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Ser Malhablado.
(Ecolalia, Cacolalia o Coprolalia)
¿Qué hace que algunas personas sean malhabladas y se expresen en términos
soeces, abierta y notoriamente?
La mayoría de las personas mencionan eventualmente groserías entre amigos o
en familia, sobre todo en momentos en los cuales está presente alguna
emoción como el miedo, la rabia o la alegría. Sin embargo, lo normal es que
no se digan palabrotas en la escuela, en el trabajo, frente a personas que
se respeten, como los padres, maestros, niños, o en público, entre otras
situaciones. Por ello, tenemos que preguntarnos ¿Qué hace que algunas
personas sean malhabladas y se expresen en términos soeces, abierta y
notoriamente? Pues, depende de los individuos que las profieren y de las
distintas circunstancias en que se dan.
Quienes sufren Ecolalia repiten constantemente una misma palabra o frase. En
la Cacolalia o Coprolalia el sujeto presenta una tendencia patológica a
pronunciar obscenidades.
Los delincuentes y pandilleros, generalmente hablan con desvergüenza,
insolencia y con una descarada ostentación de sus vicios y lenguaje
indecente. Proceden de esta forma para hacer notar que son malos, perversos
e infundir miedo en sus víctimas a efecto de perpetrar sus crímenes.
Otros maldicientes son los maltratadotes y abusadores de sus hijos o
parejas, quienes intentan someter a sus cónyuges o niños, amedrentándolos,
también, con palabras desbocadas y ofensivas.
En algunas perversiones sexuales o parafilias algunas personas sienten
placer sexual al hablar durante el coito haciendo uso de palabras groseras.
En el caso de la Coprofemia el sujeto siente excitación sexual al usar la
mala lengua y un lenguaje sucio en público. Quienes padecen estas conductas
pueden requerir tratamiento terapéutico.
El lenguaje soez no se acepta socialmente y las naciones han legislado para
evitar esta jerga. Todos los países del mundo han instituido normas para que
no se permita vulgaridades en los institutos educativos. Asimismo, no se
admite en los medios de comunicación el uso de groserías, salvo en horarios
solo para adultos, normalmente muy tarde en las noches. En estas horas,
algunos comediantes usan las palabrotas para hacer más impactante el contar
algún chiste o anécdota.
Usualmente, el insulto vil e impúdico por parte de un maldiciente, a
terceras personas, es penado por las leyes cuando se hace en público con la
intención de difamar, calumniar, injuriar, ofender o deshonrar.
Hablar con groserías puede ser aceptado en la vida cotidiana de acuerdo al
entorno cultural de una comunidad, entre seres queridos, miembros de una
familia o de un grupo de amigos. Incluso, en la sociedad, en momentos de
sorpresa o de estrés, pero nunca puede ser la norma sino la excepción a la
regla. |
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