¿QUÉ PUEDE PREDISPONER A UN TRASTORNO ALIMENTARIO?
A
esta pregunta no tenemos una única respuesta, ya que han de darse una
combinación de factores para que dicho trastorno pueda aparecer.
Factores sociales
• El
culto tan desmesurado que se tiene en nuestra sociedad a la delgadez.
• La
imparable influencia de los cánones de belleza asociados a aquella.
• El
éxito en todos los campos de la sociedad y la felicidad que se obtiene si se
está delgado.
•
Haber sufrido durante la infancia y la adolescencia algún trato vejatorio
sobre el aspecto físico (la burla no tuvo por qué ser cruel, incluso pudo
hacerse con fines cariñosos por parte del que la expresaba, «gordi»; pero el
que la recibía no la entendió así).
• La
discriminación y en ocasiones el rechazo social a la persona obesa.
Factores familiares
•
Familias extremadamente protectoras. Esa hiperprotección impide que los
hijos aprendan a discriminar las sensaciones nuevas que van apareciendo, ya
que antes de que las sientan, han sido cubiertas por los padres.
•
Familias extremadamente tolerantes. Esa tolerancia ha propiciado una
autonomía de las necesidades básicas del hijo antes de tiempo.
•
Familias emocionalmente distantes o extremadamente rígidas. No permiten
exteriorizar las emociones, porque sería una señal de debilidad y se vería
como una agresión a dicha unidad familiar, poniéndola en tela de juicio.
•
Familias extremadamente preocupadas por la apariencia externa. Dan mucha
importancia al control de peso, llegando a relacionarlo con el éxito en
todos los campos de la vida. Probablemente abunden en ellas los miembros que
se someten a dietas.
Factores personales
•
Personas con temperamento extremadamente esquivo o extremadamente impulsivo.
•
Personas que son muy perfeccionistas, lo que les conduce a razonamientos del
todo/nada en su vida cotidiana (no se permiten metas asequibles, moderadas,
flexibles, etcétera).
•
Personas con infravaloración personal respecto al resto de la gente que les
rodea, lo que hace que comiencen a controlar el campo de la alimentación,
«al menos para esto valgo», cuando lo que en realidad están buscando es un
continuo reconocimiento y aceptación de los demás.
•
Personas incapaces de afrontar las distintas situaciones que se les van
presentando en su vida o que responden a dichas situaciones de forma muy
fluctuante (hoy están muy positivas y pueden con todo, y mañana se hunden
ante el mínimo obstáculo).
•
Personas con un estado de ánimo en continuo cambio (tan pronto son los
angelitos y la alegría de la casa, como pasan a ser el mismo demonio), que
hace que se creen fama de malas y que hasta ellas mismas tengan un concepto
negativo de su persona.
Factores genéticos y biológicos
Los
profesionales que trabajamos con este tipo de pacientes defendernos la
existencia de una predisposición genética en estas patologías. Cuando el
paciente decide hacer cualquier tipo de restricción de alimentos tanto en
cantidad como en calidad, está desestructurando los mecanismos biológicos de
su propio organismo (trastorna la sensación de hambre/saciedad).
El
antecedente más importante que explica el desarrollo de esta patología es
haber tomado la firme decisión de hacer dieta y la restricción de cierto
número de alimentos con el propósito de influir en la apariencia y sentirse
bien.
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