|
HOMOSEXUALIDAD,
PADRES Y PROFESIONALES SANITARIOS
Rara vez los padres descubren la homosexualidad de un hijo durante la
adolescencia. Asimismo, la identificación de la mujer lesbiana ocurre
habitualmente durante la edad adulta. Esto es debido a que entre los
adolescentes es mayor la homofobia que entre los adultos, y los jóvenes
homosexuales "se cuidan" de no ser detectados. Además, los padres, sabiendo
lo difícil que será la vida del homosexual, tienden a negar tal posibilidad
incluso en los casos en que sea de clara evidencia para todos los que los
rodean.
Con frecuencia, cuando la homosexualidad "se descubre" es dentro del
contexto de un "escándalo" o de una enfermedad (SIDA). Ciertamente, no hay
en la sociedad actual un marco cultural que canalice la situación y quite
hierro a la experiencia, y muchos padres -al menos inicialmente- reaccionan
ante la noticia con dolor, desilusión y preocupación, e incluso en casos
extremos con manifiesta ira y rechazo.
Para intentar poner algo de luz en este terreno ensombrecido por tan
diversas y enfrentadas opiniones, el Comité de Adolescencia de la American
Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría) presentó, en 1983,
cuatro afirmaciones basadas en los conocimientos científicos alcanzados
sobre la homosexualidad durante los años de la adolescencia, que por su
interés transcribimos a continuación:
1. Muchos adolescentes experimentan algún tipo de conducta homosexual.
Dentro de ésta se encuentran los tocamientos corporales, genitales o la
masturbación mutua. En la mayoría de los casos, estos contactos no
predisponen a una homosexualidad posterior obligada, sino que constituyen
una conducta exploratoria común en la evolución hacia el desarrollo
heterosexual convencional.
2. Las características homosexuales se establecen antes de la adolescencia.
Aunque muchos niños no participan en un juego homosexual evidente durante su
infancia, un estado psicológico autoconsciente (de sentirse diferente de los
demás) existe con frecuencia en la época previa a la adolescencia,
3. Algunos adolescentes con orientación heterosexual previa pueden verse
implicados en actividades homosexuales si las circunstancias refuerzan esta
conducta o si las alternativas heterosexuales no están presentes. Este hecho
se conoce con el nombre de homosexualidad facultativa. La mayoría de estos
jóvenes volverán a su condición de heterosexuales cuando cambie la
situación. En este caso se encuentran gran número de adolescentes
encarcelados y, en menor grado, los internados en escuelas de miembros de un
solo sexo y en cuarteles militares.
4. La mayoría de las conductas no deberían señalarse exclusivamente como
viriles o femeninas. Existen más conductas comunes a los adolescentes
varones y mujeres que las que diferencian las conductas entre los dos sexos.
Advierte el Comité de Adolescencia sobre la necesidad de que el profesional
médico realice una minuciosa entrevista, obteniendo información sobre la
orientación y las relaciones sexuales del adolescente. El pediatra debe ser
completamente imparcial al iniciar las preguntas sobre los temas sexuales si
desea que el adolescente comparta sus preocupaciones y experiencias.
La valoración médica adecuada de las consecuencias potenciales de las
prácticas homosexuales o de los temores que pueden suscitar, pasa
necesariamente por la confianza en la relación médico-paciente. Si la
entrevista abarca de forma abierta las cuestiones sobre experiencias,
prácticas e ideas homosexuales, el médico podrá entonces obtener detalles
que le permitan un estudio más profundo del caso, o tal vez la derivación
hacia un especialista. En algunas ocasiones el profesional puede no actuar
con objetividad e imparcialidad sobre los hechos considerados quizá por sus
creencias religiosas o éticas, o por prejuicios personales. En estos casos,
debe expresar al paciente sus puntos de vista, de una manera respetuosa,
comprensible y útil, informándole de su dificultad en visitarle,
ofreciéndole al mismo tiempo la opción de remitirle a otro profesional que
pueda atender mejor su problema.
Recuerda la Academia Americana de Pediatría que las consecuencias sociales
de la inclinación homosexual en un adolescente se manifiestan bajo forma de
dificultades potenciales para su aceptación en el grupo de amigos, rechazo
familiar, hostigamiento escolar e institucional, limitación en las
posibilidades laborales, dificultades legales y aislamiento social. Aunque
las inclinaciones homosexuales no parecen predisponer a la enfermedad
mental, las consecuencias sociales de este tipo de vida en un adolescente
pueden originar, secundariamente, graves problemas emocionales, inclusive
una mayor predisposición a la depresión y al suicidio. Es, pues,
imprescindible evitar el aislamiento de estos jóvenes, combatir su
ostracismo e informar a la familia y a la población en general sobre los
conocimientos actuales acerca de la homosexualidad.
En aquellos adolescentes que presenten una orientación homosexual debe
valorarse cuál es su preferencia actual en el aspecto sexual. La
psicoterapia de apoyo, individualizada o bajo el enfoque sistémico de la
terapia familiar, debe ofrecerse tanto a los adolescentes que deseen
mantener su comportamiento homosexual, pero que sufren de tensiones
psicológicas por su decisión, como a los que opten por seguir una
orientación heterosexual. |
|