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LESBIANISMO: LAS
CAUSAS Y EL ORIGEN
Tras haber procurado
comprender el carácter de la evolución lésbica por medio de los enfoques
experiencial y teórico, debemos someter a prueba esas ideas, comparándolas
con los datos de que disponemos sobre las historias y orígenes familiares
de las lesbianas, para ver qué factores parecen predisponer a una mujer
para escoger a otra mujer como compañera sexual y amorosa.
Ha
habido numerosas especulaciones en torno a los factores que causan el
lesbianismo. Resumidos son: el miedo a crecer y a asumir las
responsabilidades adultas; el temor al dominio y a la destrucción; miedo
al rechazo; miedo al sexo opuesto; temor a la castración y al pene; deseo
de conquistar y poseer a la madre; dependencia neurótica; trauma
heterosexual (incluida la violación); seducción en la adolescencia por una
mujer mayor; tener la primera experiencia sexual con alguien del mismo
sexo, encontrándola agradable; conducta masculina en la primera infancia;
ausencia prolongada de la madre; masturbación con la consecuencia de una
fijación clitoridiana; factores sociales (como tabúes heterosexuales y
grupos unisexuales, exclusivamente femeninos), y factores físicos
(anormalidades genéticas, constitucionales y endocrinas).
Con respecto a la última posibilidad, la de los factores físicos, la
investigación no ha podido encontrar ninguna diferencia anatómica ni
genética entre las lesbianas y los grupos de control de mujeres
heterosexuales. Aunque ha habido numerosos intentos de documentar
diferencias hormonales entre varones homosexuales y heterosexuales (y esos
intentos han resultado, por regla general, fallidos o no replicables),
sólo conocemos dos tentativas de documentar esas diferencias entre mujeres
lesbianas y heterosexuales. Apareció en un estudio algún indicio de
desequilibrio hormonal entre las lesbianas, cuyo nivel de testosterona era
más elevado y el de estrógenos más bajo que los correspondientes a un
grupo de control de mujeres heterosexuales. No obstante, hasta que se
repliquen, estos resultados hay que tomarlos con precaución. Dadas las
investigaciones con las que contamos, sería peligroso concluir que el
lesbianismo es una simple consecuencia de determinantes biológicos.
Siendo categóricos, el estado actual de las investigaciones no permite
conocer cuáles son las causas de que se desarrolle el lesbianismo ni la
heterosexualidad. En un importante estudio de la evolución de la
orientación sexual se informaba de los resultados de las entrevistas
mantenidas con 979 homosexuales y con 477 heterosexuales de ambos sexos
que vivían en el área de San Francisco. Las preguntas utilizadas en las
entrevistas abarcaban muy diversos temas, entre los que se encontraban los
relativos a la vida en el hogar cuando los entrevistados eran pequeños y
las experiencias sexuales anteriores, y estaban diseñadas para someter a
prueba algunas de las teorías propuestas para explicar el desarrollo de la
homosexualidad. Los resultados obtenidos no proporcionaron pruebas a favor
de ninguna de las siguientes explicaciones:
1) La perspectiva psicoanalítica consiste en que la homosexualidad se
deriva de una experiencia familiar precoz trastornada, bien a causa de
madres dominantes o de padres débiles o despreocupados. Entre homosexuales
y heterosexuales no había diferencias, o eran muy pequeñas, con respecto a
las experiencias familiares.
2) La postura de la teoría del aprendizaje sostiene que la homosexualidad
se deriva del condicionamiento, bien en experiencias heterosexuales
precoces desagradables o en experiencias homosexuales precoces
placenteras. La probabilidad de que los homosexuales hubieran tenido
experiencias negativas, como la violación o haber sido castigados por los
padres por mantener juegos heterosexuales precoces con niños del sexo
opuesto, no era mayor que la de los heterosexuales, como tampoco era más
probable que hubieran sido seducidos por una persona mayor.
Este mismo estudio ha sido muy citado en la prensa por su conclusión de
que la homosexualidad está determinada por la biología. Sin embargo, si
leemos el estudio con una visión crítica, descubrimos que los
investigadores no recabaron datos biológicos, como la medida de los
niveles hormonales. Especularon sobre causas biológicas por la simple
razón de que las explicaciones ambientales al uso no superaron la prueba
de los datos. Por tanto, la mejor conclusión es que sigue sin conocerse la
causa de la homosexualidad.
Quizá, el fracaso de la investigación para descubrir una única "causa"
consistente del lesbianismo se deba a la inexistencia de una única causa,
del mismo modo que no existe una única "personalidad lesbiana". La
variabilidad entre las mujeres lesbianas es grande y las hay de todos los
tamaños, formas y tipos de personalidad, igual que entre las
heterosexuales. "Lesbiana" no es una categoría homogénea, aunque nos haya
inducido a creerlo la semejanza superficial de que todas las lesbianas
prefieren como amantes a las mujeres. Como la categoría no es homogénea,
no podemos suponer que exista una única causa. En este espacio nos hemos
referido al "lesbianismo", utilizando una única denominación, sin perder
de vista que alude a una colectividad de conductas, experiencias y
procesos evolutivos. En efecto, hay quien ha recomendado que dejemos de
utilizar el término homosexualidad, sustituyéndolo por el de
homosexualidades, reconociendo con mayor propiedad la diversidad y
heterogeneidad de la categoría.
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