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Creación concreta de un mundo nuevo
Aquellos locos ignoraban que la cosa era imposible,
así que la hicieron...
Las utopías no son más que
verdades prematuras.
Lamaetine.
Retirarse del viejo sistema no supone retirarse de la vida colectiva, ni
mucho menos. Al contrario, supone participar más activamente en la
construcción de un nuevo sistema de comportamiento social basado en el
respeto, en la colaboración y en la responsabilidad, en el que no haya lugar
para los juegos de poder; en una palabra, un sistema basado en la dinámica
de la manifestación del Ser.
Pero, para que un sistema así pueda existir y durar, es preciso, una vez
más, que las personas que lo constituyen se hayan deshecho de suficientes
mecanismos inconscientes como para ser capaces de vivir, al menos en cierta
medida, a partir de una consciencia superior. Por eso un cambio semejante no
puede llevarse a cabo mediante una revolución externa. ¡Bastantes de ese
tipo ha tenido ya la humanidad! La revolución tiene que ser en todo caso
interna, y el cambio tendrá lugar mediante el poder de la inteligencia, de
la buena voluntad, de la fraternidad y del amor, que se pondrán de
manifiesto en la acción.
Aspectos prácticos
Sed
realistas, ¡pedid lo
imposible!
Graffiti, mayo 68
Podríamos extendernos más en cuanto a los dos aspectos de acción concreta,
es decir, el rechazo a participar en los aspectos inferiores y manipuladores
del sistema actual y la construcción de una nueva sociedad. Pero eso supera
el marco de este espacio Web. Es un tema amplio y complejo en el que los
mejores investigadores de diversos campos fijan actualmente su atención.
Existen excelentes publicaciones que proponen interesantes temas de
reflexión y soluciones alternativas prácticas a los diversos aspectos de
nuestra sociedad en descomposición.
Yo quisiera señalar un aspecto en particular, y es el actual sistema de
educación. Es preciso replantearlo. Hay que darles a los niños, portadores
de una nueva consciencia, un entorno más propicio para el desarrollo de
todas sus cualidades. El desarrollo excesivo del hemisferio cerebral
izquierdo, que es lo que hasta ahora ha propiciado el sistema, debe dejar
paso a un enfoque más global en el que haya más lugar para el arte y la
creatividad. Darle a cada persona una educación rica y completa es darle el
poder de dominar y de crear su propia vida, es darle su libertad.
Hay otros muchos aspectos de nuestra sociedad que necesitan ser
«re-creados», como los relativos a la economía, a la sanidad, a la política,
a la alimentación, etc., todo tiene que pasar por el tamiz de la consciencia
superior. La estrategia de las fuerzas de la sombra es la misma en todos los
sectores. Consiste en mantener a la gente separada, pobre, impotente y
dependiente de sus emociones; consiste en manipular su mente inferior
apoyándose en sus automatismos, y crear así una situación cada vez más
caótica, difícil y peligrosa a fin de mantener el poder. Es de esta forma
como los seres humanos pierden su libertad; no porque algunos individuos muy
malos se la quiten, sino porque, actuando en consonancia con el ego, ellos
mismos dan poder automáticamente a las fuerzas de involución.
Hay otros sistemas que se van arraigando poco a poco, sin hacer ruido, pero
con firmeza. En ciertos casos, algunas personas eligen un modo de vida
alternativo. En otros, apenas son conscientes de que están participando en
un gran movimiento de transformación profunda de la sociedad; algo en el
interior de sí mismas las empuja a cambiar de costumbres. En realidad, hace
ya mucho tiempo que se puso en marcha el cambio de consciencia; ahora está
empezando a ponerse de manifiesto en aspectos concretos muy diversos, a
veces inesperados.
Por ejemplo, se constata un retorno al campo de un gran número de
ciudadanos. Éstos, pertenecientes a diversos sectores profesionales, se
niegan a seguir viviendo la vida cada vez más artificial y estresante de la
ciudad, y aspiran a vivir con un ritmo de vida más natural y más sano para
ellos y para sus hijos. No tienen nada que ver con los «hippies» de los años
sesenta. Los medios de comunicación sofisticados de hoy en día les permiten
seguir llevando a cabo sus actividades profesionales junto con actividades
de otro tipo, no sólo relacionadas con la naturaleza, sino también, por
ejemplo, con actividades sociales concernientes a la pequeña comunidad,
ciudad o pueblo en el que se han integrado. Esto es el principio de una
transformación que llevará probablemente a una estructura de vida muy
diferente de la que hemos conocido hasta ahora. Las grandes urbes se
descongestionarán y serán sólo centros de recursos para ciertas actividades,
mientras que las gentes vivirán en lugares de dimensiones mucho más humanas.
Cada persona podrá estar en verdadera relación con sus vecinos, participar
activamente en el funcionamiento de su comunidad y, al mismo tiempo, estar
vinculada con otros centros gracias a los medios de comunicación.
Sabemos que existe la posibilidad de que una utilización errónea de esos
medios lleve a situaciones catastróficas, automatizando cada vez más al ser
humano y aislándole más y más de sus semejantes. Es cierto que los sistemas
de comunicación más avanzados podrían llevar a eso. Pero, una vez más, todo
es cuestión del nivel de consciencia de las personas que los utilicen.
Porque también pueden servir para que las pequeñas ciudades y pueblos de un
mundo nuevo estén unidas entre sí y puedan intercambiar información al mismo
tiempo que tienen una vida rica a nivel humano en el seno de su comunidad.
Ese modelo está instalándose espontáneamente; lo llevan a cabo individuos
libres que no necesitan apoyarse en ninguna filosofía especial. El sentido
común y un impulso interno que hace ver mejor el auténtico sentido de las
cosas están empujando a un número creciente de personas a salir de los
esquemas que la vieja sociedad ha ofrecido hasta ahora.
Se está haciendo sin ruido, del mismo modo que se están instalando otras
muchas redes de información, de comunicación, de distribución de productos,
de agricultura, de educación, de finanzas, de salud... Está naciendo un
mundo nuevo. Todos nosotros podemos facilitar esa emergencia participando de
un modo consciente y sereno en el cambio. La decisión es nuestra.
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