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Consecuencias
prácticas del conocimiento sobre el ciclo menstrual
Al evaluar las
consecuencias prácticas de las investigaciones sobre los cambios de estado
de ánimo y la fase menstrual, debemos tener presentes algunas
consideraciones importantes.
En primer lugar, la magnitud de los cambios de estado de ánimo depende en
gran medida de cada mujer. Es función de su ajuste psicológico y de sus
experiencias. Sin duda, en las situaciones prácticas, la magnitud y el
contenido del cambio de humor tienen una significación máxima. Por ejemplo,
es mucho más importante saber que los cambios del estado de ánimo de una
determinada mujer son tan leves que pasan desapercibidos en su trabajo y en
sus relaciones ¡nterpersonales que saber que experimenta ligeros cambios de
humor sólo detectables mediante tests psicológicos sensibles. Por tanto, las
características más importantes son las individuales, como en el caso de los
hombres.
En segundo lugar, para adoptar decisiones prácticas con respecto a realizar
contratos laborales, su actuación es, sin duda, mucho más fundamental que su
estado de ánimo. La mayor parte de las investigaciones conocidas ponen de
manifiesto la existencia de ciclos de estado de ánimo. Se han realizado
pocos intentos para demostrar la existencia de estos ciclos en la actuación
intelectual o atlética, por ejemplo, y la mayor parte de ellos han
demostrado su ausencia en las mujeres. Portanto, no hay pruebas sustanciales
de que las conductas que requieren las situaciones de trabajo estén
influidas por las fases del ciclo menstrual.
Además, es posible que también los hombres sufran ciclos hormonales
mensuales, pero, hasta hace muy poco, estos ciclos no se han sometido a
investigación científica, probablemente porque no producen cambios físicos
tan evidentes como la menstruación.
En resumen, la investigación indica que las variaciones en los niveles
hormonales del ciclo menstrual pueden estar relacionados con cambios
correspondientes en el estado de ánimo. En general, el estado de ánimo es
positivo en la ovulación o en la mitad del ciclo, cuando los niveles de
estrógenos son elevados, mientras que es negativo, con sentimientos de
depresión, ansiedad e irritabilidad, en el momento en que los niveles de
estrógenos son bajos, en la premenstruación. Las investigaciones realizadas
presentan muchos problemas: la mayoría son de carácter correlacional y las
expectativas complican la interpretación. Los factores culturales también
contribuyen a los cambios de estado de ánimo. Además, es probable que una
importante proporción de mujeres no experimente tales ciclos de humor o que
sean tan leves que resulten indetectables. |
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