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EL CUERPO FÍSICO
La forma del
cuerpo
La energía del
corazón del psicópata está muy desarrollada y, además, su actitud
psicológica es la de darle al yo una gran importancia. Ambas cosas le dan un
aspecto característico, con el torso amplio y abombado, en el que
virtualmente está escrita la palabra YO. El cuerpo físico está en general
bien proporcionado, tanto más cuanto que las estructuras psicópata y rígida
(que veremos más adelante) se encuentran a menudo mezcladas (los rígidos
también suelen tener una hermosa apariencia física).
Tiene una mirada
magnética, atractiva, agradable, que utiliza como medio de influencia. Puede
dejarlo a uno clavado con la mirada; y también es muy fácil quedar prendado
de su cordialidad. Además, siempre sonríe... La sonrisa es un excelente
medio de manipulación en una sociedad tan emocional como la nuestra, en la
que todo el mundo quiere ser amado.
La salud
El psicópata no
reconocerá nunca que está enfermo, porque eso deteriora su buena imagen y lo
hace vulnerable, a menos que tenga una enfermedad espectacular de la que
pueda hablar mucho y por la que los demás lo consideren especial; en ese
caso utiliza la enfermedad para llamar la atención. Si ha logrado la
curación mediante un método o disciplina determinados, hablará de ellos, y
mucho. Será el milagro del siglo. Si no se ha curado, dirá de todas formas
que todo va estupendamente bien, y, a continuación, contará sus últimos
éxitos para que todos sepan lo extraordinaria que es la vida, y él también,
de paso...
Pero, como ha
reprimido durante muchos años una ansiedad profunda, su cuerpo acaba
cobrándole un alto precio. Y, de la manera más inesperada y repentina, llega
un accidente o una enfermedad grave: un cáncer, una crisis cardíaca, el
estallido total... Entre tanto, negará cualquier enfermedad física menor, y
tratará de ocultar con sumo cuidado el estrés y el malestar íntimo. Caerá
fácilmente en el consumo de alcohol, en las drogas fuertes, en los
medicamentos estimulantes, etc., todo lo que le ayude a estar en plena forma
(al menos en apariencia) y le permita continuar actuando de forma
extraordinaria y tener buena apariencia. A menos que esté ya en un proceso
de apertura de consciencia, no respetará en absoluto su cuerpo; y, como la
estructura exige un nivel de energía elevado, lo someterá a estímulos
excesivos. Hasta el momento en que el cuerpo físico, al no poder soportar ya
tanta carga, se derrumbe. Para esta estructura, la enfermedad es una ocasión
de oro para una importante toma de consciencia.
Después de varios
años de entrenamiento intensivo, Bertrand ha sido seleccionado para formar
parte del equipo de natación que participará en los Juegos Olímpicos.
Termina entre los primeros; algún tiempo después gana dos campeonatos del
mundo. Se convierte en una estrella, y todo el mundo lo invita. Honores,
mujeres, dinero..., tiene de todo. Hasta un día en que, viajando por una
carretera, al camión que le precede se le suelta un eje y choca contra su
coche. Eso significará para Bertrand un año de hospital y siete operaciones;
en concreto, para solucionarle problemas en las caderas, en los tobillos y
en las rodillas. Se acabaron los honores, las mujeres, todo... Todos lo
abandonan, y se encuentra solo. Son momentos de intensa reflexión que darán
una nueva orientación a su vida. Más tarde se dedicará a entrenar
generosamente a jóvenes nadadores...
Automatismos en la
indumentaria
El individuo
aprisionado en esta estructura utilizará la presentación física como lo
utiliza todo, es decir, no sólo para seducir sino también para hacerse
notar. Da mucha importancia a la forma de vestir y a la apariencia externa,
que ayudan a reforzar la imagen que quiere proyectar, de modo que elegirá
trajes originales, vistosos, especiales, únicos... No puede pasar
inadvertido.
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