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El día de
San Valentín
Muchos dirán que el 14 de febrero es una invención mas del comercio para
promover el consumismo, y tendrán una parte de razón, sin embargo, creo que
es deber nuestro, el dar a este día su verdadero valor y significado, para
que por lo menos una vez al año, hagamos un alto en nuestras vidas y
meditemos en el amor, no solo de pareja, sino en el amor universal, en aquel
que debería regir nuestra vida, para que así ella fuese todo lo bella que
debiera ser.
Amor, una sola palabra y un mundo tras ella.
Pero, ¿qué es el amor...? es esa fuerza divina que nos contacta con lo mejor
de nosotros mismos, el amor es generoso, da sin pedir nada, comprende y
empatiza con el ser amado, se entrega sin temores a la pérdida, no se aferra
porque conoce el desapego, el amor es sincero, desconoce la manipulación y
el chantaje emocional, es incondicional porque acepta al ser amado tal cual
es y no cómo a uno le gustaría que fuese, el amor verdadero tiene algo de
clarividente porque se adelanta a los deseos del ser amado, es siempre igual
y a la vez siempre es diferente, sabe perdonar y ayuda con cautela para no
invalidar al ser amado, es caminar al lado, pero sin hacer sentir nuestro
paso, es mantener la armonía cuando hay discordia, es saber demostrar lo que
sentimos y ser capaces de decir ¡te quiero! sin miedo al rechazo.
Pero nada de esto es posible de practicar si primero no hemos aprendido a
amarnos a nosotros mismos, a aceptarnos tal cual somos, reconociendo
nuestras carencias pero también conscientes de nuestras posibilidades.
Algunas personas no tienen o no quieren fomentar la capacidad de entregar
amor verdadero. Olvidan que el amor es parte inseparable de lo mortal,
porque es el alma misma. El amor es vital para vivir en paz con uno mismo.
Somos parte de la energía del universo y necesitamos amor para convivir con
esa totalidad. Si hacemos la vida más grata a nuestros semejantes, estaremos
contribuyendo a que la nuestra también lo sea.
Muchas veces se confunde el amor y el apego. Olvidando que solo es posible
amar si desciframos la esencia del amor, con total desapego de lo material.
Es posible este encuentro amoroso, cuando hemos sembrado benevolencia,
alegría y paz.
Celebremos pues con júbilo el día del amor, puede ser el comienzo de un
período nuevo, que nos abra el corazón para que entre a raudales el amor y
seamos capaces de escuchar y vivir un mensaje de tranquilidad y sentimiento
puro.
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