Con la excepción del primer empuje de crecimiento del ser
humano, que se extiende desde la segunda mitad de la vida intrauterina hasta
los tres años de edad, la velocidad de crecimiento en estatura disminuye
progresivamente y antes de la pubertad llega a su punto más bajo: en el año
que precede a su inmediato estirón, el niño crece un promedio de 5 cm.
Existen diferencias individuales en cuanto a la magnitud
del brote de crecimiento de la pubertad. En general las niñas crecen,
durante los tres años que dura el estirón, un promedio de 20 cm, en tanto
que los muchachos alcanzan unos 23 cm como término medio. En los dos sexos,
durante el segundo año del estirón, es cuando el incremento es mayor: 9 cm
en el varón y 8 cm en la mujer, quedando una talla final de los varones
adultos, en promedio, unos 12 cm mayor que las mujeres.
En cuanto al peso, el de la niña es al nacer algo
inferior al del varón, lo iguala a los 8 años, se hace más pesada que el
varón a los 9-10 años y permanece así hasta aproximadamente los14 años y
medio. A los 19 años, los varones terminan con un peso promedio de casi 8 kg
más que las mujeres.
Respecto a las proporciones corporales, podemos decir que
hasta los 9 años los niños tienen mayor altura en el segmento superior del
cuerpo (cabeza y tronco), y que a partir de esta edad las niñas los
sobrepasan hasta alrededor de los 13 años y medio, cuando se produce el
estirón más tardío de los niños, los cuales adquieren mayores dimensiones al
terminar como adultos.
Dichas dimensiones se aceleran en un orden determinado.
Así, por ejemplo, el aumento en longitud de las piernas se suele producir
unos 6 a 9 meses antes que el incremento en la longitud del tronco. En
cambio, la anchura de hombros y tórax es la última en alcanzar su pico
máximo. Ocurre que a un muchacho le quedan cortos los pantalones un año
antes de que sienta que la chaqueta le va estrecha... Las niñas presentan un
crecimiento más pronunciado en el ancho de las caderas, mientras que los
varones crecen más en anchura de hombros. Como el crecimiento corporal suele
ser más rápido en la periferia y avanza hacia el tronco, el adolescente
parece convertirse en un ser "todo manos y pies", incluso hay quien lo
compara con una araña... Algunos se quejan de tener demasiado grandes los
pies o las manos, sobre todo las niñas, y es conveniente tranquilizarlos,
asegurándoles que una vez que haya terminado el estirón de las distintas
partes corporales, adquirirán éstas una relación normal.
Ambos sexos denotan un incremento en la masa muscular,
siendo éste más marcado en los varones que en las niñas (no obstante, las
niñas, por experimentar un estirón muscular en la pubertad previo al de los
chicos, pasan por un corto período de tiempo en que poseen mayor musculatura
que los varones, ocurriendo lo mismo que con la estatura). El aumento de
tamaño de los músculos va acompañado de un incremento en la fuerza (mucho
más notable en el varón que en la mujer), debido a cambios bioquímicos en
las células musculares producidos por la hormona sexual masculina
(testosterona). En ambos sexos hay un aumento de la grasa subcutánea,
especialmente en las chicas.
Los huesos se vuelven más gruesos y más anchos, y las
dimensiones y formas de la cara se alteran en mayor grado en los varones que
en las niñas. También el tamaño del corazón de los muchachos aumenta mucho
más que el de las muchachas, lo mismo que los pulmones, contando los varones
con una mayor capacidad respiratoria. Asimismo, el número de glóbulos rojos
(hematíes), así como la cantidad de hemoglobina (sustancia que confiere el
color rojo a los hematíes) aumentan en la pubertad de los muchachos, y este
fenómeno es producido por el estímulo de la testosterona sobre la médula
ósea (fábrica de los hematíes).