no
tiene el poder de abarcarlo. Lo cual está aludido en el versículo: "Él dice
al hombre: he aquí que el temor del Señor es Sabiduría, y alejarse del mal,
"Entendimiento" (Job 28:28)".
Penetrar en la Sabiduría
con el intelecto -o cualquier estado de mente dualista y discriminatoria- es
imposible. Pero si Dios le concede a uno el poder de entrar en este lugar -
previa la aniquilación de sí mismo y de todo resto de conciencia personal
(anonadamiento)- entonces el temor, se transforma en el espejo de la Verdad
Divina, la presencia clara y diáfana de la omniconciencia, un estado
homogéneo en el que todos los universos se funden como en un gran todo
luminoso y transparente. Se entiende entonces que la conciencia activa, y en
última instancia el pensamiento, es el estado de movimiento de esa Luz, de
la que todo procede en última instancia.
Sin embargo, la Sabiduría es el don de Dios dado al hombre: "¿No clama la
Sabiduría y la Prudencia (5) da su voz? En la cima de las alturas, junto al
camino, en el cruce de las sendas se sitúa; a mano de las puertas, a la boca
de la ciudad, en la entrada de las puertas grita: A vosotros, hombres,
clamo, y mi voz a los hijos de Adam." (Prov. 8: l-4) "Dichoso el hombre que
me escucha, velando a mis puertas de día en día, aguardando en las jambas de
mi entrada. Porque el que me halla, halla la Vida y obtiene el Favor
(Ratsón: Deseo, Voluntad) de YHVH."(Prov. 8:34-35). (6)
El estado o existencia primordial, en el que no hay sujeto, ni objeto, ni
conocimiento, es pura dicha y beatitud es llamado también el Edén místico,
el Edén superior, de donde brotaba el río del agua de la vida para regar el
huerto en el que fue puesto el Hombre. Y la raíz AD (Ayin Dalet), de donde
deriva la palabra Edén, indica placer o deleite, pero también eternidad y
testimonio (un estado de conciencia de certeza: la evidencia de ser testigo,
de haber estado allí). Como dice el libro de la Sabiduría de Ben Sirah (7)
"Ella es una irradiación de la Luz Eterna, espejo terso de la Energía de
Dios e imagen de su Bondad (Deseo de Dar ) (8). Y siendo una, todo lo
puede; permaneciendo en sí todo lo renueva; y trasladándose en cada
generación a las almas santas, prepara a amigos de Dios y profetas; pues
nada ama Dios más que al que habita con Sabiduría".
(1) En su estado
primordial, no creado. La vasija en su estado último, completado, es Maljut,
la décima sefirá.
(2) La B inicial
corresponde a las preposiciones castellanas en, por, con.
(3) Estamos habando en
términos simbólicos. El estado que estamos tratando de representarnos es
previo al espacio como tal.
(4) En términos
metafísicos, una fuerza contraria no contrarresta ni anula a la fuerza
directa. Más bien se ejerce en "ángulo recto" con lo que se genera una
dialéctica de acción y reacción mutuas.
(5) Prudencia, otro
nombre de la esfera de Biná.
(6) Ambos versículos están llenos de simbolismo cabalístico.
(7) Se trata de un libro
considerado como apócrifo dentro del canon hebreo, por no haberse conservado
ningún manuscrito en esa lengua, sino sólo en griego.
(8) La Sabiduría (B, Bet) es la Bendición (Berajá) que
brotando de Jojmá desciende a Jésed como Luz de Misericordia.
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