INSEGURIDAD EN LAS RELACIONES SEXUALES. COMPLEJO DE INFERIORIDAD SEXUAL
Hay
personas que no se atreven a mantener relaciones sexuales con otras por un
exagerado temor a defraudarlas en ese terreno, bien porque creen que no van a
saber comportarse durante la relación tal como los demás esperan de ellos, o
bien porque mantienen sentimientos de inferioridad respecto de alguna parte
anatómica de su cuerpo, generalmente respecto de los órganos sexuales.
Entre los
hombres es frecuente que se establezcan sentimientos de inferioridad por la
creencia, que muchas veces carece de fundamento objetivo, de que se poseen unos
genitales exageradamente pequeños o mal configurados. Se cree que la pareja
advertirá este defecto, con lo que será objeto de burla. En otras ocasiones se
asocia esta idea a la de que unos genitales pequeños disminuyen la potencia
sexual o la capacidad de producir satisfacción sexual en la mujer, lo que
tampoco tiene justificación real, no obstante lo cual, estas personas prefieren
evitar las relaciones sexuales y librarse de este modo de una situación
angustiosa. En otros casos el problema se refiere a trastornos como la
eyaculación precoz o una cierta dificultad para conseguir, obtener, o mantener
la erección, lo que ha dado lugar a problemas en relaciones sexuales previas
que, en mayor o menor medida han traumatizado a estas personas, creándoles un
sentimiento de inferioridad en este terreno. También la presencia de defectos
físicos en otras zonas del cuerpo que se viven con una cierta dosis de
vergüenza, o temores relacionados con el olor corporal, etc., pueden crear
sentimientos de inferioridad que generan una gran inseguridad dentro del marco
de la sexualidad.
Entre las
mujeres, las causas más frecuentes de sentimientos de inferioridad directamente
relacionados con la sexualidad suelen guardar relación con defectos físicos que
consideran antiestéticos (la presencia de vello, cicatrices, verrugas, etc.), o
bien con la inexperiencia sexual que les hace pensar que no sabrán comportarse
adecuadamente durante la relación. Otras veces, es la frigidez la que a largo
plazo favorece la aparición de este tipo de sentimientos.
La
inseguridad manifiesta durante las relaciones sexuales está en la mayoría de los
casos relacionada con sentimientos de inferioridad referidos al ámbito de la
sexualidad, que en muchas ocasiones se ven ampliados a otros terrenos de la vida
afectiva. Son situaciones relativamente frecuentes en personas con trastornos de
tipo neurótico y pueden deberse a un trauma psíquico directamente vinculado con
la esfera de la sexualidad. El hecho de tener ideas morales o religiosas
contrarias a la práctica de relaciones sexuales con ciertas personas o en
ciertas circunstancias también puede fomentar las situaciones de inseguridad
durante las mismas, al igual que el temor a ser descubiertos, el miedo al
embarazo, al contagio sexual, al infarto de miocardio por sobreesfuerzo físico,
etc.