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EL CUERPO FÍSICO
La
forma del cuerpo
Suele ser
alto, delgado, con largas piernas y un aire desgarbado. Parece como si el
esquizo, deseando marcharse de aquí lo antes posible para volver a los mundos
sutiles, se diera un cuerpo alargado, ligero, preparado para despegar. Y, en
efecto, se nota corno si el apoyo en los pies no fuera muy estable. A veces
también se encuentra esta estructura en cuerpos pequeños, pero frágiles y
ligeros.
La
salud
El miedo
y el rechazo inconsciente a estar aquí se ponen de manifiesto a través de
diversos síntomas, en particular:
Angustia
y ansiedad subyacentes, sin que existan para ello razones externas. Una angustia
profunda ante la vida y un estrés permanente que son el origen de muchos
problemas de salud.
Depresión, falta de energía, fatiga crónica, dificultad de concentración y de
memoria, lo que es fácil de comprender, puesto que el sistema de defensa está
constituido precisamente por una dinámica de retirada y de huida. Como el
inconsciente retira una y otra vez la energía, la persona se deprime y pierde el
gusto por la vida sin comprender la razón. Puede tomar píldoras u otras
sustancias para sentirse mejor, pero con ello no hace más que camuflar la
verdadera causa y dejar que su cuerpo físico siga debilitándose. Los esquizos
suelen sentirse atraídos por los medicamentos o drogas que los llevan fuera de
la realidad física habitual. En todos estos síntomas subyace la angustia
profunda de la existencia. Debilidad inmunitaria. El inconsciente del esquizo
rechaza la lucha, lo que no puede por menos de reflejarse a nivel físico.
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Problemas de circulación. Se puede observar que los esquizo tienen a menudo las
manos y los pies fríos, lo que tiene una explicación, porque el inconsciente,
que condiciona la energía, es muy coherente con su objetivo. Las extremidades
son los instrumentos de la manifestación: con las manos se hacen cosas y con los
pies se avanza por el mundo. Eso es más que suficiente para que el sistema de
defensa retire la energía de esos lugares. Si hay poca energía, la circulación
sanguínea es lenta, y, por lo tanto, se tienen los pies y las manos fríos. Hemos
observado el caso de numerosas personas que, después de haber transformado esta
estructura, no han vuelto a tener ese tipo de problema.
Los
automatismos en la indumentaria
El modo
de vestir del esquizo es, en general, más bien descuidado; la apariencia no
tiene mucha importancia puesto que él no está aquí. También puede ocurrir que
tenga cierta preocupación por la ropa, pero, en ese caso, intenta ser original,
tendiendo a marginal. Es una manera de decirles a los demás que él es diferente,
y que no tienen razón alguna para considerarlo uno de los suyos.
Poco
interés por el cuerpo físico
El
esquizo no tiene mucho interés en cuidar su cuerpo físico, como no sea a partir
de una teoría o de una filosofía; en ese caso, su interés se convierte más bien
en fanatismo (por ejemplo, de un régimen dietético) porque su aparente
preocupación no proviene de una sensibilidad a las verdaderas necesidades del
cuerpo sino de una teoría intelectual más o menos adaptada. Y así, por ejemplo,
hay personas que hacen ayunos prolongados que no les benefician en absoluto, o
se someten a extraños tratamientos sin haber considerado previamente las
necesidades reales de su cuerpo. En el fondo, su aparente atención a la salud es
una forma inconsciente de agresión contra su cuerpo.
Pero,
aparte de ese caso, el esquizo desdeña en general su cuerpo físico, que, con
frecuencia, desearía no tener. Evita el deporte y cualquier otra actividad
física que pudiera acercarle aquí lo más mínimo. A veces, el rechazo de la
realidad física puede llevar a su inconsciencia hasta la temeridad; el hecho de
no sentir, de no estar en contacto consigo mismo le hace perder el sentido de
las justas proporciones respecto a las leyes del mundo material. En ese caso, es
posible que busque sensaciones fuertes para sentir su cuerpo, con la esperanza
inconsciente, al mismo tiempo, de terminar con todo cuanto antes.
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