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Memoria y aprendizaje
verbal.
A pesar de que existe un claro incremento del número de personas con
demencia por cada década de edad avanzada, los cambios en la memoria
asociados al envejecimiento normal son claramente menos severos y, por lo
general, afectan más a la velocidad con que se aprende que a la posibilidad
de hacerlo.
La memoria en funcionamiento sufre un declive típico con la edad. La memoria
de trabajo es un recurso de capacidad limitada mediante el cual la
información es procesada antes de su registro en la memoria a largo plazo.
Esta limitación puede influir en el ritmo y el esfuerzo realizado para
aprender información nueva, pudiendo afectar también a la comprensión
verbal. Estos conocimientos sugieren disminuir el ritmo y usar una sintaxis
más simple. Sin embargo, a pesar de que las personas mayores puedan
necesitar más tiempo y práctica que los jóvenes y generalmente resulte
beneficiosa la utilización de claves adicionales, las personas mayores
motivadas pueden aprender y recordar adecuadamente las técnicas y los
programas conductuales.
Las diferencias entre adultos jóvenes y mayores con capacidades cognitivas
preservadas no son tan grandes cuando el material que debe recordarse posee
sentido y relevancia para la persona mayor y cuando ésta se encuentra
motivada para aprender. Los adultos mayores que llevan a cabo su propio
programa conductual de cambio y que se encuentran motivados hacia la terapia
son capaces de aprender y poner en práctica un entrenamiento didáctico,
programas conductuales y tareas asignadas para casa tan bien como adultos de
menos edad cuando disfrutan del tiempo y el entrenamiento adecuados. Por
supuesto, el aprendizaje verbalmente mediado estará limitado con personas
con demencia, pudiendo llegar a ser imposible cuando las habilidades del
lenguaje desaparecen en los últimos estadios de las demencias progresivas. |
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