|
EL TRABAJO
Se
encontrará rara vez al esquizo en un empleo estable y convencional, a menos que
haya encontrado un puesto de trabajo en el que lo dejen tranquilo para soñar y
donde no tenga que manifestarse demasiado. Rara vez se compromete en un trabajo
a largo plazo.
Le falta
sentido práctico. Podrá tener una hermosa visión del mundo, imaginar y diseñar
proyectos grandiosos, con frecuencia incluso muy espirituales y humanitarios,
pero absolutamente irreales. La cuestión del realismo ni siquiera se la plantea
pues, en el inconsciente, no tiene la más mínima intención de llevar nada a la
práctica. Al negar el mundo físico, se niega a considerar sus propios límites,
así que fracasa casi siempre; pero echa al mundo la culpa de sus fracasos (los
demás no son bastante inteligentes, ¡ni están preparados para recibir sus
grandes ideas!), lo que no hace más que confirmarlo en su estructura, es decir,
que en este mundo no hay sitio para él.
Con
bastante frecuencia se encuentra al esquizo buscando trabajo, pero rara vez
lleva su empresa a buen término. Se le van cerrando las puertas una tras otra, y
no comprende por qué. Su dificultad para triunfar, para salir adelante, procede
de la actitud inconsciente de retirada. El esquizo no es muy fuerte
interiormente y se deja manipular con facilidad por las estructuras de tipo
psicópata o rígida, que veremos más adelante, que le darán esperanzas de
realizaciones concretas pero acabarán metiéndolo en callejones sin salida.
En lo que
concierne al trabajo, el esquizo funcionará con frecuencia solo. Mientras sea
posible, emprenderá sus propios proyectos, que casi nunca llevará a buen
término. Pasará de un proyecto a otro, de un fracaso a otro, sin aprender de
ellos, a no ser que despierten su consciencia.
Se los
encuentra sobre todo en profesiones intelectuales, artísticas o relacionadas con
el mundo «espiritual», y, en general, en profesiones en las que sea posible no
implicarse demasiado, o en las que se pueda funcionar sin tener que relacionarse
demasiado con los demás. Muchos esquizos trabajan con ordenadores... un buen
medio de evitar el contacto con la realidad humana y de funcionar sólo con la
mente, sin necesidad de sentir nada.
Se
sentirá a gusto desarrollando actividades artísticas, en las que será más o
menos brillante; utilizará el arte no como expresión directa del alma, sino como
medio de huida. Se considerará entonces profundamente inspirado, y despreciará a
este bajo mundo que no reconoce su genio...
Está
presente también en toda la panoplia de profesiones relacionadas con la nueva
era, que dan a la persona la impresión de manifestar «nuevas energías» a partir
de filosofías o de creencias «espirituales». Por ejemplo, se los encuentra a
menudo como terapeutas de todo tipo: sanación por los ángeles, mediante
cristales, sonidos o luz, utilizando mantras o la energía divina, a través de
clarividencia o de canalización, etc. Ésas actividades pueden ser válidas en sí
mismas; pero con frecuencia la estructura las utiliza para desconectar a la
persona de la realidad y no permitirle dominarla.
Profesiones o actividades en las que se encuentran con frecuencia personas con
estructura esquizo: artistas (sobre todo pintores y músicos), informáticos,
filósofos, instructores y terapeutas «espirituales», actividades diversas de la
nueva era; son pasivos en casa; desempeñan oficios marginales e inestables (nada
de compromisos).
Recordemos que no se trata aquí de poner en entredicho ninguna profesión, sino
lo que la persona hace con ella. Y no es porque uno se encuentre desempeñando
alguna de esas profesiones por lo que es un esquizo necesariamente. También hay
esquizos en otras profesiones. Lo que hacemos notar simplemente es que, con
independencia de otros factores, esas condiciones de trabajo se eligen
preferentemente por esta estructura, pues su sistema de defensa le permite
funcionar mejor en ellas. Cuanto más evolucionada está una persona de estructura
esquizo, más cualidades pone de manifiesto y más cosas bellas puede crear en su
profesión.
|
|