Los diferentes estudios realizados en el campo de la evaluación e intervención en problemas de dolor crónico con personas mayores ponen de manifiesto la importancia de las variables psicológicas en el manejo de la experiencia de dolor y en la prevención y disminución de las consecuencias de discapacitación funcional que éste supone.

Si bien los tratamientos médicos tradicionales resultan efectivos con esta población, el problema bien conocido del policonsumo de medicamentos en este grupo de edad y los consiguientes efectos secundarios de los mismos llevan a la recomendación del uso de estrategias como las derivadas del enfoque cognitivo-conductual. Así, las técnicas cognitivo-conductuales, que incluyen procedimientos para tratar las distintas dimensiones del problema del dolor crónico entre las personas mayores, son vistas como una estrategia útil para tratar este problema. La utilización de procedimientos conductuales no tiene el fin de sustituir a la terapia farmacológica, sino de complementarla, de forma que sea posible reducir al mínimo la necesidad de prescripción de fármacos y optimizar los resultados un tratamiento que debe ser multidisciplinar.