Efectos psicológicos de
la mastectomía
El cáncer
de mama es uno de los más frecuentes en la mujer. Para un tratamiento eficaz del
mismo, de modo que se evite el riesgo de que el cáncer no sea totalmente
eliminado, muchas veces, es necesario que el cirujano no se limite a extraer el
tumor, sino que tiene que extirpar toda la mama. A esta intervención quirúrgica
por la que se elimina un pecho completo, se le denomina técnicamente
mastectomía.
El
problema más grave de este tipo de intervenciones quirúrgicas estriba en las
repercusiones psicológicas que puede tener sobre la mujer, y a veces, sobre su
marido. La mujer vive con gran ansiedad la extirpación del pecho, que se suma a
la angustia previa de haber sido diagnosticada de cáncer, con todas las
incertidumbres que esto supone. La pérdida de su imagen corporal se centra
particularmente en las repercusiones estéticas y en la femineidad en sí misma
referida a la atracción sexual. Muchas mujeres piensan que dejarán de ser
atractivas para sus maridos tras la extirpación del pecho, con lo que se añade
una gran inseguridad en el terreno afectivo.
Observando este contexto es fácil comprender que la mastectomía pueda ser un
gran trauma emocional impregnado de desesperanza. Si además tenemos en cuenta
que cualquier intervención quirúrgica (y más si es mutilante) favorece la
aparición de un síndrome depresivo, resulta más que comprensible que tras la
mastectomía muchas mujeres tengan una depresión, a veces, verdaderamente
profunda.
Estas
repercusiones psicológicas se pueden atenuar cuando se toman una serie de
medidas por parte del médico y el marido. La paciente debe comprender que en la
actualidad el cáncer de mama tiene buen pronóstico si se realiza un tratamiento
adecuado, antes de que el cáncer se encuentre en estadios muy avanzados, con lo
que puede disminuir su temor a morir o recaer. La aplicación de una prótesis lo
antes posible también colabora a devolver a estas mujeres la confianza en sí
mismas, tanto más si tenemos en cuenta que actualmente se fabrican prótesis de
gran calidad estética. Algunos especialistas, como Ervin, recomiendan la
instauración de la correspondiente prótesis antes, incluso, de que la enferma
abandone el hospital, ya que ha comprobado cómo de este modo se produce una
recuperación emocional más rápida y satisfactoria. También, en la actualidad,
una vez extirpada la mama puede reconstruirse ésta en la misma operación
También
resulta decisiva la intervención del marido. Estos deben comprometerse a
confirmar reiteradamente a su esposa que la continúan queriendo y que todavía
les resulta atractiva. En este sentido, puede ser una buena demostración que el
marido ayude a la esposa a vestirse y a cuidarse la herida de un modo sincero y
afectuoso, intentando desdramatizar la situación, haciendo ver a su mujer que es
plenamente consciente de lo que ocurre y que lo acepta de un modo natural. La
actitud contraria, es decir, intentar rehuir por completo el problema, como si
se tratase de algo secreto o tabú, que no se quiere abordar por parte de uno o
ambos cónyuges, dificulta posteriormente la relación entre ambos y puede, de
hecho, acentuar el efecto traumático de la mastectomía.