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EL NIVEL DE SER
¿Quiénes somos?, ¿de donde venimos?, ¿para donde vamos?, ¿para qué
vivimos?, ¿por qué vivimos?...
El pobre rebaño
humano está formado por "Animales Intelectuales". De una manera equivocada
se les llama hombres, pero sólo son fragmentos de hombre, caricaturas de
éste. Están aún muy lejos de ejercer la consciencia, la sensibilidad y el
amor superiores que les permita ser considerados verdaderos seres humanos.
El rebaño no sólo no sabe, sino además ni siquiera sabe que no sabe... Lo
peor de todo es la situación tan difícil y tan extraña en que nos
encontramos, ignoramos la razón de todas nuestras tragedias y, sin embargo,
estamos convencidos de que lo sabemos todo...
El ser humano actual piensa de si mismo lo mejor, cree que puede
desenvolverse maravillosamente en la vida mediante la enseñanza que recibe
en sus escuelas y mediante el prestigio de ser un buen "ciudadano".
Desgraciadamente, después de tantos estudios y buenos modales, títulos y
dinero, bien sabemos que cualquier dolor de estómago nos entristece y que en
el fondo continuamos siendo infelices y miserables...
Basta leer la Historia Universal para saber que somos los mismos bárbaros de
antaño y que en vez de mejorar nos hemos vuelto peores... Este siglo XXI con
toda su espectacularidad, guerras, terrorismo, degeneración, drogas,
crueldad exorbitante, perversidad extrema y monstruosidad, es el espejo en
que debemos mirarnos. No existe ninguna razón de peso que nos indique que
hayamos llegado a una etapa superior de desarrollo. Es absurdo pensar que el
paso del tiempo significa evolución, desgraciadamente la humanidad continúa
embotellada en el Dogma de la Evolución.
En todas las páginas
negras de la "negra historia" de la humanidad encontramos siempre las mismas
horrorosas crueldades, ambiciones, guerras, etc. Sin embargo, estamos
todavía convencidos de que eso de la Guerra,del terrorismo o de la
explotación son cosas secundarias, accidentes que no tienen nada que ver con
la civilización moderna.
Verdaderamente, lo que importa es el modo de ser de cada persona. La
sociedad es la suma de las personas, y lo que es la persona -cómo es su
relación con las otras personas, con los animales, con las cosas- así es la
sociedad. La sociedad es una continuidad de la persona. Por ello no es
posible la transformación de las sociedades, de los pueblos, si los seres
humnos, si cada persona, no se transforma.
Nadie puede negar que existen distintos niveles sociales; hay gentes de
iglesia y de prostíbulo; de comercio y de campo etc. De la misma manera
también existen distintos Niveles del Ser. Y lo que internamente somos,
espléndidos o mezquinos, generosos o tacaños, violentos o apacibles, castos
o lujuriosos, atrae las diversas circunstancias de la vida.
Un lujurioso atraerá siempre escenas, dramas y hasta tragedias de lascivia
en las que se verá metido. Un borracho atraerá a borrachos, y se verá metido
siempre en bares y cantinas, eso es obvio. Todos atraemos a nuestra vida las
circunstancias que se corresponden a nuestro nivel de ser. El usurero, el
egoísta, el perezoso, el envidioso... ¡Cuántos problemas y desgracias nos
atraemos por nuestra propia ignorancia!
Sin embargo, hay muchas personas que ya se han cansado de sufrir, y desean
cambiar, pasar la página de su historia interminable. Pero, pobres gentes,
quieren cambiar y no saben cómo; no conocen el procedimiento; y se
encuentran metidas metidas en un callejón sin salida.
Lo que les sucedió ayer les sucede hoy y les sucederá mañana; repiten
siempre los mismos errores y no aprenden las lecciones de la vida ni a
golpes. Todas las cosas se repiten en su propia vida; dicen las mismas
cosas, hacen las mismas cosas, lamentan las mismas cosas. Esta repetición
aburridora de dramas, comedias y tragedias, continuará mientras carguemos en
nuestro interior los elementos indeseables de la ira, codicia, lujuria,
envidia, orgullo, pereza, gula, etc.
¿Cuál es nuestro nivel moral?, o mejor aún: ¿cuál es nuestro Nivel del Ser?
Mientras el Nivel del Ser no cambie radicalmente, continuará la repetición
de todas nuestras miserias, escenas, desgracias e infortunios. Todas las
cosas, todas las circunstancias, que se suceden fuera de nosotros, en el
escenario de este mundo, son exclusivamente el reflejo de lo que
interiormente llevamos. Lo exterior siempre es el reflejo de lo interior.
Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las
circunstancias, la vida, cambian también.
Ser pobres jamás puede ser delito, lo negativo no está en eso, sino en el
Nivel de Ser. Muchos individuos componen grupos en los que diariamente se
pelean entre sí, se emborrachan, se insultan mutuamente, se convierten en
asesinos de sus propios compañeros de infortunio, viven en inmundas chozas
dentro de las cuales en vez de amor reina el odio.
Si cualquier sujeto de esos eliminara de su interior el odio, la ira, la
lujuria, la embriaguez, la maledicencia, la crueldad, el egoísmo, la
calumnia, la envidia, el amor propio, el orgullo, etc., le gustaría
relacionarse con otras personas, se asociaría por la sencilla Ley de
Afinidades Psicológicas con personas más refinadas, más espirituales; esas
nuevas relaciones serían definitivas para que se realizara en su vida un
cambio económico y social.
ésta es la única
forma en que se le permitiría a un sujeto así abandonar la cloaca en la que
vive. Así pues, si realmente queremos un cambio radical, lo que primero
debemos comprender es que cada uno de nosotros, sea cual sea nuestra
situación -ya sea blanco o negro, ignorante o ilustrado, etc.-, se encuentra
en un determinado Nivel del Ser.
¿Cuál es tu Nivel de
Ser? ¿Has reflexionado alguna vez sobre esto? No sería posible pasar a otro
nivel si ignoramos cómo somos y el estado en que nos encontramos. |
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