LAS RELACIONES:
CORAZÓN AUSENTE
En la dinámica de las
relaciones personales, las características de la estructura esquizo tendrán
las siguientes consecuencias:
— Dificultad para
entrar en relación con otra persona; poca comunicación, porque vive «en otro
lugar»; casi siempre está en las nubes.
— Dificultad para
involucrarse, para comprometerse.
— El esquizo es, en
general, amable y dulce. No se impone en las relaciones con los demás puesto
que desea evitar toda confrontación. Y, si alguna vez las cosas se ponen muy
mal, desaparece física o energéticamente (está cada vez más ausente, perdido
en sus pensamientos, en sus proyectos, en su mundo...).
— La persona esquizo
es, en general, muy pasiva, muy «yin». En la relación de pareja puede
perderse un poco, apoyándose en la identidad del otro para sentir que
existe. Al hacerlo, pierde el sentido de su propia existencia y vive una
ilusión de relación. No hay conflicto, pero el otro siente el vacío que
tiene frente a sí, y acaba por cansarse de esa ausencia aunque la persona
sea con él amable e incondicional. En general, acaba por marcharse, pero el
esquizo, para evitar sufrir, normalmente no hará de eso un drama. Se
refugiará en su mundo de sueños o de ideas, pero no sentirá nada, o casi
nada.
— Egoísmo, por el
rechazo a asumir responsabilidades: en cuanto se le habla de compromiso,
desaparece. Egoísmo tanto por «ausencia», como por rechazo inconsciente a
sentir que los demás están ahí, con los que tal vez habría que compartir o
de los que tal vez habría que ocuparse.
— Proyecta ilusiones
emotivas (con frecuencia idílicas, sobre todo al principio) para no mirar de
frente la realidad; unas ilusiones que pueden llegar hasta una auténtica
exaltación emocional que, evidentemente, lo desconectan de la realidad.
Todas las cosas, incluyendo a su pareja, se perciben como
extraordinariamente luminosas, todo es hermosísimo. Harán falta muchos
golpes para que la persona descienda de las nubes y consiga ver la realidad
de frente, en particular a su pareja, con su belleza y sus limitaciones
humanas.
— Poca valentía; no
hay por qué correr riesgos, sobre todo a nivel psicológico. Como una
auténtica relación de pareja supone siempre un riesgo para el ego, esta
estructura no la permite. Planea en el cielo azul...
— Se esconde a menudo
detrás de su pareja, que lo protege frente al mundo exterior.
— Siempre que hay
algún riesgo de sentir alguna emoción, procura evadirse. Si brotan las
emociones a pesar de todo, muestra una gran fragilidad. Entonces tiene poco
control de sí mismo y es muy vulnerable.
— Orgullo. Al
rechazar el mundo, el esquizo se siente diferente de los demás y» con
frecuencia, superior. Es un mecanismo de defensa para no sentir que forma
parte de este mundo.
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