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ALINEAMIENTO DEL YO SUPERIOR, EGO O ALMA CON LA PERSONALIDAD
En el alineamiento de los tres vehículos o cuerpos físico, emocional y mental
inferior, dentro de la periferia causal, y su estabilización allí, mediante un
esfuerzo de la voluntad, comienza el verdadero trabajo que el Ego o Yo superior
puede realizar en cualquier encarnación. Los grandes pensadores de la raza, los
verdaderos exponentes de la mente inferior son, fundamentalmente, aquellos cuyos
tres cuerpos inferiores están alineados, es decir, que el cuerpo mental mantiene
a los otros dos en un alineamiento circunspecto. El cuerpo mental está entonces
en comunicación directa con el cerebro físico, libre de obstrucciones e
interferencias.
Cuando el alineamiento es cuadruple y los tres cuerpos mencionados se hallan
alineados con el cuerpo del Yo superior -el cuerpo causal o egoico- y mantenidos
firmemente dentro de su circunferencia, entonces puede verse actuando a los
grandes dirigentes de la raza -aquellos que emocional e intelectualmente llevan
tras de sí a la humanidad-, los escritores inspirados y soñadores pueden
concretar sus inspiraciones y sueños y los pensadores abstractos y sintéticos
trasmitir sus conceptos al mundo de la forma; ello se debe a que se ha
establecido un canal directo. Por lo tanto, estudien cuanto puedan, a este
respecto, y practiquen la coordinación física, luego agreguen a ésta la
estabilidad emocional, y así los dos vehículos funcionarán como uno. Al extender
la coordinación al cuerpo mental, el triple hombre inferior alcanza su
apoteosis, pasando por la mayor parte de las transformaciones en el mundo de la
forma.
Más adelante se obtiene la perfecta coordinación con el Yo superior, canal
directo de comunicación -o conducto sin impedimento, si así puedo expresarlo-
con la conciencia del cerebro físico. Hasta ahora había sido directo sólo en muy
raras ocasiones. En el hombre cuya personalidad está altamente coordinada, los
cuatro centros cerebrales inferiores funcionan con elevada vibración. Cuando el
Yo Superior está próximo a alinearse con los cuerpos inferiores, la glándula
pineal y el cuerpo pituitario están en proceso de desarrollo, y cuando funcionan
en forma correlativa (lo cual ocurre en la tercera iniciación), entonces el
tercer centro, o centro alta mayor, intensifica su vibración, hasta entonces
moderada. Al recibir la quinta iniciación la interacción entre los tres centros
se perfecciona, el alineamiento de los cuerpos se rectifica geométricamente;
tenemos así el perfecto quintuple superhombre.
En el hombre común, este alineamiento se produce únicamente a intervalos -en
momentos de tensión, cuando los esfuerzos humanitarios son necesarios y en
momentos de intensa aspiración. Antes de que el Yo Superior sea
constantemente consciente de la personalidad o yo inferior, debe haber alcanzado
la abstracción, en mayor o menor grado. Cuando esa abstracción involucra las
emociones, está basada en la mente y hace contacto con el cerebro físico,
entonces comienza el alineamiento.
De allí la práctica de la meditación, pues tiende a la abstracción y a despertar
las emociones y la mente para adquirir conciencia abstracta.
Alineamiento y vibración.
Recuerdese que todo es cuestión de materia y vibración, en su mayor parte. Los
niveles abstractos del plano mental están formados por tres niveles superiores,
denominándose al primero, tercer subplano. Como ya he explicado, cada subplano
está correlacionado con los planos superiores correspondientes. Por lo tanto,
una vez que ha introducido en sus cuerpos -físico, emocional y mental- materia
del tercer subplano de cada plano, el Yo superior empieza a actuar en forma más
consciente y continua por medio de la personalidad alineada. Quizás pudiéramos
invertir la idea y decir que sólo cuando los vehículos contienen cierta
proporción (proporción que constituye un secreto de la iniciación) de materia
del tercer subplano, la personalidad puede, como un todo consciente, reconocer y
obedecer al Yo superior. Obtenida esta proporción, entonces se ha de agregar
materia de los dos subplanos superiores a los planos físico y emocional. He aquí
la lucha del aspirante para purificar y disciplinar el cuerpo físico y subyugar
el emocional. Purificación y subyugación describen el trabajo a realizar en los
dos planos. Exige el empleo de la mente inferior para que los tres vehículos
inferiores lleguen a alinearse.
Entonces podrán empezar a sentirse las vibraciones de los niveles abstractos. Es
necesario recordar que esas vibraciones llegan por conducto del cuerpo causal
-el vehículo del Yo superior-, y el cuerpo causal del hombre común se encuentra
en el tercer subplano del plano mental. A este detalle no se lo tiene
suficientemente en cuenta. Reflexionen sobre ello. El verdadero pensamiento
abstracto sólo es posible cuando la personalidad, en reciproca vibración con el
Ego, se ha alineado suficientemente como para formar un canal casi libre de
obstrucciones. Luego, a intervalos, raros al principio pero más frecuentes
después, comenzarán a infiltrarse ideas abstractas, que irán seguidas, a su
debido tiempo, de destellos de verdadera iluminación o intuición, provenientes
de la Tríada espiritual, o del verdadero triple Ego.
El
acorde del Ego.
¿Qué quiero significar con el término "vibración recíproca"? Quiero decir la
adaptación de la Personalidad o yo inferior al Ego o Yo Superior; la
preponderancia del rayo del Yo Superior sobre el rayo de la personalidad y la
combinación de sus tonos. Significa la mezcla de los colores primarios del Yo
Superior con los matices secundarios del yo inferior, hasta obtener la belleza.
Al principio tenemos disonancia y desarmonía, el choque de los colores y la
lucha entre lo superior y lo inferior. Pero a medida que transcurre el tiempo,
con la ayuda del Maestro, se logra la armonía del color y tono (pues son
sinónimos), hasta que finalmente se obtiene la nota fundamental de la materia,
la tercera mayor de la personalidad alineada y la quinta dominante del Yo
Superior, seguida por el pleno acorde de la Mónada o Espíritu.
Durante el discipulado buscamos la dominante del Yo Superior; pero antes debe
vibrar la tercera perfecta de la personalidad. Durante varias encarnaciones
hacemos vibrar los cambios en los tonos intermedios, y a veces nuestras vidas
vibran a un tono mayor o menor; pero siempre tienden a adquirir mayor
flexibilidad y belleza. A su debido tiempo cada nota se ajusta a su acorde, el
del espíritu; cada acorde forma parte de una frase, frase o grupo al cual
corresponde el acorde, y la frase completa la séptima parte del todo. Las siete
partes completan entonces la sonata de nuestro sistema solar -parte de la triple
obra maestra del Logos o Dios, el Maestro Músico.
Alineamiento micro y macrocósmico.
Ahora me ocuparé nuevamente de lo referente al alineamiento egoico para
demostrar, de acuerdo a la Ley de Correspondencia o Analogía, su aplicación
universal. Está basado en la geometría o en cifras y números.
La meta de la evolución del hombre en los tres mundos -los planos físico,
emocional y mental- Consiste en alinear su triple personalidad con el Yo
Superiorc o uerpo egoico, hasta llegar a obtener la línea recta y el hombre
convertirse en el Uno. Cada vida que vive la personalidad es representada, al
término de la misma, por una figura geométrica, utilizando algunas líneas del
cubo y su expresión en un tipo de forma. Las formas de las vidas primitivas son
intrincadas, burdas y de contornos indefinidos; las formas construidas por el
hombre medianamente evolucionado, de la actual generación, son de contornos
definidos y precisos. Pero cuando entra en el sendero del discipulado, la meta
consiste en fusionar todas las líneas en una sola, lo cual se realiza
gradualmente. Maestro es aquel que ha fusionado las líneas del quintuple
desenvolvimiento, primero en tres y después en una. La estrella de seis puntas
se trasforma en la estrella de cinco puntas; el cubo se trasforma en el
triángulo y el triángulo en el Uno; mientras que el Uno (al fin del gran ciclo)
se convierte en el punto dentro del círculo de manifestación.
De allí el esfuerzo para enseñar a todos los aspirantes la simplicidad, basada
en una trinidad de verdades fundamentales, e inculcar la centralización.
Cada vida tiende a adquirir una mayor estabilidad, pero rara vez se encuentra la
triple personalidad alineada (sí así puedo decirlo) con la conciencia causal, el
Yo Superior. Esto ocurre momentáneamente (en caso de elevada aspiración y para
fines altruistas) en que lo superior y lo inferior forman una línea recta.
Comúnmente, el cuerpo emocional, debido a la violenta vibración y emoción o a
alguna inquietud fluctuante, está constantemente fuera de alineamiento. Cuando
el cuerpo emocional está momentáneamente alineado, el mental actúa como una
obstrucción, impidiendo que la influencia de lo superior descienda a lo
inferior, a fin de llegar al cerebro físico. Son necesarias muchas vidas de
paciente esfuerzo antes de poder aquietar el cuerpo emocional y construir un
cuerpo mental que actúe como filtro y no como impedimento. Después de haber
obtenido esto hasta cierto punto, cuando el cuerpo emocional se ha estabilizado
y llega a ser un reflector puro y cuando el cuerpo mental actúa como placa
sensible, capaz de discernir y explicar inteligentemente la verdad superior, aún
entonces son necesarias gran disciplina y muchas vidas de esfuerzo para poder
alinearse ambos al mismo tiempo. Una vez conseguido esto, debe adquirirse el
control del cerebro físico y su alineamiento final, a fin de que actúe como
receptor directo y transmisor de la enseñanza impartida y que refleje fielmente
la conciencia superior.
Por lo tanto ¿dónde se halla, la correspondencia macrocósmica? ¿Dónde está la
analogía en el sistema solar? Daré una indicación.
El alineamiento Logoico divino se produce cuando existe el alineamiento directo
y recíproco con ciertos planetas y con el Sol y durante el proceso de evolución
del sistema. Reflexionen sobre esto; pero quiero hacer una advertencia. No
traten de formular hipótesis sobre el alineamiento, basándolas en los planetas
físicos. La verdad no reside allí. Únicamente tres de los planetas físicos (y
los tres en materia etérica) entran en el alineamiento final que señala la
adquisición por parte del Logos, de una conciencia logoica cósmica, que
constituye Su meta. De esos tres planetas, la Tierra no es uno de ellos, pero
Venus ocupa el lugar correspondiente al átomo emocional permanente.
El alineamiento puede aún extenderse más allá: en el alineamiento de nuestro
sistema solar con el sistema de Sirio subyace una meta aún más remota; es un
acontecimiento muy distante, pero encierra el secreto del ciclo mayor.
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