NO NOS
DEJEMOS MANIPULAR POR EL ENTORNO
De nuevo
se trata de crecer en salud, no de hundirnos en la enfermedad.
Desafortunadamente, no nos han enseñado desde pequeños a defendernos contra la
manipulación; sin embargo, muchas veces, a lo largo de nuestra vida, nos
encontraremos con situaciones y personas manipuladoras.
En
algunas ocasiones la manipulación vendrá de nuestro entorno, del medio laboral,
personal, social o afectivo; en cualquiera de los casos, nuestra finalidad será
mostrarnos como personas asertivas; es decir, como personas que creen en sí
mismas, que saben defender sus principios, que argumentan sus propuestas y no se
dejan arrastrar o confundir por la presión que ejerzan determinadas personas o
situaciones de su entorno.
Cuando
afectivamente estamos muy «enganchados», podemos ser más vulnerables a la
manipulación de nuestros afectos. Aquí tendremos que tener especial cuidado,
pues en función del amor o de esas relaciones afectivas, hay gente desaprensiva
que abusa de nuestro cariño y nos hunde en nuestras emociones.
No
podemos conceder a nadie el poder de decidir por nosotros; la manipulación es la
usurpación de nuestros derechos más básicos. Los llamados manipuladores del amor
son profesionales del engaño, que nos roban nuestra voluntad y nos hacen
prisioneros de nuestros sentimientos.
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