Síndrome de tensión
premenstrual
Periódicamente, hay mujeres que se sienten raras y molestas, se encuentran
incómodas físicamente, hinchadas, con dolor de mamas y fuertes jaquecas. Esto se
acompaña a veces de tristeza, irritabilidad, agresividad y hasta trastornos de
conducta más importantes. Ellas se extrañan y los que viven a su lado también;
no existe una explicación para estos cambios. Lo que ocurre es que sufren el
llamado Síndrome de Tensión Premenstrual.
El
Síndrome de Tensión Premenstrual (STP) consiste en un conjunto de síntomas
orgánicos y psicológicos que aparecen antes de la menstruación, entre siete y
diez días antes y que desaparecen a las veinticuatro-cuarenta y ocho horas de
iniciarse. Los síntomas son:
— Dolor,
que comprende tensión muscular, dolor de cabeza, migraña, calambres, dolor de
riñones, y dolor y malestar general que provoca cansancio.
— Cambios
en la capacidad de concentración con confusión, mala memoria y falta de
concentración.
— Otras
alteraciones de los ritmos biológicos normales, como insomnio, bajo rendimiento
en el trabajo y menor eficacia.
—
Reacciones del sistema nervioso autónomo en forma de mareos, sudores fríos,
náuseas, vómitos, sofocos y desmayos.
—
Retención de líquido, que se manifiesta con hinchazón de abdomen, hinchazón de
mamas con dolor, edema en los tobillos, manos doloridas y aumento de peso.
— Cambios
de humor con ansiedad, irritabilidad, tensión y llanto fácil.
El
síndrome puede ser completo o presentar sólo algunos de sus síntomas. En cuanto
a los trastornos de orden psicológico, pueden aparecer exclusivamente en este
período premenstrual, pero si la mujer padece algún tipo de enfermedad
psiquiátrica es muy frecuente que ésta se agrave o se reactive durante este
período.
El número
de mujeres que lo sufren varía según las estadísticas, prácticamente casi todas
afirman que entre un 40 y un 50 por 100 de las mujeres en edad fértil han
presentado este cuadro en algún momento de su vida y hasta un 92 por 100 ha
sufrido alguno de los síntomas. Con estas cifras descubrimos la importancia del
STP pero aunque molesto muy pocas veces es grave e incapacitante.
Su origen
se sitúa sobre todo alrededor de causas biológicas, sobre todo los trastornos
hormonales por descenso de progesterona o desequilibrio entre estrógenos y
progesterona. El estrés, la edad (el STP aumenta por encima de los treinta
años), la carencia de vitamina B o las alteraciones de la prolactina podría
tener también un papel desencadenante.
El
tratamiento es doble, por un lado consiste en disminuir la sintomatología y por
otro, en actuar sobre el posible agente desencadenante. Se han ensayado pautas
con progesterona, hormonas tiroideas, diuréticos (que al aumentar la eliminación
de orina disminuyen la retención de líquido) y vitaminas combinadas con dieta
equilibrada y deporte regular. Para controlar los trastornos psicológicos son
muy eficaces las técnicas de relajación y, en casos ya graves, se emplean
tranquilizantes y antidepresivos.