|
PROBLEMAS GRAVES CON
LA MADRE DE MI MARIDO
- Hola Maca...
- Hola Carola, disculpa la demora pero me topé con un inmenso taco en La
Alameda...
Carola y Maca son dos amigas que se reunieron como suelen hacerlo cada
jueves a disfrutar de un Happy Hour en un concurrido pub.
- ¿Cómo han estado las cosas?
- Todo bien -señala Carola- si no fuera por los tremendos dolores de cabeza
que me da la mamá de Rodrigo.
- ¿Problemas con tu suegra?
- ¿Problemas?... ¡No se la doy como suegra ni a mi peor enemiga!!!.
La noche transcurre, y lo que Maca imaginó como una entretenida velada para
hablar de hombres y banalidades, se convierte en un incesante monólogo de
Carola respecto a lo mal que se lleva con su suegra.
La situación descrita es ficticia, pero puede representar a decenas de
mujeres cuya vida matrimonial no sólo está interferida por los problemas
propios de la pareja sino también por las dificultades que una nuera puede
tener con la madre de su marido.
Si bien, en la mayoría de los casos esta relación se mueve dentro de los
límites de la “normalidad”, lo cierto es que existen mujeres que de verdad
tienen problemas con su suegra, los que de no ser resueltos se pueden
convertir en una verdadera dificultad para su vida matrimonial.
“Sentí Celos de Su Madre”
Es lo que ocurrió con Josefa (28) durante los primeros meses de matrimonio.
Un problema que quizás sumó dificultades: su esposo era hijo único y su
madre estaba hacía mucho tiempo sola. Este hecho a su juicio complicó los
tiempos una vez que la pareja inició su vida conjunta. Reconoce, ahora, que
se excedió compitiendo por cariño y no tiene problemas en admitir que éstos
estuvieron movidos únicamente por los celos.
“A mi me daba mucha lata que los fines de semana, el único tiempo que
teníamos para compartir los dos, él se fuera de shopping con su mamá. Sentía
que ella lo hacía a propósito para que Marco no estuviera conmigo. El
problema era atroz, porque como yo estaba en una incesante lucha con ella,
tampoco proponía el salir o juntarnos los tres. Era algo así como estás con
ella o conmigo”.
En pocas palabras el modo de reaccionar que tuvo Josefa fue el peor de
todos. Porque cuando la mujer le pide a su marido que elija entre su mamá o
ella, tiene que entender que está en un tremendo error. Todo empieza mal,
porque simplemente no lo puede hacer.
En este sentido, un alto número de los problemas que se dan en la relación
suegra - nuera, encuentran su base justamente en los celos, ya sea de uno u
otro lado. Las mujeres tenemos que asumir que la lealtad entre el hijo
(esposo) y su madre (suegra) es inquebrantable, por lo tanto, no se pueden
poner a competir los cariños, simplemente porque son distintos. Ponerse
celosa de la relación que el marido tiene con su madre y ponerla en el mismo
nivel que la relación de pareja que ellos tienen, es un grave error.
Los problemas entre Josefa, su suegra y su esposo continuaron por un largo
periodo hasta que tuvieron una discusión muy cruel. “Esa fue una gran
alerta, porque la relación se estaba deteriorando enormemente, peleábamos
mucho, casi no nos hablábamos, estábamos mal. Fue cuando mi madre me dijo
que estaba un poco enferma y que si seguía así lo único que conseguiría
sería perderlo. Ahí reaccioné”.
“Las Ganas de Estar con los Nietos”
Una situación difícil. Sin embargo, las causas que podrían originar
problemas entre una nuera y una suegra no se detienen allí. Los problemas no
siempre se manifiestan desde el primer momento, sino que por el contrario
pueden venir con el tiempo. De hecho un gran número de los conflictos se
producen cuando nacen los hijos.
De este modo se produce un gran cambio en estas nuevas relaciones y los
abuelos, o más específicamente, las abuelas, pueden hacer comentarios que
van desde qué nombre ponerle al bebé hasta cómo criarlo, y esos comentarios
pueden ser considerados como intromisiones por la nuera.
No obstante, podemos ser moderadamente optimistas. Hay dos formas de ver las
cosas y, es que la nuera sienta que con los hijos su suegra se mete más o
sentir que ella puede ser una gran ayuda, una situación que las mujeres
agradecen mucho. Es decir, aquellas mujeres que tienen una relación cercana,
afectuosa con la suegra es porque la suegra la ayuda con los niños, o sea,
los saca a pasear, los llama, los cuida, los entretiene y ésa ayuda es muy
valorada por las nueras.
Sin embargo, un importante número de conflictos o de quejas que señalan las
nueras, dicen justamente relación con todo lo contrario. A las nueras les
molesta que las suegras no se entrometan tanto, porque lo sienten como falta
de cariño. Las nueras se quejan de que no las llaman, no se preocupan o no
las ayudan en la crianza de los hijos, etc”.
Un fenómeno que en la actualidad se está repitiendo cada vez más, debido a
los tiempos que corren y que en parte se debe también, a que las suegras
modernas de hoy no quieren cargar con el estigma de la “vieja metida” que
antes se les atribuía. Entonces, las nueras toman esa distancia y en
ocasiones, la toman casi como indiferencia, aunque ciertamente no sea ese el
propósito.
Otra de las variantes que se reconocen en esta relación tiene que ver con
los cambios propios que se han experimentado, porque difícilmente las
abuelas de ahora se parecen a las de antes. Ahora trabajan, toman cursos,
tienen una activa vida social, su labor ahora no es sólo cuidar a sus
nietos.
Una relación conflictiva que se puede entender, en parte, por cómo somos las
mujeres. En general, nosotras tendemos a vivenciar las relaciones mucho más
intensas que los hombres, hay una diferencia de género. Porque la relación
que tiene la mujer con su propia madre es mucho más estrecha y cercana.
Los problemas se suscitan también porque la nuera, en ocasiones, empieza a
pedirle a su suegra que se comporte o actúe tal como lo haría su propia
madre, cuando no lo puede pedir porque con ella no tiene la relación
biológica y psicológica que ha cultivado por años con su mamá. Cuando la
nuera empieza a pedir que su suegra actúe tal cual lo hace su madre,
necesariamente se pega una tremenda frustración, porque la suegra no lo
puede hacer.
La Solución está en conversar
Pero, cuando el panorama es tan devastador como los ya expuestos, al hombre
-hijo y esposo- la cabe una gran responsabilidad, porque lo importante es
que él converse con su madre y le exponga los puntos y actitudes que a su
mujer le incomodan. Por cierto, con el respeto y cariño que merece su madre.
Esto no es optar por uno u otro lado, sino simplemente establecer los
límites y hacer un pequeño rayado de cancha.
Porque, cuando los maridos no hacen nada y están como el jamón del sandwich,
por amorosos, porque no quieren quedar mal ni con su mamá ni con su señora,
lo único que hacen es generar celos, conflicto y rabia en sus mujeres.
Si bien es cierto que las dificultades están presentes en todo tipo de
relación y que las personas optan por tolerar ciertos hechos en pro de una
relación más sana, la verdad es que hay que identificar cuando estos
conflictos pasan de ser inconvenientes y se transforman en algo
verdaderamente más serio.
Al respecto, cuando las mujeres están todo el tiempo pasándolo mal por lo
que hizo o no hizo su suegra, por lo que dijo o no dijo, y la mujer se
empieza a cargar negativamente y su relación de pareja se empieza a dañar,
entonces hay un problema que necesita ser resuelto. Lo óptimo es que éste se
resuelva en conjunto y que entre todos vean el modo de lograr una
convivencia más sana y fuerte. |
|