Los datos disponibles sobre la adicción a las drogas muestran también una proporción entre hombres y mujeres en torno a 5:1. No obstante, estas estadísticas se refieren a la adicción a drogas ilegales, como morfina y heroína. Los datos muestran también que gran cantidad de mujeres es dependiente de drogas legales para cuya venta es imprescindible la receta, como tranquilizantes y píldoras de adelgazamiento. Parece que los médicos están predispuestos a recetar drogas como solución a los problemas femeninos. Por ejemplo, a las mujeres depresivas se les recetan más drogas y más fuertes que a los hombres aquejados de los mismos síntomas. En otro estudio, las mujeres representaban el 58% de los usuarios frecuentes de tranquilizantes fuertes; el 70% de los consumidores de tranquilizantes normales, y el 66% de los que utilizan sedantes. Un estudio sobre las recetas reiteradas de drogas puso de manifiesto que, entre las personas que recibieron diez o más recetas en un año, había más mujeres (5%) que hombres (3,3%). Por tanto, la dependencia de las drogas legales, con receta, o la adicción a las mismas constituye un grave problema para algunas mujeres y, una vez más, parece que los papeles asignados a los géneros tienen que ver con ello.